La Comisión Nacional de Valores (CNV) dio un paso disruptivo en la modernización del mercado de capitales argentino con la aprobación un régimen legal para la tokenización o representación digital de valores negociables atados a activos físicos, como inmuebles, maquinarias o productos agropecuarios.
"La tokenización lleva a que invertir en activos reales sea más simple, accesible y seguro. Permite fraccionar propiedades, automatizar reglas con smart contracts y reducir costos de intermediación", comenta a iProUP Juan Pablo Fridenberg, director de Asuntos Públicos en Lemon.
"Es el inicio de un cambio de paradigma. A nivel global, la tokenización de activos del mundo real viene experimentando un crecimiento explosivo: el mercado actual ronda los $0,6 billones, pero se proyecta que en los próximos 5 años podría alcanzar entre u$s18 billones y u$s30 billones, convirtiéndose en uno de los ejes de las finanzas del futuro", añade.
Y remarca: "Con esta resolución, Argentina se posiciona como un actor regional relevante en la transición hacia un mercado de capitales híbrido, trazable y programable. Aunque el desafío sigue siendo lograr que esta normativa, evolucione hacia un ecosistema plenamente interoperable, donde la tokenización no sea una excepción, sino el nuevo estándar".
Tokenización: qué activos se pueden digitalizar
Rosendo Gravanago indica a iProUP que "se aprobó restringir inicialmente la tokenización a instrumentos respaldados por activos reales y concretos, evitando, por el momento, su aplicación sobre activos financieros con cotización bursátil, mayor exposición a volatilidad o riesgo de manipulación de mercado".
"Todo ello en el marco de un esquema experimental (sandbox regulatorio) de un año de duración, destinado a evaluar su funcionamiento antes de una eventual ampliación del régimen", agrega.
Las claves del sistema de tokenización de activos
Gilberto Santamaría, del Estudio Santamaría Abogados, remarca a iProUP: "Es una normativa clave para representar digitalmente instrumentos financieros mediante tecnologías de registro distribuido (TRD), como blockchain, iniciando así un nuevo ciclo de innovación regulada".
"Esta primera etapa se limita a fideicomisos financieros y fondos comunes de inversión cerrados con oferta pública, con subyacentes que sean activos del mundo real (real world assets o RWA). Esto excluye a otros instrumentos clásicos como obligaciones negociables, acciones o valores verdes, que pueden ser incorporados en futuras etapas del régimen", completa Santamaría.
"El fideicomiso se potencia como el principal vehículo jurídico para la tokenización regulada, gracias a su flexibilidad y compatibilidad con activos físicos, desde inmuebles hasta maquinaria o commodities. Esto marca una evolución natural del fideicomiso financiero tradicional hacia una arquitectura digital", afirma.
"Por ahora se permite que activos reales se incorporen a un vehículo de inversión tradicional, como fideicomisos y fondos de inversión cerrados, y luego sean tokenizados. Estos tokens pueden ser ofrecidos solo por PSAV registrados en la CNV", subraya a iProUP Juan Diehl Moreno, de Marval, O’Farrell & Mairal.
El experto advierte que "queda pendiente incorporar la tokenización directa de todo tipo de activos, virtuales o no, sin que deban ser incorporados en forma previa a fideicomisos financieros o fondos comunes de inversión, o incluso de valores negociables con negociación en mercados habilitados del país".
"En el primer proyecto, la CNV contemplaba la posibilidad de tokenizar una amplia gama de instrumentos, incluyendo acciones de sociedades, CEDEAR y obligaciones negociables", recuerda Gravanago.
Qué pasa con los activos del mundo físico
Fridenberg subraya que "la CNV habilitó un marco regulatorio para que los PSAV (Proveedores de Servicios de Activos Virtuales) puedan ofrecer tokens respaldados por activos del mundo real. Es un primer paso importante: por ahora, estos tokens solo podrán ofrecerse dentro de exchanges registradas".
"Si bien no se incluyeron valores negociables, marca el inicio de una nueva etapa, en la que la tecnología blockchain refuerza su integración con sectores de la economía. Ya hay experiencias con tokens de oro como PAXG y este nuevo marco acelerará casos similares con impacto en la economía local", expresa.
"En Lemon, gracias a la tokenización, cualquier argentino puede comprar $PAXG, un criptoactivo respaldado en lingotes físicos de oro real, desde $100 y en menos de un minuto. Cuando superó los u$s3.500 por onza en abril, registramos récord histórico en el volumen operado de oro tokenizado", ejemplifica.
Tokenización: cuestiones técnicas y legales
"Una de las claves del sistema es la equivalencia funcional: el token se considera tan válido como el título escritural. Un punto muy destacable es que la norma apuesta a la neutralidad tecnológica: no importa si se usa una blockchain pública, privada o híbrida, mientras garantice seguridad y trazabilidad", dice el experto en cripto Iván Bolé.
"Nos intriga qué cadenas van a ser las elegidas. Ethereum y Solana tienen buenas chances de ser elegidas, pero no son las únicas, y los PSAV locales son muy innovadores: seguro van a sorprendernos", comenta.
Diehl Moreno señala: "Sobre la titularidad de los valores negociables representados digitalmente, la CNV aclaró que son de titularidad de los clientes de los PSAV, y recordó que esta postura puede ser cuestionada por acreedores en procesos de quiebra, por lo que los inversores deberán tenerlo presente".
Tjor afirma que "se introdujo un concepto novedoso: segregación patrimonial, para separar valores negociables tokenizados del patrimonio de su titular registral ante el ADCVN (Agente Depositario Central de Valores Negociables), equivalente a la Caja de Valores en el mercado bursátil, en un paralelismo al patrimonio de afectación de un fideicomiso con su fiduciario".
"Es una protección adicional hacia los adquirentes, en caso de insolvencia del emisor y titular de dichos bienes representados, de conformidad con la Ley de Concursos y Quiebras: se equipara a bienes de terceros, no ejecutables por los acreedores", advierte.
"Una duda era la responsabilidad de registro. La norma define que habrá registro dual: el valor se mantiene en la caja tradicional (ADCVN) y, a la vez, se emite un token digital", Bolé.
Y aclara: "No hay bifurcación sino una capa 'extra' (envoltorio) vía tokenización: el token no es el activo en sí mismo, es una representación digital anclada a un título inmovilizado en el ADCVN, bajo custodia de un PSAV".
Bolé precisa que "el inversor conserva una posición única: su token digital y su asiento escritural reflejan la misma propiedad. Los PSAV gestionan de forma sincronizada los registros escritural y digital: bloquean ambos para evitar duplicidades o doble gasto. La propiedad del activo tokenizado se ejerce exclusivamente a través de ellos", precisa.
"En definitiva, los PSAV se erigen como nexo neurálgico del nuevo régimen: consolidan la posición del inversor y canalizan el ejercicio de sus derechos –voto, cobros, sustituciones–, ocupando un rol central en la arquitectura del sistema", concluye.