Rodrigo Irarrazaval (32 años) y Daniel Fernandez (33) son dos ingenieros argentinos que se conocieron en 2016, mientras trabajaban en una startup llamada Grandata.
Por aquel entonces, desarrollaban juntos distintos proyectos y ayudaban a empresas a utilizar datos de forma responsable, priorizando la privacidad.
En una de las tantas charlas casuales, surgió la posibilidad de crear una firma juntos desde 0 y así fue el puntapié inicial de illow, una plataforma de gestión del consentimiento de cookies certificada.
"Después de cuatro años de colaboración, en 2020, decidimos emprender y fundamos Illow", cuenta Irarrazaval a iProUP, CEO de la plataforma tras su fundación.
Por aquel momento, esos jóvenes, de 27 y 29 años, jamás imaginaron que solo cinco años después, uno de los players más importantes de la industria de la privacidad compraría su proyecto e idea.
BigID, empresa líder en seguridad de datos, privacidad, cumplimiento y gestión de datos con IA, reconoció todo el potencial de illow y fue tras ella.
Así fue el desarrollo de illow: cómo sedujo a BigID
illow es una plataforma de gestión del consentimiento de cookies certificada y partner de Google, que ayuda a las empresas a hacer que sus sitios web cumplan con las regulaciones de privacidad de datos a nivel global.
Formó parte del portfolio de Newtopia VC, fondo de inversión argentino que cuenta con más de 90 inversores y advisors de primer nivel entre los que se destacan Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre, y Martín Migoya, fundador de Globant.
"El proyecto de illow no fue una mera aventura, sino que realmente estábamos convencidos de que era una solución real a un problema concreto’', cuenta Irarrazaval.
Y añade: "En 2018, con la llegada de nuevas regulaciones como el GDPR, comenzamos a pensar cómo podíamos facilitar que las personas accedieran realmente a la privacidad que esas normas prometían"
"Aunque en la teoría los datos pertenecen a las personas, en la práctica no era así. Inicialmente, lanzamos una solución pensada para empoderar a los usuarios, pero tras un año de trabajo entendimos que para lograr ese objetivo, era necesario darle herramientas a las empresas", recuerda.
Apunta que en aquel momento descubrieron que, aunque las regulaciones de privacidad favorecían a las personas, las empresas enfrentaban limitaciones para garantizar esos derechos: "Ahí fue cuando pensamos: hay una gran oportunidad de desarrollar tecnología que ayude a las empresas a respetar la privacidad de sus usuarios de manera efectiva’'.
La inversión inicial para crear illow fue de u$s500.000 que los jóvenes recibieron en una ronda Pre-seed liderada por Newtopia
La pandemia, como contexto de creación de illow
El desarrollo de illow comenzó durante la pandemia con una app móvil que permitía a los usuarios, en menos de un minuto, descubrir qué empresas tenían sus datos, qué tipo de datos eran y cómo recuperaban el control sobre ellos.
Incluso, los usuarios podían saber si sus datos habían sido comprometidos en filtraciones.
"Sin embargo, descubrimos que muchas empresas, aunque quisieran brindar ese control por razones éticas o regulatorias, no sabían cómo hacerlo", insiste. Y suybraya: "Por eso, pivotamos de un modelo B2C a uno B2B, empezando en Brasil, donde se estaba implementando una nueva regulación de privacidad".
Para Irarrazaval, una gran clave fue advertir el faltante que existía en el mercado: "Detectamos una gran brecha entre lo que las regulaciones exigían y la capacidad real -tanto técnica como de conocimiento- que tenían las empresas para cumplir con esas normas".
El camino, de todos modos, no fue del todo fácil. Uno de los grandes desafíos para los jóvenes fue lograr posicionar a illow a nivel global.
"Google estaba lanzando un programa de partners para soluciones de gestión de cookies, con cupos limitados. Nos propusimos ser una de las primeras compañías en ingresar -y la primera de Latinoamérica- y no solo lo logramos, sino que alcanzamos el nivel más alto de partnership: Google Gold", destaca.
