Sin duda, Bitcoin es la criptomoneda dominante. Pero el resto de este mercado está conformado por otros sistemas de pago que han evolucionado a partir de la tecnología blockchain. Este sistema de pago nació en 2008, creado por un tal Satoshi Nakamoto.

Pero la aportación de Nakamoto fue construir un protocolo para el registro de transacciones imposibles de duplicar. A través funciones criptográficas, cada operación adquiere una clave única en un registro público, conocido como ledger, que todos los usuarios comparten. Este sistema resolvió el problema de duplicación de operaciones o falsificación de Bitcoins, de acuerdo con Michael Nielsen, científico especializado en inteligencia artificial.

Esta verificación se llama prueba de trabajo. Consiste en resolver funciones criptográficas que generan un código único, lo que a su vez certifica el valor de una unidad o fracción de Bitcoin.

Para incentivar a que los usuarios verifiquen estas transacciones, reciben como pago una fracción de nuevos Bitcoins. Esta actividad es lo que se conoce como «criptominería». Este proceso consume una alta cantidad de poder computacional, y por lo tanto energía eléctrica, por lo que es considerado ineficiente y dañino para el medio ambiente.

También, al distribuir el trabajo, no existe un banco central, institución bancaria o gobierno que pueda controlar el intercambio y registro de códigos. Además, al existir un registro público, existe total transparencia en las operaciones. En este video, Nielsen explica a detalle el funcionamiento de este sistema.

¿Por qué nacieron otros tipos de criptomonedas?

Bitcoin fue el protocolo inicial. Pero su tecnología no está centralizada. Es un código público que cualquier desarrollador puede utilizar. Los creadores de criptomonedas descubrieron nuevas aplicaciones y lanzaron sus propios protocolos que sirvieron diferentes fines, o mejoraron aspectos originales de Bitcoin. Esto dio vida al movimiento de las Altcoins.

Altcoins

El nombre de esta familia de monedas se debe a que son la alternativa a Bitcoin. La segunda criptomoneda más usada en el mundo es Ethereum. También existen Litecoin, Tether y XRP. Pero actualmente existen más de 4,600 criptomonedas que cotizan en coinmarketcap.com.

Stablecoins

Casi por naturaleza, Bitcoin es volátil. Sus fluctuaciones de precio han complicado que sea un instrumento de inversión fiable. Por lo tanto, las stablecoins intentaron respaldar a sus criptomonedas con valores o divisas reales como oro o dólares. Entre este tipo de criptodivisas se encuentra Digix Gold Tokens, cuyo protocolo supuestamente basa su precio en oro.

También se encuentra la criptomoneda USD Tether que en un principio proclamó un respaldo en dólares. Pero este fue un problema para la creedibilidad de los stablecoins. En 2019, las autoridades de Estados Unidos descubrieron que no había tal respaldo. La compañía detrás de esta divisa no garantizaba que fuera posible cambiar sus códigos por billetes verdes.

Luego de la creación de blockchain y el nacimiento de bitcoin, se fueron creando multitud de criptodivisas que armaron el merado actual

Central Bank Digital Currency (CBDC)

En países como Suecia, el uso del efectivo ha declinado vertiginosamente en los últimos años, de acuerdo con su propio banco central, el más antiguo del mundo. Economías desarrolladas analizan la idea de emitir dinero digital que sustituya y mejore las funciones del papel moneda. Asimismo debe estar controlado por las autoridades monetarias de cada país, utilizando un sistema de encriptación.

El Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos junto con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) participan en un proyecto conjunto para analizar las implicaciones de una criptomoneda manejada por un banco central. La Unión Europea también analiza estas implicaciones. Mientras que China se adelantó con un programa piloto del yuan digital.

Aunque se pensaba que esta transición digital tardaría solo algunos años en concretarse, esta semana, el Banco Central de Suecia emitió un reporte en el que informó que su proyecto para una krona electrónica o e-krona tardaría más de un lustro en concretarse. Esto debido a que se deben analizar todas las implicaciones y escenarios en los que una nueva criptomoneda, respaldada por el gobierno, debe cumplir para operar correctamente, indicó Business Insider México.

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