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Se reían de él, lo trataban de tonto: la historia del creador de Softbank, uno de los hombres más ricos del mundo

Se reían de él, lo trataban de tonto: la historia del creador de Softbank, uno de los hombres más ricos del mundo
Arrancó con una tienda de software y se convirtió en uno de los mayores holdings de telecomunicaciones del mundo e inversor de unicornios
Por Fernando Casino
20.12.2019 06.15hs Innovación

"Ustedes tienen que hacerme caso, porque soy el presidente de esta compañía. En cinco años venderemos más u$s75 millones, seremos proveedores de 1.000 tiendas y nos convertiremos en el principal distribuidor de software", exclamó de modo enérgico Masayoshi Son a sus dos empleados part-time

Para dar su discurso motivador se había parado encima de un cajón de manzanas que oficiaba como silla en su precaria oficina. Apenas lo escucharon, renunciaron. Aunque sus palabras sonaban descabelladas allá por 1981, época en la que todavía las computadoras personales y, especialmente, el software no funcionaba como un negocio establecido, el empresario japonés no estaba del todo equivocado. 

Ese pequeño emprendimiento que ‘Masa’ (como lo conocen sus íntimos) había fundado en Tokyo era la semilla de lo que, años más tarde, se transformaría en SoftBank, uno de los holdings de telecomunicaciones más importantes del mundo.

Son había iniciado su camino unos años antes en Estados Unidos, pero decidió volver a su Japón natal para dar comienzo a sus ilusiones de crear una empresa grande y exitosa. Su fantasía se basaba más en su confianza, carisma y entusiasmo que en una experiencia previa y vastos conocimientos del mundo de los negocios. Más bien era su instinto el que guió cada uno de sus pasos. Fue justamente este olfato para las ideas innovadoras el que, finalmente, lo catapultó a la fama con sus apuestas de inversiones en diversos emprendimientos de relevancia cuando estos todavía se encontraban en pleno crecimiento. 

Alibaba es el más resonante y el que todavía le da alegrías en forma de millones de dólares, pero también aparecen Uber, WeWork y Didi dentro de su portfolio. La mayoría de sus desembolsos fueron encarados a partir del Vision Fund, un fondo que maneja casi u$s100.000 millones que inyectó capital en startups en desarrollo. 

Estas polémicas surgieron tanto por la performance de las compañías como por los nombres detrás de este gran pool de inversiones. En tres décadas, Son pasó de entusiasta en búsqueda de algo que lo motivara a ser uno de los hombres más ricos de Japón, con más de u$s14.500 millones

Sin herederos a la vista y con 62 años, no tiene previsto dejar el mando, pese a que sus últimas decisiones causaron más malestar que aprobación en sus otrora defensores.

Impulso emprendedor

La infancia de Son en la isla japonesa de Kyūshū, ubicada al sur del archipiélago, no tuvo grandes lujos. Es más, sus padres, segunda generación de inmigrantes coreanos, tuvieron múltiples trabajos para mantener a ‘Masa’ y a sus tres hermanos.