Inversión inicial y modelo de negocios: más claves del éxito de illow
La inversión inicial para crear illow fue de u$s500.000 que los jóvenes recibieron en una ronda Pre-seed liderada por Newtopia.
Después de esa ronda inicial, continuaron creciendo gracias a la facturación de los clientes y el impulso generado por su alianza con Google.
El modelo de negocios de Illow consiste en ser una plataforma de gestión de consentimientos.
"Ayudamos a las empresas a obtener el consentimiento adecuado de sus usuarios para utilizar sus datos", remarca Irarrazaval.
"Uno de nuestros principales focos de crecimiento fue la gestión del consentimiento de cookies, ese cartel que aparece al ingresar a un sitio web donde el usuario puede aceptar o rechazar cookies", precisa.
Cómo apareció BigID en el horizonte y cómo cambió todo
El joven cuenta a iProUP que se enteraron del interés de BigID durante una prueba de concepto para explorar una posible integración tecnológica.
"Durante ese proceso, el equipo de BigID vio una fuerte sinergia con nuestra solución. Así fue como nos comunicaron su interés en dar un paso más allá y adquirirnos para seguir desarrollando juntos", detalla.
Al momento de la venta, illow ya estaba disponible en más de 30 idiomas y contaba con clientes en más de 70 países.
BigID, fue fundada en 2016 por Dimitri Sirota y Nimrod Vax, y desde entonces consiguió transformarse en una de las compañías referentes en la gestión de datos mediante inteligencia artificial, al permitir a las firmas descubrir, proteger y maximizar el valor de sus datos. Posee una valuación superior a los u$s1.000 millones y el respaldo de inversores como:
- Salesforce Ventures
- Boldstart
- Tiger Global
- Riverwood
- Scale Ventures
"La decisión se basó en varios factores, pero principalmente en la visión compartida en relación al consentimiento de datos. Sumarnos a BigID nos permite competir a un nivel más alto, llevando nuestras soluciones de consentimiento a las principales empresas del mundo", añade Irarrazaval.
Qué harán a partir de ahora los jóvenes y cómo es el roadmap de illow
El empresario detalla que ambos siguen liderando la solución de gestión de cookies, pero ahora contamos con un equipo más grande y un sólido soporte en ventas, customer success, partnerships, desarrollo, y diseño.
El exCEO de illow, es ahora Director Senior de Producto, mientras que Fernández, exCTO, pasó a ser Director Senior de Ingeniería.
"Ser parte de BigID nos permite competir en las grandes ligas, ofreciendo soluciones a empresas líderes en todo el mundo", destaca el joven a iProUP.
Y subraya: "La cultura laboral en BigID es excelente: nos sorprendió el talento del equipo y la calidad humana del entorno. Luego de varios meses de trabajo conjunto, podemos decir que estamos construyendo algo verdaderamente extraordinario".
Los fundadores de illow ya trabajan con varias empresas de gran renombre en el país. "BigID sigue apostando por Argentina, contratando nuevos talentos. En los últimos meses hemos sumado desarrolladores, líderes de ventas y otros perfiles clave", revela.
Y añade: "Actualmente hay varias vacantes abiertas, y estamos en contacto con los principales bancos, empresas de consumo masivo y unicornios locales".
Expansión de BigID y nuevas oportunidades en la región
BigID cuenta con proyecciones de fuerte crecimiento tanto a nivel global como en el mercado latinoamericano, donde ya posee una importante presencia especialmente en la Argentina y Brasil, países en los que trabaja con bancos y unicornios tecnológicos.
Con la compra de illow, el top mundial busca reforzar su posición en la región y continuar brindando soluciones de privacidad y cumplimiento de datos a empresas locales e internacionales.
Según Fernández, BigID es la única solución que realmente ofrece un enfoque 360° en privacidad, combinando descubrimiento de datos, implementación de privacidad, gestión de riesgos con IA y automatización de procesos en una sola plataforma.
La adquisición de illow por parte de BigID marca un hito en el ecosistema emprendedor argentino.
Irarrazaval y Fernández cumplieron "el sueño del pibe" y van por más, como abanderados de la creciente relevancia de las startups tecnológicas argentinas en el competitivo mercado global.