Sebastián Serrano se sumó a las críticas por el impacto del impuesto en los servicios financieros y pidió "avanzar hacia una reforma fiscal"
03.02.2025 • 08:58hs • ENTREVISTA IPROUP
ENTREVISTA IPROUP
"Retrasa la evolución de las fintech": el CEO de Ripio apuntó contra Ingresos Brutos y pidió una reforma fiscal
Continúa la embestida de las entidades financieras contra el impuesto sobre los Ingresos Brutos, una de las principales cargas fiscales que afecta a la industria y que oscila entre el 3% y el 9%, según cada provincia.
En esta oportunidad, fue Sebastián Serrano, CEO de Ripio, quien, en diálogo con iProUP, se sumó a las críticas realizadas previamente por Marcos Galperin, de Mercado Libre, y Pierpaolo Barbieri, de Ualá, y apuntó duramente contra este tributo, al catalogarlo de "distorsivo y regresivo". En línea, pidió una "reforma fiscal".
Para el también cofundador de la exchange, el IIBB "es una de las principales cargas fiscales que afecta a las empresas en Argentina y su impacto es particularmente perjudicial para el sector fintech y la economía digital en general".
"A diferencia de otros impuestos, como el IVA o Ganancias, que gravan el consumo o las utilidades obtenidas, este se aplica sobre la facturación bruta de las empresas, sin considerar su nivel de rentabilidad. Esto genera una serie de problemas estructurales que afectan tanto a las compañías como a los usuarios finales", agrega.
En línea, detalla a iProUP cuatro puntos principales por los cuales, en su visión, "Ingresos Brutos es distorsivo y regresivo".
Estos son:
- Efecto cascada y sobreimposición: A diferencia del IVA, que permite el cómputo de créditos fiscales para evitar una doble imposición, el IIBB se aplica en cada etapa de la cadena de valor. Esto significa que un mismo producto o servicio puede ser gravado varias veces antes de llegar al consumidor, encareciendo los costos de producción y generando un efecto inflacionario indirecto.
- Desincentivo a la inversión y la formalización: Al ser un impuesto que se aplica sobre la facturación y no sobre las ganancias, desincentiva la inversión en sectores con márgenes de rentabilidad ajustados y afecta en mayor medida a las empresas en crecimiento. Además, fomenta la informalidad, ya que aquellas compañías que operan en la economía en "negro" evitan esta carga fiscal, generando una competencia desleal con las que sí cumplen con sus obligaciones tributarias.
- Impacto negativo en la digitalización y la inclusión financiera: Para el ecosistema fintech, que se basa en la escalabilidad y la adopción masiva de soluciones digitales, un impuesto como el IIBB encarece los servicios financieros y tecnológicos. Esto reduce la accesibilidad de los usuarios a herramientas de pago, ahorro e inversión innovadoras, retrasando la evolución de la industria y afectando directamente a los consumidores.
- Heterogeneidad y discrecionalidad en su aplicación: Cada provincia establece sus propias alícuotas y regímenes de percepción, lo que genera una enorme complejidad administrativa para las empresas que operan en múltiples jurisdicciones. Esta falta de uniformidad obliga a las compañías a destinar recursos significativos a la gestión tributaria, en lugar de enfocarse en la innovación y el crecimiento.
"Es fundamental avanzar hacia una reforma fiscal"
Es en base a esto que Serrano resalta "la necesidad de una reforma fiscal estructural" que contemple distintos aspectos necesarios para disminuir o, directamente, eliminar el impacto de esta carga impositiva y así dejar de encarecer la actividad por parte de las fintech y el avance de las billeteras virtuales, los bancos y los servicios que ofrecen, los cuales ya han tenido impacto en la sociedad. Esto se refleja en el marcado crecimiento del uso del QR como medio de pago y la disminución del efectivo.
"El problema de fondo es que muchas provincias dependen en gran medida de IIBB como fuente de financiamiento. Esto ha llevado a un esquema en el que las provincias recurren a tributos distorsivos para compensar su falta de autonomía fiscal, generando un sistema ineficiente y poco competitivo", argumenta a iProUP.
Asimismo, especifica tres puntos que considera "fundamentales a contemplar" para "avanzar hacia una reforma fiscal" que "impulse la innovación y el crecimiento, en lugar de frenarlo".
Estos son:
- Una reducción progresiva de IIBB y su reemplazo por impuestos más eficientes, como una mayor participación en la recaudación de impuestos progresivos o tributos provinciales que incentiven la producción y la inversión en lugar de penalizarla.
- Una mayor coordinación entre Nación y provincias para evitar la superposición de impuestos y establecer un marco normativo más claro y estable.
- Un sistema impositivo que promueva el desarrollo de la economía digital y la inclusión financiera, permitiendo que las fintech sigan ofreciendo soluciones accesibles, seguras y escalables para millones de usuarios.
"Algunas provincias ya han tomado medidas en esta dirección: Córdoba eliminó el impuesto a la producción y a la mera compra, Entre Ríos anunció la reducción progresiva de IIBB y Chubut ofrece exenciones a sectores estratégicos. Sin embargo, estas son soluciones parciales que no abordan el problema estructural de fondo", advierte.
"La digitalización de la economía es una oportunidad única para Argentina, pero para aprovecharla es necesario un marco regulatorio y fiscal que la acompañe en lugar de obstaculizarla", concluye Serrano.