En la actualidad, la tendencia a reinventarse profesionalmente está en auge debido a varios factores.
La insatisfacción con el trabajo actual, el deseo de mayor control y flexibilidad, y los recientes cambios provocados por la pandemia de COVID-19 actuaron como catalizadores para que muchos consideren un cambio de carrera.
Para comenzar, tomó como referencia las siguientes cuatro tendencias detrás de este fenómeno:
Primero, la longevidad creciente extendió la vida laboral de las personas, lo que las lleva a buscar nuevos retos y mayor flexibilidad a lo largo de sus vidas.
En segundo lugar, los avances tecnológicos, especialmente en la inteligencia artificial, transforman los mercados laborales.
Estos avances crean nuevas oportunidades y eliminan otras, impulsando a muchas personas a actualizar sus habilidades y adaptarse a los cambios para evitar quedarse obsoletas.
Reinvencion más sencilla
El tercer factor es el cambio en la dinámica empresarial. Las empresas se están transformando para hacer un mejor uso de la tecnología, lo que ha provocado cambios en las plantillas y reestructuraciones.
Esto forzó a muchos a hacer transiciones profesionales involuntarias, mientras que otros aprovechan los paquetes de indemnización para explorar nuevas oportunidades.
Finalmente, se vive un cambio social en cuanto a lo que las personas buscan en sus carreras. Hoy en día, los trabajadores buscan mayor significado y propósito en su trabajo, además de equilibrio, flexibilidad y desafíos.
Este desajuste entre lo que las personas quieren y lo que sus trabajos ofrecen los motiva a buscar cambios profesionales.
Todos estos factores determinan que en el contexto social y cultural presente la reinvención profesional haya dejado de ser una excepción para convertirse en la norma.
En tiempos pasados, cambiar de carrera o redirigir nuestra trayectoria profesional podía considerarse un punto de inflexión, una decisión drástica que se tomaba en momentos específicos de nuestra vida laboral.
Hoy, sin embargo, esa actitud de reinvención debe ser constante y formar parte integral de nuestra carrera.
La adaptabilidad y la disposición a reinventarse dentro de la misma empresa se convirtio en habilidades cruciales.
Esta mentalidad no solo facilita transiciones dentro de la organización, sino que también prepara mejor a los profesionales para cambios más radicales, como cambiar de empresa o sector, o incluso emprender un nuevo camino fuera del ámbito corporativo.
Las empresas que promueven la movilidad interna y fomentan el aprendizaje continuo ven grandes beneficios.
Algunas organizaciones ya están implementando programas que permiten a sus empleados rotar por diferentes áreas, adquiriendo una amplia gama de habilidades y conocimientos.
Esta práctica no solo enriquece el currículum del profesional, sino que también valida su capacidad de adaptación. Aquellos que pueden demostrar versatilidad y un historial de aprendizaje constante son vistos como colaboradores valiosos, capaces de enfrentar y superar diversos desafíos.
El enfoque en la especialización también requiere un equilibrio cuidadoso. Ser un experto en un área es valioso y requiere tiempo y dedicación.
Sin embargo, especializarse no debe llevar al encasillamiento. La reinvención profesional busca combatir este estancamiento, fomentando un desarrollo continuo y una mayor capacidad de adaptación.
Los profesionales que solo se enfocan en un nicho específico corren el riesgo de quedar atrapados en sus roles, limitando su crecimiento y oportunidades futuras.
Además de los beneficios individuales, la reinvención profesional puede ser un factor poderoso en la retención de talento.
En el entorno competitivo actual, las empresas no solo deben ofrecer salarios atractivos, sino también un "salario emocional" que incluya oportunidades de desarrollo y crecimiento profesional.
La reinvención constante puede convertirse en un componente central de las estrategias de retención, ofreciendo a los empleados la satisfacción y el desafío que buscan en sus carreras.
En la actualidad, cambiar frecuentemente de roles ya no se ve como una señal negativa.
Al contrario, ahora se valora la versatilidad y la disposición a asumir nuevos retos. Los profesionales que muestran un historial de cambio constante no son vistos como inestables, sino como individuos inquietos y proactivos, siempre buscando mejorar y evolucionar.
*Por Juan Ignacio Serrot, Gerente General de Metrar Group