El Gobierno nacional dio un paso importante en su Plan de Reparación Histórica del Ahorro al anunciar la implementación del Sistema de Finanzas Abiertas (SFA), una medida que busca modernizar la relación entre los ciudadanos y el sistema financiero, acercando a la Argentina al modelo global de Open Finance.
La iniciativa regulatoria redefine el acceso a los servicios financieros y permite a los usuarios compartir sus datos con terceros autorizados bajo estrictas normas de seguridad y consentimiento, con el objetivo de ampliar el acceso al crédito, reducir la carga burocrática y fomentar el desarrollo de nuevos productos financieros.
Concretamente, dentro del paquete de reformas impulsadas por el presidente Javier Milei, el SFA representa un cambio de paradigma que, según el comunicado oficial, permitirá "liberar las fuerzas oprimidas de la economía" y garantizar la libertad financiera de los ciudadanos. Para ello, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) fueron instruidos a simplificar trámites y promover la libre utilización de los ahorros.
¿Qué es el Sistema de Finanzas Abiertas?
En pocas palabras, el SFA es una arquitectura tecnológica y regulatoria que permite a los usuarios compartir sus datos financieros (de manera segura y bajo su consentimiento) entre diferentes actores del ecosistema, como bancos, fintechs, billeteras digitales y aplicaciones de inversión.
El objetivo es que el usuario sea dueño de su información y pueda obtener mejores productos y servicios, más personalizados, más competitivos y más transparentes. Este modelo ya fue adoptado por países como Brasil, México y Chile.
Según expertos de Adelantos.com esta medida no solo optimiza la oferta de productos financieros, sino que también mejora la capacidad crediticia de los usuarios, al analizar un espectro más amplio de datos sobre sus transacciones y hábitos financieros, al facilitar la creación de soluciones personalizadas y transparentes entre bancos, billeteras digitales, aseguradoras y fintech.
Las claves para que el modelo funcione en Argentina
El economista e investigador Ignacio Carballo, una de las voces más reconocidas en temas de inclusión financiera y tecnologías aplicadas a las finanzas, publicó en X una serie de recomendaciones clave para que el SFA sea exitoso en el país.
Entre sus principales advertencias, destacó:
- Un roadmap claro por parte del BCRA: Carballo remarcó la necesidad de una estrategia definida con fechas y etapas. "Argentina necesita un roadmap claro", escribió, y subrayó que el Banco Central debe liderar con reglas transparentes.
- Especificaciones para pagos e intercambio de datos: La iniciación de pagos y el data sharing son los pilares del Open Banking. Sin embargo, en Argentina aún hay aspectos técnicos por definir, especialmente en interoperabilidad. "¿Qué pasa si pagás con MODO usando fondos de Mercado Pago?", ejemplificó.
- Colaboración (obligatoria) de todos los actores: "Todos ganan con Open Finance, pero el BCRA debe ser claro en que no colaborar no es una opción", señaló el experto, apuntando a la necesidad de alinear incentivos entre bancos, fintechs y otros actores.
- Seguridad y confianza como condiciones básicas: El sistema requerirá mecanismos de certificación, auditoría, estándares de ciberseguridad y un marco legal con sanciones. "Sin confianza, no hay Open Finance posible", sentenció.
- Educación financiera para los usuarios: Si bien el sector privado podría impulsar campañas educativas, Carballo enfatizó que "el BCRA tiene un enorme rol aquí". Aseguró que sin usuarios informados, el sistema no logrará su adopción masiva.
¿Qué puede salir mal?
El experto advirtió que un mal diseño podría arruinar una oportunidad histórica. Citó el caso de Australia, donde pese a tener un régimen de Open Finance desde 2019, los resultados son muy limitados por errores en los incentivos. "Esto es como un transatlántico: si se diseña mal, puede haber consecuencias", advirtió.
Un paso importante, pero tardío
Carballo celebró el anuncio: "Argentina entra tarde, pero para bien", dijo. Recordó que Brasil empezó en 2013, México en 2017 y Chile en 2020.
Sin embargo, remarcó que la clave está en avanzar hacia un modelo integral de Open Finance, como hicieron esos países.
Los expertos de Adelantos.com destacan que esta iniciativa busca fortalecer la competencia en el sector financiero, al posibilitar que más actores participen en la oferta de productos y servicios. En tanto, se espera que dicha implementación impulse la innovación en el mercado, al reducir costos operativos y mejorar la eficiencia en la toma de decisiones financieras.
Además, destacan que, hasta diciembre de 2024, el 50% de la población adulta tenía acceso a un crédito dentro del SFA, compuesto por Entidades Financieras y Proveedores No Financieros de Crédito. Lo que se prevé es que esta nueva estructura regulatoria incremente dicho porcentaje.
"Como evolución del Open Banking, Open Finance transforma la manera en que los usuarios acceden a servicios financieros, permitiendo la portabilidad de su perfil y la transferencia eficiente de información entre entidades. Esto abre la puerta a una oferta más competitiva y adaptada a las necesidades individuales, asegurando que las fintechs puedan consultar datos de los usuarios para ofrecer propuestas más alineadas con sus perfiles financieros", precisaron desde la firma.
El camino no está exento de desafíos. La ejecución será clave y, como advierten los expertos, el éxito dependerá de la voluntad política, la coordinación institucional y la capacidad del sistema para construir confianza entre los ciudadanos.