La cultura nos permite construir empresas más humanas, más sólidas y más preparadas para lo que viene en materia de innovación
05.06.2025 • 18:25hs • Columna
Columna
Transformar sin perder la esencia: el verdadero desafío de la tecnología en las organizaciones
En un mundo cada vez más impulsado por la tecnología, pareciera que la transformación digital se mide por la cantidad de plataformas adoptadas o procesos automatizados. Pero quienes lideramos equipos sabemos que hay algo mucho más complejo —y valioso— detrás de todo eso: la cultura.
Porque sí, digitalizar es importante. Implementar inteligencia artificial, automatizaciones o nuevas metodologías es parte del juego. Pero lo que define el éxito (o el fracaso) de esa transformación no es la tecnología: son las personas. La verdadera pregunta no es "qué tecnología vamos a usar", sino "cómo vamos a seguir siendo nosotros mismos en esta nueva etapa".
Muchas veces me encuentro con líderes preocupados por los cambios técnicos, pero que subestiman el impacto humano. Cambiar sin perder la esencia, sin dejar atrás a quienes estuvieron desde el inicio, es un arte. Es sostener la identidad, el propósito y los valores, incluso cuando todo alrededor se está moviendo.
Ahí es donde entra la empatía. Pero no solo hacia los equipos. También hacia quienes lideran el proceso. Porque en el camino de la transformación, los líderes también sienten miedo, dudas y presión. Y es fundamental que esa empatía sea bidireccional, que el diálogo fluya en todas las direcciones y que el compromiso sea compartido.
El momento que vivimos es único. Tenemos herramientas que hace apenas unos años eran impensables. Pero también tenemos la oportunidad de hacer las cosas distintas. De crecer sin dejar a nadie afuera. De escalar sin perder el alma.
La cultura no es un freno al cambio. Es la base donde el cambio puede echar raíces. Y si lo cuidamos, podemos construir empresas más humanas, más sólidas y más preparadas para lo que viene.
*Por Mauro Kessler, Director de RMR Technology Solutions