Para definir a los tipos de usuarios y a las diferentes corrientes que se mueven día a día en el mundo de las criptomonedas, se popularizaron varias escalas, en las cuales la mayoría recurre a diferentes animales para encasillar a los numerosos perfiles de inversionistas.

Así, es habitual toparse expresiones como "corrida de toros", que significa que hay una tendencia al alza en el mercado durante un período prolongado.  O "trampa de osos", para describir un escenario opuesto al de los bovinos, en el que los valores parecen que están a punto de derrumbarse y de esta manera se "atrapa" a inversionistas que vendieron por pánico y se quedan fuera del posterior rebote.

En el terreno de las criptomonedas, otra clasificación animal cobró fuerza en estos días con el término "Ballenas Bitcoin", que designa a grandes jugadores que desembarcan con impactantes sumas. En esta escala, los expertos realizan la siguiente distinción:

De esta manera, la firma MicroStrategy, que informó en agosto pasado la compra 21.000 bitcoins por u$s250 millones –adoptando de esta manera a la criptomoneda más famosa del mundo como su principal activo de reserva– o la adquisición de Tesla de u$s1.500 millones pone a estas dos reconocidas compañías en el extremo más alto de la escala.

 

¿Las ballenas se comen todas las monedas?

El flujo de BTC hacia pocas manos ha aumentado recientemente, lo que sugiere que están ingresando inversores institucionales al mercado de las criptomonedas. Desde Bloomberg exponen que el 2% de las cuentas existentes controlan el 95% de los bitcoins.

En tanto, la web especializada Bitinfocharts muestra una distribución similar. En cambio, expertos de Glassnode dan cuenta que cerca del 2% de las entidades de la red controlan el 71,5% de las más de 18,6 millones de monedas disponibles.

Lo cierto es que en el "marzo negro" de 2020, cuando se llegó a cotizaciones mínimas fruto del desconcierto por la pandemia, la oferta de grandes players aumentó y provocó que la participación de esots inversores de gran porte creciera un 27%.

Además, se estima que existen 2.160 compañías que atesoran más de 1.000 bitcoins, lo que demuestra que los compradores de este tipo han estado ingresando a esta alternativa de inversión.

Máyor concentración

Bitcoin es un bien escaso, y una de sus propiedades más relevantes es que:

Esto es así porque Satoshi Nakamoto –el seudónimo de la persona o el equipo que la creó– decidió que sea un activo deflacionario.

En diálogo con iProUP, Miguel Schweizer, cofundador de Quantia Capital, empresa de gestión de activos digitales, destaca que está aumentando la cantidad de inversores de divisas virtuales, tal como lo demuestran las métricas. 

"Tenés usuarios de todo tipo. Muchos minoristas y casos de empresas que buscan posiciones a largo plazo, pero siempre esta criptomoneda estuvo concentrada en pocas manos", señala.

Y afirma que existe "un porcentaje de direcciones que maneja una enorme cantidad de exchanges. No debe perderse de vista que las direcciones que más criptomonedas custodian son estas compañías, que lo hacen en nombre de un montón de clientes".

Schweizer subraya que si bien las personas físicas fueron quienes concentraron al comienzo gran cantidad de activos, actualmente lo hacen los fondos, empresas e instituciones. 

Michael Saylor, de Microstrategy, la compañía que más fuertemente atesora criptomonedas

"Estos grandes tenedores influyen en el mercado porque al liquidar terminan alterando el precio, como ocurrió con Tesla hace un par de semanas", completa.

Matías Bari, cofundador de la exchange SatoshiTango, describe que la compra de bitcoins realizada por Tesla involucró a pocos jugadores, quienes le vendieron a la automotriz sus tokens, pero reconoce que si bien existe más gente que apuesta por las criptomonedas, este fenómeno de acumulación "en pocas manos" sucede con muchos activos.

"Ocurre con acciones de grandes firmas que están distribuidas en partes pequeñas y de repente te encontrás con que alguien tiene el 15% de esos papeles", remarca. En cuanto al ascendente rol que pueden tener estos grandes usuarios, Bari les otorga el mote de "influencers", al destacar su importancia en el plano social más que en el comercial.

