El Gobierno de Javier Milei enfrenta un nuevo frente de conflicto con los gobernadores provinciales, esta vez por el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), un fondo clave que el Ejecutivo distribuye de manera discrecional y que las provincias ahora quieren que se reparta automáticamente.
En esta nota de iProUP te contamos las claves para entender qué son los ATN y por qué están en el centro de una disputa que mezcla federalismo, ajuste fiscal y necesidad de caja en las provincias.
¿Qué son los ATN?
La legislación argentina establece que el 42,34% de la recaudación de impuestos nacionales queda en manos del Gobierno central, mientras que el 56,66% se coparticipa automáticamente entre las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
El 1% restante se destina a los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Este fondo fue creado para asistir a provincias en emergencia financiera o situaciones extraordinarias, pero su distribución no es automática: queda a criterio del Gobierno nacional de turno, sin un esquema fijo de porcentajes.
Desde la llegada de Milei al poder, el fondo ha sido subejecutado: según datos de la consultora Politikón Chaco, en lo que va de 2024 solo se utilizó el 7% de los fondos disponibles, y en los primeros cinco meses del año, apenas el 22%.
Además, la distribución fue desigual: ocho distritos, incluyendo Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires, no recibieron ni un peso.
¿Qué buscan cambiar los gobernadores?
El proyecto impulsado por todos los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, sin excepción, propone que los ATN se repartan automáticamente y siguiendo los mismos criterios que la coparticipación federal.
También buscan eliminar fideicomisos financiados con el impuesto a los combustibles líquidos.
Según sus cálculos, esto permitiría que las provincias pasen de recibir el 10,4% a captar el 58,36% de lo recaudado por ese tributo.
¿Qué hay detrás del conflicto?
El trasfondo de esta pelea es el fuerte ajuste fiscal que Milei aplica desde diciembre de 2023, que incluyó una fuerte caída en las transferencias discrecionales a las provincias, entre ellas los ATN.
Los números reflejan el recorte:
- En 2023 se giraron $173.000 millones
- En todo 2024 apenas se transfirieron $49.800 millones
- En lo que va de 2025, unos $84.000 millones.
Con una inflación acumulada cercana al 200%, el impacto real es aún más profundo.
Desde el Ejecutivo argumentan que automatizar el reparto de los ATN atenta contra el objetivo de alcanzar el equilibrio fiscal.
Aunque los fondos no pueden utilizarse para otros fines, el hecho de no ejecutarlos permite reducir el gasto público y mejorar el resultado primario.
¿Cuál sería el impacto fiscal?
Según las provincias, el costo de aplicar su propuesta sería apenas 0,11 puntos del PBI, con lo cual el superávit fiscal primario pasaría del 1,60% al 1,49% del PBI.
Aún así, seguiría por encima de la meta del 1,30% fijada por el FMI para 2025.
Otros estudios, como el de la Fundación Mediterránea, estiman un impacto aún menor: solo 0,05 puntos del PBI.