Bitcoin (BTC) volvió a captar la atención de los mercados financieros globales este miércoles, luego de la publicación de los datos oficiales de inflación en los Estados Unidos.
Según informó el Departamento de Trabajo, el Índice de Precios al Consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) subió apenas 0,1% durante mayo, por debajo de 0,2% que esperaba el consenso de los analistas.
En términos interanuales, la inflación se situó en 2,4 %, y mostró una leve desaceleración respecto al mes anterior.
Inflación en EEUU: qué pasó con Bitcoin
El dato generó un inmediato alivio entre los inversores, quienes interpretaron que la presión inflacionaria comienza a moderarse.
Los mercados reaccionaron en consecuencia: el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense bajó, las principales bolsas operaron en terreno positivo y el dólar se debilitó frente a otras monedas.
Dentro de ese clima de mayor optimismo, los activos de riesgo fueron los más beneficiados, y BTC se ubicó en el centro de la escena.
La criptomoneda líder subió cerca de 1,3% tras la difusión del dato, y su precio se acercó nuevamente a la zona de los u$s109.000, una barrera que alcanzó semanas atrás antes de experimentar una corrección.
Este movimiento no solo responde a factores técnicos, sino también a una percepción más benigna respecto al rumbo que podría tomar la Reserva Federal (FED) en su política monetaria.
Una inflación más controlada otorga a la FED más margen para considerar un posible recorte de tasas hacia la segunda mitad del año. Aunque el organismo fue prudente en sus declaraciones recientes, los operadores descuentan cada vez más la posibilidad de una reducción del costo del dinero, algo que beneficiaría a activos como Bitcoin, que suelen mostrar sensibilidad a los cambios en las condiciones de liquidez global.
Las expectativas de menores tasas de interés suelen favorecer a los activos no tradicionales, como el oro o las criptomonedas, al reducir la rentabilidad de los instrumentos más conservadores y fomentar la búsqueda de alternativas.
En este contexto, BTC aparece nuevamente como una opción atractiva para aquellos inversores que buscan cobertura ante la incertidumbre macroeconómica o la depreciación del dólar.
Inflación en EE.UU.: qué pasó con el resto de las criptomonedas
El impulso también se reflejó en el resto del ecosistema cripto. Ethereum, la segunda criptomoneda más importante, subió 3% en las últimas 24 horas, mientras que Solana trepó 3,6 %. También se observaron movimientos positivos en otras altcoins, lo que sugiere que el mercado en su conjunto se ve alentado por el alivio inflacionario.
Desde un enfoque técnico, el nivel de los u$s110.000 se consolida como una resistencia clave para BTC. En las últimas semanas, el activo se mantuvo en un rango lateral, sin lograr romper al alza ni consolidar una caída profunda.
Este nuevo impulso puede reavivar el optimismo de los compradores, aunque la volatilidad sigue presente y las decisiones futuras de la FED serán determinantes para confirmar una nueva tendencia alcista.
La sensibilidad de Bitcoin frente a los datos económicos de los Estados Unidos se intensificó en los últimos meses. Ya no se trata solo de un activo especulativo: su cotización reacciona de forma cada vez más directa a variables macroeconómicas como la inflación, el empleo o las tasas de interés.
En este sentido, los inversores comenzaron a incorporar estos indicadores en sus estrategias, del mismo modo que lo harían con acciones o bonos tradicionales.
No obstante, algunos analistas advierten que la cautela sigue siendo necesaria. Aunque el dato de inflación de mayo fue positivo, todavía existen riesgos en el horizonte.
Las presiones sobre los precios podrían reactivarse si el mercado laboral continúa mostrando solidez o si aumentan los costos de producción. Además, hay que ver el impacto de la política arancelaria de EE.UU.
En este escenario, los próximos eventos clave serán las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), donde se definirá si efectivamente habrá un giro en la política monetaria.
También se espera la actualización del dot plot, la herramienta que utilizan los funcionarios de la FED para mostrar sus proyecciones sobre el rumbo de las tasas. Una señal más concreta de flexibilización podría dar el empujón definitivo para que Bitcoin supere sus máximos históricos.