El presidente "pro cripto" Donald Trump ya confirmó días atrás que firmó una orden la cual está destinada a impulsar al sector de los activos digitales.
En este sentido, los inversores y el ecosistema cripto en general están muy entusiasmados, ya que consideran que la agenda presidencial estadounidense tiene como foco el inicio del camino hacia una regulación de la industria.
Con este panorama, queda claro que Estados Unidos pretende convertirse en un eje pro cripto frente al resto de los países. Empresas como Coinbase o Solana tienen grandes chances de crecer debido a su origen estadounidense.
¿Estados Unidos pudo ser potencia cripto pero no quiso?
Iván Bolé, abogado fintech y especialista en criptomonedas, sostiene que la idea de EE.UU. como mega potencia dentro del sector ya ocurrió hace no tanto tiempo.
"Cuando Bitcoin y Ethereum dejaron de ser proyectos experimentales y empezaron a proliferar las L2, otras blockchain, los proyectos Web3 y DeFi, se pensaba que EE.UU. iba a tener un rol central, un liderazgo como país en todos estos temas", expresa Bolé a iProUP.
"No nos olvidemos de que tuvimos en primera plana a FTX, Solana y tantos proyectos como BlockFi, Celsius y el propio Coinbase", añade el abogado.
Con el tiempo, las regulaciones y la gestión de Gary Gensler (ex presidente de la SEC), según explica el especialista, esta idea no logró prosperar en ese momento.
Bolé recuerda que EE.UU. estuvo cerca de una declaración de guerra regulatoria al ecosistema cripto, particularmente a Binance. Además, subraya que existió el juicio al exchange XRP.
Sin embargo, el especialista menciona otros guiños favorables, como la aprobación de los ETF y cómo BlackRock lanzó exitosamente su fondo cotizado en bolsa, seguido por otra docena de emisores similares.
"Era muy claro el mensaje: el gobierno de Estados Unidos sí pensó en favorecer al mercado de las criptomonedas, siempre y cuando este sea nacional", analiza el abogado.
¿Qué pasará con Estados Unidos y las criptomonedas en la era Trump?
Con la reciente llegada de Trump, Bolé explica que se produce una paradoja. Por un lado, hay una sensación de "nueva era", donde todo será pro cripto, Bitcoin podría cumplir un rol importante y se espera que haya innovación financiera sin trabas regulatorias innecesarias.
"Por otro lado, todo sigue el camino ya trazado, pero solo se van a beneficiar los proyectos locales. La administración Trump tiene una clara inclinación por todo lo ‘americano’, y el mercado está leyendo entre líneas que EE.UU. será pro cripto, pero solo en el ámbito nacional", enfatiza.
"En este contexto, pensamos que la delantera la tendrán Solana, HBAR, Coinbase, Circle (USDC) como nombres grandes, y en menor medida XRP y ADA. Pero, sobre todo, los proyectos que se construyan en Solana y los criptoemprendimientos nacionales", añade Bolé.
No obstante, el especialista considera que, aunque este giro esté orientado a la industria nacional estadounidense, este camino será positivo porque traerá al ecosistema mayor adopción, innovación y divulgación.
"Por eso yo no hablaría de ‘perdedores’, sino de proyectos que tendrán la delantera (los nacionales americanos) y otros que, igualmente, por efecto derrame, se verán beneficiados", destaca.
Por último, el abogado duda enormemente de que el mercado se vaya a volcar masivamente al exchange Coinbase o a tradear principalmente con USDC. Sin embargo, para él, un proyecto más universal y abierto como la blockchain de Solana parece tener mucho potencial en este contexto.
Según Bolé, es fundamental entender que la industria cripto es hiperdinámica, en un mundo financiero que opera las 24 horas los 365 días del año, potenciado por bots, algoritmos y, ahora, inteligencia artificial. "Un mes en esta época equivale a meses o años de las anteriores", señala.
"El mercado se da vuelta un fin de semana, con una noticia como la de DeepSeek. Por lo tanto hay que seguir todo de cerca y no dar nada por sentado, excepto que Bitcoin, es una verdadera genialidad", Concluye Bolé.