El pujante negocio del comercio electrónico sigue avanzando sin contratiempos en Chile.
Según cifras de la Cámara de Comercio de Santiago, si en 2015 las ventas a través de internet en ese país alcanzaron los u$s 2.480 millones, en el año 2018 dichas ventas ascendieron a más del doble, alcanzando los u$s 5.200 millones.
El comercio electrónico en supermercados, habría alcanzado un 4% del total de las ventas por internet en Chile, lo que equivaldría a u$s 160 millones.
¿Quiénes están detrás de estas las aplicaciones móviles? Pedidos Ya, Uber, Glovo, y Cabify son algunas de las empresas que lideran esa transformación.
Uber cuenta hoy con en Chile con 2 millones de usuarios (activos en los últimos 30 días) y más de 85.000 mil “socios conductores”. Además, es la única plataforma de movilidad con presencia en el 100% del territorio urbano nacional, operando en 26 ciudades entre Arica y Punta Arenas.
El año 2017 llegó a Chile Uber Eats, la aplicación de entrega de comida que permite conectar restaurantes, socios repartidores y usuarios. Su gerente general es Jordi Suárez.
Grace Schiodtz, gerente general de Uber Chile, aseguró que “el 90% de los socios conductores de Uber son chilenos. El 10% restante corresponde a extranjeros”.
Además, agregó que “Uber Eats, recientemente cumplió un año de funcionamiento, y actualmente está asociado con más de mil restaurantes y hemos expandido el servicio desde una zona de Santiago a casi su totalidad y cinco ciudades más”.
Otra de las aplicaciones que ha tenido un crecimiento explosivo es Pedidos Ya. Fundada por tres amigos (Rubén Sosenke, Álvaro García y Ariel Burschtin) en Uruguay, está presente en Chile desde 2013.
“En las oficinas de PedidosYa Chile trabajan más de 150 personas. En cuanto a los repartidores, solo desde octubre a diciembre del 2018 crecimos en un 300%, llegando más de 1.500 riders”, afirmó Juan Martín López, managing director de PedidosYa en Chile.
“Contamos con personas de distintas nacionalidades, en su mayoría son chilenos, luego venezolanos y colombianos”, aclaró el ejecutivo.
Al respecto, destacó que en 2018 “tuvimos un aumento de 75% en órdenes versus 2017. El principal servicio fue reparto de comida y en segundo lugar supermercados, que es parte de las nuevas verticales de negocios que instauramos, entre las que se encuentran nuevas alianzas como farmacias, minimarkets, botillerías, tiendas de mascotas, entre otros”.
Ignacio Gutiérrez, country manager de Cabify Chile aclaró que actualmente cerca de “70.000 los socios conductores se conectan a la plataforma para trabajar y generar ingresos (50.000 de Cabify y 20.000 de Easy Taxi). En Cabify Chile, el grupo mayoritario de trabajadores son chilenos pero también existen otras nacionalidades dentro del equipo de trabajo, principalmente personas de Venezuela y Colombia”.
Durante el 2018 la compañía tuvo un crecimiento del 65% en sus viajes, y su meta es duplicar ese porcentaje para este año, tanto a nivel trayectos como de facturación.
“Por otro lado, tenemos el foco puesto también en seguir posicionando fuertemente a Cabify Empresas, el servicio de transporte corporativo que a la fecha considera más de 2.500 clientes, abarcando el 55% de empresas IPSA”, subrayó el ejecutivo.
La última aplicación en arribar a Chile (noviembre de 2017) fue Glovo. La startup española cuenta con más de 30 personas dedicadas a labores en distintas áreas de gestión como marketing, operaciones y finanzas, entre otras.
Actualmente mantiene una red de 2.500 “glovers” registrados en todo el país. De ellos, el 70% son extranjeros y una gran parte de ellos son de origen venezolano.
Willem Schol, country manager Glovo en el mercado trasandino aclaró que durante 2020, “estaremos invirtiendo al menos US$25 millones en Chile”
El representante de Glovo denunció además malas prácticas en el mercado de reparto de comida preparada. “Siempre hay ingeniosos en todo el mundo, que hace que la competencia no sea leal, usando artimañas negativas en el ejercicio de competir”.
“Por ejemplo, podría decir que nosotros hemos visto como a nuestros glovers les han cambiado sus mochilas a cambio de incentivos monetarios. Nosotros no podemos obligar a nadie a usar nuestras mochilas, pero creo que es correcto que cada ‘repartidor’, use la mochila que corresponda a la marca en el turno que está realizando, de no ser así lo que ocurre es que el usuario o cliente se confunde, y esto más que afectarnos a nosotros afecta al usuario al momento de evaluar un servicio”, agregó.
Para Uber y Cabify las mayores preocupaciones del mercado en Chile están centradas en la tramitación del proyecto de ley sobre plataformas tecnológicas (Boletín 11.934).
Si bien para Schiodtz, gerente general de Uber Chile, las regulaciones generan mayor seguridad, advirtió que “nuestro modelo es diferente al de los medios de transporte convencionales; Uber es una plataforma tecnológica que requiere reglas diferentes”.
“Replicar las reglas tradicionales harán que nuestro modelo no sea conveniente. Desarrollar nuevas reglas mejorará las opciones de movilidad para los ciudadanos, abrirá nuevas oportunidades económicas para los socios conductores y fomentará los sistemas de transporte de movilidad compartida en nuestras ciudades”, sostuvo.
En Cabify, mientras tanto, añadieron: “Hemos jugado un rol propositivo, reuniéndonos con las autoridades del Ministerio de Transporte para presentar alternativas enfocada, por ejemplo, en innovar con el formato de obtención de licencia profesional, innovando con cursos e-learning, ya que el formato actual conlleva muchas horas presenciales y un costo alto de dinero. Con esta innovación los candidatos podrían realizar el mismo proceso y horas solicitadas pero a través de cursos online, economizando tiempo y recursos”.