Argentina es una verdadera startup nation, una cuna de emprendedores que, a base de esfuerzo y talento, pudieron escalar y convertirse en referentes para toda una generación, tanto a nivel local como regional.
"Constantemente vemos que se constituyen nuevos vehículos de inversión en Capital y Semilla y Emprendedor, y que hay más prestadores de servicios, como estudios de abogados y consultoras, empiezan a interesarse e involucrarse en el tema", afirma a iProUP Lorena Suárez, presidenta de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP).
Según la experta, "cuantitativamente, este panorama se ve reflejado en el hecho de que ARCAP tenía 30 miembros en 2018 y actualmente posee 57". De acuerdo con el último "Estudio de la Industria de Capital Privado, Emprendedor y Semilla en Argentina", de ARCAP y Microsoft, al que tuvo acceso iProUP, durante 2021 se registraron:
Además, el reporte indica que los verticales más invertidos en capital emprendedor fueron:
Suárez remarca que "las iniciativas que buscan los inversores son proyectos disruptivos y de base tecnológica creados por emprendedores que detectaron un problema, hicieron un diagnóstico y plantean, a través de su negocio, una solución".
"Aunque no todas las startups que reciben desembolsos son de triple impacto, en América Latina en general, y en Argentina en particular, surgen cada vez más proyectos que, más allá del retorno económico, generan retorno social o ambiental", añade.
Cada ronda de inversión está identificada por una letra del abecedario. Sebastián Stranieri, CEO de VU Security, confía a iProUP "si bien no hay reglas escritas, en general se dividen en cuánto dinero hay como límite. Además, sirven para identificar en qué momento entra cada inversor".
Es la primera ronda de inversión que recibe una startup para desarrollar un proyecto desde sus inicios. Entre sus características se destacan:
En el siguiente paso, los inversores ya buscan un mayor retorno para el capital aportado. Se identifica por:
En esta instancia se apunta a aumentar el valor de la empresa, desarrollar el producto o servicio y obtener más ingresos. Se caracteriza por:
Para concluir con las rondas más "tradicionales", en la Serie C la inyección es aún más alta y tiene como objetivo:
En este momento, la startup ya es una empresa completamente madura.
Desde Endeavor señalan a iProUP que "en la medida que la empresa crece y continúa levantando capital para financiarse, las rondas siguen en aumento. Para las series D-Z, el capital invertido perseguirá objetivos cada vez más ambiciosos que sigan el nivel de escala del negocio. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, salir a la bolsa".
Los expertos recomiendan enfocarse en resultados y no pedir una ronda si no se necesita. Con estos puntos en consideración, Stranieri deja "tres tips" para aquellos que están en este rumbo:
"Ser emprendedor es nunca bajar los brazos ni dejar de intentarlo. Con una buena idea, un buen equipo y muchísimo trabajo se pueden lograr grandes cosas", señala a iProUP Martel Steward, cofundador de la billetera argentina Lemon, que obtuvo la ronda serie A más alta de la historia en la región (u$s16,3 millones).
Hasta 2017, en Latinoamérica sólo había dos "unicornios", es decir, empresas con una valuación superior a los u$s1.000 M. Ambas nacidas en Argentina: Mercado Libre y Despegar. Cinco años más tarde, 47 compañías llegaron a esa meta y un cuarto fueron creadas por emprendedores albicelestes:
Nicolás Zamudio, especialista fintech y fundador y CFO de Remitee, empresa que el año pasado ganó el premio Acelerar España y sueña con futuro de unicornio, revela a iProUP los aspectos que debe cumplir una empresa que aspire al título:
Luis Bermejo, founder & Managing Partner de Alaya Capital, asegura a iProUP que los últimos dos años han sido increíbles para las startups, motorizadas por dos cuestiones fundamentales:
Esto explica cómo muchos emprendimientos han crecido y cerrado nuevas rondas, logrando valuaciones mayores a u$s1.000 M. "Desde mi punto de vista, alcanzar el estatus de unicornio es sólo un hito en la carrera de la startup para cumplir su sueño de solucionar un problema global. Lo importante es la validación del modelo de negocios y la escala que toma luego de ese logro", asegura.
Por otro lado, contar con estos "gigantes" es sumamente importante por tres motivos que resaltan los expertos:
La situación económica argentina es otro condimento. Si bien el clima inversor no es el ideal por la inestabilidad y falta de reglas de juego que den previsibilidad, también permiten crear productos "todo terreno" que pueden exportarse fácilmente a mercados más amigables.
"Juega a favor que este sector es más resiliente al contexto: las startups que solucionan problemas globales sobrellevan mejor inconvenientes estructurales de su país de origen", dice Bermejo.
Por otro lado, Argentina cuenta con una excelente red de emprendedores, mentores, fondos de inversión y aceleradoras para acompañar al talento humano en los primeros pasos de creación de un producto o compañía.
"El desafío es que podamos capitalizar el crecimiento manteniendo condiciones para operar desde Argentina al mundo y evitar la emigración de las firmas más innovadoras", señala Bermejo.
La política agresiva de suba de tasas de la Reserva Federal de EEUU cambió todo el panorama: los fondos buscan menos inversiones de riesgo y se inclinan por las opciones más conservadoras, como los bonos del tesoro estadounidense.
Serán tiempos de "vivir con lo nuestro" para las startups locales lo cual no será un impedimento: la resiliencia y preparación ante los embates económicos es parte del manual del emprendedor argentino.