La Comisión Nacional de Valores reglamentó el nuevo Sistema de Fondo de Cese Laboral, una alternativa al esquema indemnizatorio tradicional, oficializado mediante el decreto 847/2024 y enmarcado en la Ley de Bases.
Este sistema puede ser incorporado a las Convenciones Colectivas de Trabajo, permitiendo que empleadores y trabajadores acuerden con anticipación su utilización para afrontar las obligaciones económicas derivadas de una desvinculación laboral.
El régimen habilita el uso de Fondos Comunes de Inversión o Fideicomisos Financieros, diseñados para generar recursos que cubran los costos del cese laboral, en lugar de aplicar directamente la indemnización tradicional.
No reemplaza de forma automática la Ley de Contrato de Trabajo 20.744, sino que se incorpora como una opción voluntaria, sujeta a consenso dentro del marco de negociación colectiva.
Nuevo fondo laboral con aportes voluntarios
La CNV reglamentó los Fondos Comunes de Inversión de Cese Laboral, que podrán integrarse mediante aportes mensuales voluntarios de los empleadores y, eventualmente, también de los trabajadores si así lo establece la negociación colectiva.
Estos fondos estarán exclusivamente destinados a cubrir el cese de la relación laboral y podrán constituirse de forma individual, por empresa, o sectorialmente, según lo que se acuerde en las respectivas convenciones colectivas de trabajo.
Durante su permanencia en el fondo, los montos acumulados serán inembargables, pero una vez transferidos al trabajador pasarán a estar libremente disponibles, sin posibilidad de realizar nuevas suscripciones con posterioridad.
El sistema establece que únicamente podrán suscribir cuotas partes los trabajadores y empleadores adheridos al régimen, según lo pactado en la negociación colectiva correspondiente en cada ámbito o sector de actividad económica.
Las entidades depositarias deberán garantizar la separación patrimonial de estos fondos y asegurar que exista una identificación precisa del objeto específico al que están destinados los recursos acumulados durante la vigencia del régimen.
Las sociedades gerentes podrán definir autónomamente las políticas de inversión, sin limitaciones sobre los activos elegibles, aunque deberán priorizar criterios de seguridad y liquidez dentro del marco regulatorio aplicable a este instrumento.
Fideicomisos financieros para cese laboral
La normativa complementa los FCI habilitando Fideicomisos Financieros, que podrán recibir aportes exclusivos de empleadores y trabajadores sin obligación de publicar prospectos en la web de la CNV, facilitando estructuras más pequeñas o no cotizantes.
Estos fideicomisos permiten la participación de múltiples fiduciantes, lo que resulta clave para sectores con menor capacidad operativa, y pueden ser gestionados por fiduciarios financieros registrados que cumplan las condiciones exigidas por la CNV.
Roberto Silva, titular de la CNV, afirmó que esta nueva herramienta apunta a modernizar el sistema indemnizatorio y ajustarlo a las exigencias actuales del mercado laboral y del sistema financiero argentino.
La resolución surgió de un proceso participativo de consulta pública en el que se integraron aportes de distintos actores del sistema, fortaleciendo así la legitimidad y el alcance práctico del nuevo régimen.
Además, la estructura busca canalizar el ahorro interno hacia inversiones, alineándose con recomendaciones de organismos como el FMI, que promueven el desarrollo del mercado de capitales y la emisión de deuda de largo plazo.
Sistema voluntario para fondos laborales
La reforma laboral establece que la implementación del sistema será completamente voluntaria, permitiendo que los sectores que no lo adopten continúen bajo el esquema tradicional de indemnización por despido vigente.
El sistema permite que los trabajadores utilicen los montos acumulados en caso de desvinculación, evitando que los empleadores deban realizar pagos adicionales por despido, lo que otorga mayor previsibilidad financiera a las empresas.
Además, la administración profesional de los recursos podrá generar rendimientos favorables con el tiempo, lo que podría traducirse en mayores sumas para los trabajadores al momento de su egreso laboral.
Las entidades administradoras tienen la obligación de enviar reportes periódicos sobre el estado de los fondos, el cumplimiento de las políticas de inversión y los riesgos asumidos, garantizando así transparencia y seguridad jurídica.
Aunque los fondos puedan generar rendimientos, estos no se considerarán parte del salario y estarán exentos de cargas sociales, aumentando el atractivo del instrumento para empleadores y empleados por igual.
En caso de fallecimiento del trabajador, los fondos acumulados serán transferidos a sus herederos legales sin requerir trámites sucesorios complejos, facilitando la gestión y disminuyendo costos para las familias.
La CNV creó una guía detallada para la constitución y funcionamiento de estos fondos, estableciendo requisitos de inscripción, documentación necesaria, procedimientos de supervisión y plazos máximos para la devolución tras la finalización laboral.
Diversos actores del mercado de capitales valoraron la normativa, destacando que esta herramienta puede dinamizar la oferta de fondos temáticos, crear nuevas oportunidades de inversión y canalizar eficientemente el ahorro privado.
Fondos de cese laboral: la adhesión sectorial será clave
Algunos especialistas advierten que la efectividad del nuevo sistema dependerá del nivel de adhesión sectorial, ya que su implementación requiere consensos mediante negociaciones colectivas, lo cual podría demorar su adopción generalizada.
La iniciativa surge en un contexto donde el Gobierno procura reducir los costos laborales sin afectar derechos adquiridos, mientras impulsa el crecimiento del mercado de capitales nacional como herramienta de financiamiento productivo.
Uno de los puntos destacados es que los fondos pueden ser especialmente útiles para sectores con alta rotación laboral, al ofrecer mecanismos más flexibles y previsibles frente a situaciones de desvinculación recurrente.
La CNV anunció que difundirá periódicamente datos sobre la evolución de los fondos registrados, junto con informes de supervisión accesibles al público, con el objetivo de generar mayor confianza en el régimen propuesto.
A su vez, algunos sindicatos comenzaron a analizar la factibilidad de incorporar el sistema en negociaciones futuras, mientras que empresarios evalúan el impacto operativo, fiscal y contable dentro de sus estructuras laborales.
El nuevo esquema normativo se incorpora a otras reformas que buscan ofrecer previsibilidad al entorno laboral y financiero, sin modificar de forma obligatoria los marcos jurídicos tradicionales actualmente vigentes en la legislación argentina.
La clave de la propuesta sigue siendo su carácter voluntario, lo que permite a cada sector decidir si lo incorpora o no, conservando la posibilidad de continuar con el régimen clásico de indemnización por despido.