A medida que el mercado tecnológico avanza, el talento busca mejorar sus ingresos, y esto lo hace de dos maneras: apuntando a tener trabajo en el exterior y ganar en dólares, y complementariamente siendo un empleado freelance.
La freelancelización (si se permite el neologismo) de los profesionales informáticos es una tendencia que empezó tímidamente y hoy ya está prácticamente instalada. Muchos ya durante sus años en la universidad se plantean directamente esta modalidad laboral o convertirse en emprendedores, sin pasar por la experiencia corporativa.
"Es muy potente lo que está sucediendo y no solo con los jóvenes, también con otras generaciones. Recientemente, me compartieron un estudio de la Universidad de San Andrés sobre el futuro del trabajo y las cifras son contundentes: el 70% de las personas encuestadas de diferentes rangos de edad prefieren un trabajo a medio tiempo, para varias compañías y de manera independiente", cuenta María Eugenia Arata, People Director en ArcelorMittal.
Y complementa: "El tiempo libre se vuelve un valor muy preciado para las personas, entonces la gran transformación será de las corporaciones. Deberemos ser muy atractivos y tener una propuesta de valor muy concreta para atraer y desarrollar a los talentos".
"Este año me reuní con muchos líderes de importantes universidades privadas y los rectores coincidían en que el 80% de sus graduados son emprendedores autónomos. Y solo muy poquitos de sus graduados (20%) van para el lado del trabajo en relación de dependencia", detalla Román Gómez, Sales Director & Country Manager en CognosOnline.
¿Qué es lo que hacen? Según este experto "algunos fundan startups, otros trabajan como autónomos o freelance para diversos proyectos". Muchos, viendo ejemplos cercanos como el de Mercado Libre, buscan ser el nuevo unicornio del país, que hace ya rato no aparece uno nuevo.
Freelancers: cómo cambian las universidades
Esa idea tradicional de que las universidades formen para el trabajo en relación de dependencia está mutando. "Se están dando cuenta de que el mundo cambió y las demandas de sus estudiantes también. Ya no es una sensación, ahora hay datos que marcan una tendencia de las nuevas generaciones a emprender, a trabajar por proyectos, a desarrollar sus propios negocios", sostiene Gómez.
Entonces, afirma el experto, ahora "el desafío de las universidades es adaptarse a las nuevas necesidades de aprendizaje de sus estudiantes".
¿Por qué el interés de los jóvenes en esta modalidad? Es que rápidamente encuentran el modo de ser contratados o sumados a proyectos, y así pueden, de acuerdo a su productividad y organización, ser parte de varios trabajos en simultáneo y multiplicar sus ingresos.
Hoy, un talento IT que tiene un buen caudal de trabajos parte de una base de 3.000 dólares mensuales. Se suma a esto que si son empleos en el exterior, no son pocos los que cobran en billeteras virtuales y hasta en criptomonedas.
Pero hay un detalle importante: el trabajo freelance no es adecuado para todos. "Si bien ofrece flexibilidad y autonomía, también conlleva ciertos desafíos, como la falta de estabilidad en los ingresos y la ausencia de beneficios tradicionales, como vacaciones pagadas, seguridad social y planes de jubilación", enumera Victorio Cocconi, fundador de Konnekt Consulting.
"Además, ser freelance requiere autodisciplina y capacidad para manejar períodos de incertidumbre económica, algo que no todos están dispuestos o preparados para enfrentar", observa Cocconi.
Y para decir esto se basa en un estudio de Edelman, Freelance Workforce Report de 2021, que asegura que el 41% de los freelancers menciona la estabilidad de ingresos como uno de los mayores desafíos.
"Aquellos que prefieren la previsibilidad de un salario fijo y un entorno de trabajo estructurado pueden no sentirse cómodos en este tipo de empleo, que demanda una mentalidad empresarial y una disposición constante a vender sus servicios y adaptarse a cambios en la demanda", aclara Cocconi.
Si miramos el mercado internacional, según un estudio de McKinsey, "se estima que entre hasta 30% de la fuerza laboral en EE.UU. y Europa ya está involucrada en trabajos independientes. Esta tendencia está creciendo globalmente. Parte de este cambio se debe a la digitalización y demanda de flexibilidad de las empresas", explica Cocconi.
Freelancers: qué hay que tener en cuenta
Maru Basualdo, Coach y Mentora de Reinvención y Huella Personal, opina lo contrario. Para esta experta especializada en acompañar a quienes están dejando el universo corporativo para convertirse en independientes, cualquiera puede ser freelancer.
"Creo que lo podrían hacer todas aquellas personas que estén dispuestas a hacer la tarea: trabajar en sí mismos: empoderarse, hacerse cargo de la propia vida, ser dueños de la creatividad que todos tenemos. Conocer los propios recursos, talentos, habilidades", indica Basualdo.
Según su opinión, entre las habilidades infaltables están "la flexibilidad, desarrollar la creatividad que la tenemos todos y ser un maestro del manejo del tiempo. Este es un recurso que todos tenemos por igual, que es limitado pero clave".
"Hay algo fundamental para que una persona sea freelance: tiene que sí o sí estar en un modo responsable y creativo frente a la vida, y no en un modo víctima frente a las circunstancias externas", conceptualiza la coach.
Y lo explica: "para ser un freelance y poder vivir realmente como tal, tiene que estar completamente reconociendo su propio valor y sabiendo que puede hacer uso de su poder creador, de su propia vida a cada momento para diseñar todas las posibilidades laborales en las que brille y explotar su máximo potencial".
Quienes logran tener esto presente y ejecutarlo, entonces esos son los verdaderos freelance, aquellos que pueden "generar los recursos económicos necesarios para sostener su actividad laboral, su nivel de ingresos y tener el autoconocimiento", concluye Basualdo.