La relación que sostenían Elon Musk y Donald Trump estalló este jueves en una disputa pública. El conflicto comenzó con objeciones al nuevo plan económico impulsado por la administración republicana y escaló hasta incluir amenazas de cortar contratos estatales.
De hecho, el empresario de origen sudafricano acusó al presidente de estar vinculado con Jeffrey Epstein. Musk fue más allá y sugirió respaldar un eventual juicio político para destituir al actual mandatario.
La tensión venía acumulándose desde hacía días. La semana pasada, Musk renunció a su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), el área encargada de recortar el gasto público bajo la órbita de Trump, por diferencias con el plan fiscal.
Aunque ambos intentaron mostrar una salida amigable durante una aparición conjunta en la Casa Blanca, el presidente dio este jueves otra versión: "Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos, que obligaba a todos a comprar autos que nadie más quería, ¡y simplemente se volvió loco!", escribió en Truth Social.
El conflicto entre Elon Musk y Donald Trump
Desde esta red social, Trump anticipó que pondrá fin al apoyo presupuestario destinado a Musk, a quien calificó de haberse "vuelto loco" tras una medida que afectaría al sector de los autos eléctricos.
"La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon", expresó en otra publicación, dirigiéndose directamente al fundador de Tesla y SpaceX.
La reacción de Musk no se hizo esperar: desde su cuenta de X (ex Twitter), aseguró que SpaceX comenzará a desmantelar inmediatamente su nave espacial Dragon, utilizada por la NASA para enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
La confrontación, desarrollada a la vista de todos, tuvo un fuerte impacto en los mercados: las acciones de Tesla se desplomaron y cerraron la jornada con una baja del 14,26%, perdiendo decenas de miles de millones de dólares en valor de mercado.
Musk lanzó sus declaraciones en medio de una aparición pública de Trump, quien daba su versión frente a las cámaras junto al canciller alemán Friedrich Merz, presente de manera circunstancial. Desde el inicio del encuentro en la Casa Blanca, Trump no ahorró críticas hacia el CEO de SpaceX.
"Estoy muy decepcionado porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera de los que están sentados aquí. De repente, le encuentra un problema", disparó.
Días antes, Musk había calificado al proyecto aprobado por la Cámara de Representantes como una "abominación repugnante", y cuestionó a los legisladores republicanos que lo apoyaron, afirmando que cometieron un "error" al votar una propuesta que aumentaría el déficit. Además, indicó que nunca le fue presentado formalmente el texto y añadió que, sin su respaldo, Trump no habría ganado las elecciones de 2024.
La gran "bomba" que lanzó Elon Musk
Ian Miles Cheong, un activista de derecha y seguidor de Musk, publicó en X: "Presidente contra Elon. ¿Quién gana? Apuesto por Elon. Trump debería ser destituido y JD Vance debería reemplazarlo". Musk respondió a la publicación con un lapidario: "Sí".
Pero eso no fue todo. Más tarde, el empresario lanzó su munición más pesada: afirmó que Trump aparece en los archivos de Jeffrey Epstein, el financista acusado de encabezar una red de tráfico sexual de menores, documentos que supuestamente incluyen los nombres de sus cómplices.
"Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos", escribió en la red social X, de la cual es dueño.
Además, luego de esta declaración, Musk instó a sus seguidores a conservar ese mensaje, asegurando que "la verdad saldrá a la luz".