Rapidez para moverse, agilidad para cambiar, data para tomar decisiones, tecnología sin contacto, compras online y conocimiento del usuario hacen de las fintech un nuevo player muy relevante para la economía, optimizando las actividades de la industria financiera.
El uso de las nuevas tecnologías 100 por ciento centradas en el usuario y con el objetivo de brindar servicios a partir del uso de nuevas tecnologías, las fintech ofrecen soluciones ágiles, simples, transparentes y a medida para la gestión del dinero.
Su objetivo es resolver las necesidades de las personas, ofreciendo adaptabilidad a cada usuario en donde la transparencia, velocidad, libertad y las soluciones a medida es lo que se busca.
Estas "financieras tecnológicas" se están posicionando con un crecimiento sostenido y, en Argentina, ya hay más de 300 en un mercado que le permite explotar todo su potencial, siendo que el 51% de los Argentinos no están bancarizados.
¿Por qué? Esta brecha se puede explicar por los altos niveles de trabajo informal, la cantidad de operaciones no registradas, el acceso a préstamos con altas tasas de interés, los requisitos para abrir cuentas bancarias en el sistema tradicional, la deficiencia en la transparencia y en la comunicación para acceder a servicios crediticios y una muy mala educación financiera.
Siendo que en la actualidad las fintech agrupan a más de 10 millones de clientes, uno de los grandes desafíos es generar herramientas para conocer a esas personas que se encuentran fuera del sistema y poder ayudarlas en un doble propósito: que puedan realizar sus operaciones económicas y que puedan aprender a comprar directamente a través de un ecommerce.
Esta inclusión financiera permite el desarrollo económico, gracias al acceso a los productos que ofrecen para poder resolver sus necesidades y les permite planificar, resolver pagos, tener ahorros, pedir créditos, entre otros.
Masivo y a medida
La pandemia cambió las reglas y el mundo entero se tuvo que adaptar rápidamente a las nuevas tendencias. Esta fue una gran oportunidad para las fintech que capitalizaron la crisis innovando en procesos rápidos y seguros con respuestas que cambiaron la forma en que las personas se manejan y vinculan con el dinero.
En este contexto las personas tuvieron que volcarse a la tecnología para administrar su vida.
La digitalización, que de a poco comenzaba a instalarse en algunos rubros, tomó un impulso inesperado y comenzó a colarse en todo tipo de actividades económicas: soluciones contables, préstamos, compra de productos, pagos, transferencias, financiamiento colectivo, inversiones, cripto y blockchain, finanzas personales y más.
"Masivo y a medida" parece una contradicción pero no lo es. Uno de los principales ejes de trabajo de este tipo de empresas está puesto en agilizar procesos para la mayor cantidad de personas brindando respuestas 100% a medida para cada perfil, adaptándose a las exigencias del consumidor.
En definitiva, estos dos últimos años el sector económico tuvo que implementar flexibilidad y adaptación, pero ya había un sector que tenía en su ADN la cultura digital y en la actualidad sigue proponiendo cambios disruptivos. Y estos cambios son adoptados por el consumidor por su facilidad de uso y transparencia.
Una nueva alternativa
Si bien el concepto de BNPL (compre ahora, pague después) no es nuevo, se viene instalando con fuerza en el país, impulsado y adoptado por los nativos digitales, donde acceden a la compra de productos y servicios de forma virtual y en cuotas sin necesidad de una tarjeta de crédito.
Es un punto a favor para el consumidor, permitiéndole un control de sus gastos. Esta tendencia nos acerca cada vez más a la inclusión financiera, la digitalización y la libertad de operar de forma simple, rápida y transparente.
A medida que la conectividad de la región continúe acentuándose se abrirán nuevas posibilidades y formas de consumo online. Este es el lugar conquistado por las fintech, una forma transformadora de pensar la economía.
*Ezequiel Bucai es CEO de Wibond