Recientemente MyHeritage lanzó una herramienta llamada Deep Nostalgia destinada a animar los rostros en las fotos familiares. Todos los detalles.
10.03.2021 • 19:31hs • Innovación
Innovación
Deep feeling: ensayando con lo que nos hace humanos
Recientemente MyHeritage lanzó su nueva herramienta llamada Deep Nostalgia destinada a animar los rostros en las fotos familiares. Deep Nostalgia permite a cualquier persona cargar una fotografía y en pocos segundos obtener un corto video que promete conmovernos, impresionarnos y – en muchos casos – disparar nuestra nostalgia.
Sí, puede parecer un poco aterrador ver a la bisabuela moverse en un video, como si fuera la preparación previa al momento en que iban a tomarle la foto. Ni hablar de ver a proceres o faraones del antiguo Egipto recobrar por unos instantes su vida.
Una vez las fotografías se cargan en la web, la herramienta las analiza para entender la orientación de la persona, la profundidad de la imagen, los puntos del rosto y los elementos principales. Luego selecciona uno de los vídeos modelo previamente preparados de personas reales posando, y aplica estos movimientos a la imagen cargada.
Deep Fake
Ya hemos visto mucho de deepfake aplicado a mandatarios, actores. Hace poco la cervecera española Cruzcampo lanzó una campaña con un ‘deepfake’ de Lola Flores, estrella del flamenco andaluz fallecida en 1995, en donde la tecnología "revive" a la artista mediante la creación de videos falsos con apariencia real, gracias al uso de la inteligencia artificial en base a imágenes o vídeos de archivo.
Desde luego el impacto que generan estos resultados se transforman en campañas con una fuerte viralización, pero a la vez son inquietantes ya que ¿cómo sabremos si lo que vemos es real?
Conforme avanza la tecnología la experiencia se vuelve cada vez más real hasta el punto que se nos hace difícil identificar señales falsas en lo que vemos, como sombras raras, iluminación que no cuadra, tonos de piel diferentes, parpadeos que no parecen reales… todo lo que vemos, en apariencia, parece real. Así se hizo el video de Lola Flores.
Y no solo se trata del impacto que nos genera a los consumidores el hecho de ver a alguien que admiramos o respetamos en un video comercial, sino que nos enfrenta al dilema moral respecto a cuan dispuestos estamos a utilizar la "firma biometrica" de quienes ya no están para fines que no sabemos si ellos hubieran aceptado en vida.
Asi como muchos aceptamos donar nuestros órganos para salvar otras vidas tras nuestra muerte, podremos donar nuestra imagen futura para acciones de marketing? ¿Podrá generar esto un modelos de negocios e ingresos de referentes, aprovechando pagos actuales por usos de su imagen para cuando ya no estén en vida? ¿Están las leyes preparadas para ello? ¿Cuan flexibles podrán ser los administradores futuros de nuestra imagen?
Y si sumáramos este desarrollo al que tiempo atrás se lanzó para generar imágenes de personas inexistentes al azar, como lo hizo la plataforma This Person Does Not Exist en donde cada vez que refrescamos pantalla aparece un nuevo rostro humano inventado por inteligencia artificial a partir de combinar millones de fotografias diferentes: ¿podríamos estar creando "actores" que se ven y sienten como humanos y así crear nuevos influencers que no envejecen, no se quejan ni piden aumento?.
Y si combinamos todo lo anterior con la tecnología de AIVA, con Inteligencia Artificial entrenada para componer música con una banda sonora emocional ¿podrían muchos artistas seguir cantando por siempre, creando nuevos temas, generando nuevas experiencias, y sin siquiera tener que dejar escrita su obra?
Sin dudas la tecnología nos seguirá sorprendiendo, desdibujando los límites (al menos de la percepción) entre lo que es creado por humanos y aquello en donde la tecnología es autora.
*Por Diego Pasjalidis, Head of Innovation & Digital STEFANINI Argentina