"Son evangelizadores, promueven la tecnología. En términos productivos, el que tiene esa cantidad no sale a venderlas en mesas comerciales, sino que se las cede a alguien, como ocurrió en el caso de Tesla. Elon Musk no fue a un exchange a comprar esa cantidad de bitcoin, sino que el precio saltó cuando lo informó públicamente", asegura.

Por su parte, Manuel Beaudroit, CEO de la billetera cripto Belo, destaca a iProUP que "cuando entran estos jugadores todo cambia. Es verdad que hay cierta concentración, pero como son nombres muy conocidos generan interés por parte de los consumidores finales en entrar".

El especialista destaca que "las ballenas pueden crear movimientos drásticos en el mercado, ya sea de compra o de venta. Generan situaciones instauradas artificialmente para aprovecharlas. Hoy, con la poca liquidez , su influencia es muy grande".

Ballenas de hoy y de ayer

El auge sostenido que registraron las criptomonedas en los últimos 12 meses generó que diferentes empresas y fondos pongan la mira en ellas. Y si bien por ahora son un puñado de firmas, este es un fenómeno que recién se está iniciando.

"Deben existir alrededor de 30 empresas públicas que cotizan en Nasdaq –que por regulación lo tienen que informar– que invierten en criptomonedas", destaca Schweizer. En tanto, Bari realiza una diferencia entre la naturaleza de los grandes jugadores de hace media década a los actuales.

"Es difícil que aumente el usuario tipo ballena. Pero sí puede ocurrir que instituciones o fondos lo hagan, porque hay mucho dinero en el mundo que se vuelca por lo cripto", afirma el experto.

Además, analiza que "lo que sucede con las ballenas de hoy es que son aquellos que compraron bitcoins por u$s20.000. No adquirieron una unidad, sino que transfirieron u$s10.000 millones de dólares, por ejemplo, y adquirieron miles de bitcoins juntos. Es algo que no pasa en otros rubros, en los que no se ve ese nivel de traspaso de riquezas".

Elon Musk es uno de los "influencers" que puede mover la aguja de la cotización de Bitcoin

Asimismo, el especialista de Belo destaca que el desembarco de los inversores institucionales se debe a los problemas que atraviesa la economía a nivel macro. "Está cada día peor y las firmas buscan una alternativa a los activos tradicionales", señala Beaudroit.

En la misma sintonía, Schweizer observa la política monetaria que tomó la Reserva Federal de Estados Unidos que, "con su mega emisión, generará inflación en los próximos años y Bitcoin es una cobertura contra ese riesgo del dólar porque es un bien finito".

Si bien los especialistas coinciden en que aún faltan muchas empresas y fondos por desembarcar en el mundo cripto, Beaudroit va un paso más adelante y vaticina que los próximos grandes jugadores en entrar podrían ser los propios Estados. "¿Cuánto falta para que un país comience a poner sus reservas en bitcoins? Ese será un nuevo e interesante escenario", plantea.

¿Qué riesgos supone la concentración?

Al ser consultados ante el impacto que podría tener la acumulación de bitcoins en pocas manos, el cofundador de Quantia Capital traslada la polémica al poder de cómputo de la minería, que es el único punto débil del sistema y en el cual un ataque podría propagar transacciones falsas por la red.

"Que las monedas estén concentradas no implica un riesgo más que el de liquidez, si esas personas deciden vender de golpe. Nunca está bueno que poca gente tenga la mayoría de la oferta porque eso no construye un mercado. Al momento de liquidar, no tienen a quién vender", agrega el especialista.

"La gente está entendiendo que Bitcoin es mucho más que un número en una pantalla que sube y que baja. Es una tecnología revolucionaria que tendrá usos que hoy todavía no conocemos, pero que no hay dudas de que llegó para quedarse y que la historia la pondrá a la altura de internet, la luz y la imprenta", completa Bari.

La llegada de estos grandes jugadores al mundo Bitcoin, lejos de transformarse en un problema, es un golpe de confianza hacia innovaciones en auge y una señal para el público minorista que aún la mira con recelo.

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