Con el yuan como eje, China avanza en su estrategia de redefinir el sistema financiero mundial y enfrentar la hegemonía del dólar. A continuación
27.04.2025 • 09:25hs • Tensiones
Tensiones
China avanza en su ofensiva contra el dólar y lanza pagos internacionales en yuanes
En medio de crecientes disputas monetarias globales, China impulsa con fuerza su desafío a la hegemonía del dólar al presentar oficialmente su propio esquema de pagos internacionales.
Esta estrategia representa un paso clave en la transformación de las dinámicas financieras globales, consolidando la apuesta de Pekín por un sistema económico más equilibrado y multipolar.
Al confrontar de manera directa las infraestructuras tradicionales controladas por Occidente, esta movida despierta un fuerte interés entre los mercados, los gobiernos y los principales actores del sistema financiero mundial.
Shanghai acelera el uso global del yuan
El gobierno municipal de Shanghái, en colaboración con el Banco Popular de China (PBoC), dio inicio oficial a un plan destinado a expandir el uso del yuan en las operaciones financieras internacionales.
Esta estrategia tiene como meta "desarrollar un sistema de pago internacional independiente", utilizando el Cross-Border Interbank Payment System (CIPS), que actualmente agrupa más de 1.300 instituciones financieras en 110 países.
Las autoridades explicaron que su propósito es "aumentar la internacionalización del yuan y apoyar la expansión de las empresas chinas en el extranjero", reforzando así el peso de China en la economía mundial.
El CIPS se posiciona como una alternativa robusta frente a la red SWIFT, históricamente predominante en el ecosistema de pagos internacionales, reduciendo los riesgos de intervención externa.
Los principales pilares de este plan contemplan:
- Reforzar el CIPS para incentivar pagos directos en yuanes en las transacciones transfronterizas.
- Mejorar los servicios financieros internacionales desde Shanghái para facilitar el comercio exterior.
- Brindar apoyo financiero a compañías chinas en el extranjero con alternativas al dólar estadounidense.
- Disminuir la exposición a riesgos financieros derivados de la dependencia del sistema SWIFT.
La elección de Shanghái para pilotear esta transformación responde a su rol central en la economía nacional y su función como campo de pruebas para innovaciones financieras.
Esta movida estratégica se integra dentro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), que busca consolidar una red global de intercambios con el yuan como referencia.
Los BRICS desafían al dólar con el yuan
China avanza hacia una reconfiguración del sistema financiero global al proponer a los países BRICS una alternativa concreta al dólar, más allá del simple fortalecimiento del CIPS como red de pagos internacionales.
Con el respaldo del Banco Popular de China (PBoC), el proyecto plantea "promover los pagos transfronterizos en yuanes" entre los miembros del bloque, marcando un punto de inflexión estratégica en las relaciones económicas internacionales.
La iniciativa busca no solo estimular el comercio intrabloque, sino también disminuir la dependencia del sistema bancario estadounidense, considerada una herramienta clave de presión geopolítica en el escenario financiero mundial actual.
El establecimiento de un ecosistema de pagos autónomo basado en el CIPS podría alterar radicalmente el patrón tradicional del comercio exterior, reforzando el uso del yuan en las transacciones bilaterales estratégicas.
Esta política se enmarca dentro de una corriente más amplia impulsada por los BRICS, quienes trabajan activamente para fomentar monedas locales y crear instituciones financieras alejadas de la influencia de las potencias tradicionales.
El surgimiento de este sistema alternativo plantea interrogantes sobre la evolución del sistema monetario global, donde una aceleración hacia la multipolaridad podría debilitar el dominio histórico del dólar en los mercados internacionales.
A largo plazo, la consolidación de una infraestructura de pagos propia en los BRICS daría a los países emergentes mayor autonomía económica, aunque también podría agravar las tensiones con los defensores del modelo actual.