Fueron muchas las empresas argentinas que surgieron en 2020, en pleno auge de la pandemia de coronavirus COVID-19 y debido a esta, aprovechando al máximo las herramientas digitales que ofrece la tecnología, desde los pagos digitales hasta los códigos QR.
Una de las tantas, y en linea con esto último, fue StoryDots, un emprendimiento que busca sumar una experiencia digital al envío de regalos entre personas y brindarle a las tiendas la posibilidad de hacerlos de manera personalizada.
Sus fundadores, Pablo Wolfus y Leonel Gierberg se conocieron en un café de networking, interactuando con otros emprendedores. Una vez entrados en contacto, complementaron su experiencia en management e IT, para tiempo después formar juntos su propia startup.
La idea principal del emprendimiento fue replicar la experiencia de compra de los negocios presenciales, los cuales envuelven el presente, cosa que durante el aislamiento se dificultó para los mismos. En este caso, el valor agregado fue sumarle además la opción de que el comprador envíe un saludo virtual con el regalo.
El concepto surgió a partir de una experiencia vivida por Gierberg. "Antes de ir al encuentro de emprendedores, yo había buscado una tarjeta para un regalo, recorrí shoppings y no tuve éxito, terminé usando una hoja impresa que era cualquier cosa, porque no tenía otra opción", relató el contador a El Cronista, quien en aquel momento llevaba adelante una tienda de zapatos online.
"Aproveché que Pablo era del palo TIC, le conté esta problemática y pensé qué bueno que sería si se virtualizara eso, con la tecnología que hoy tenemos disponible", agregó.
Wolfus, por su parte, oyó la iniciativa y pensó que crear una función para grabar un saludo virtual para una tarjeta era algo simple. En cambio, el apoyo a su ahora socio vino por otro lado. "Me gustó mucho su actitud, era una persona emprendedora, que cumplía con los requisitos que yo esperaba: ser creativo y resiliente. Suelo tener ideas pero siempre me falta el tiempo de ejecución, está bueno contar con alguien con empuje y que sienta las mismas ganas", recordó el ingeniero en informática y dueño de una software factory.
Los fundadores de StoryDots dieron marcha a su proyecto con la modalidad de innovación digital de bootstrapping: "Gran parte de ese primer app lo hice yo, lo codeé en un momento en que tenía ganas de distraerme, hacía años que no desarrollaba y es algo que disfruto, así que aproveché para jugar un rato", destacó el ingeniero.
Entonces, una vez lanzados al mercado, emplearon metodologías ágiles para su trabajo: "Todo el tiempo hacemos pequeñas iteraciones, no suponemos nada ni hacemos de más, sino que vamos por modificaciones, las probamos en el mercado, vemos qué devoluciones obtenemos, volvemos a probar y así sucesivamente", mencionó Gierberg.
Así, de acuerdo a los emprendedores, se optimizan recursos, al comenzar con bajos costos hasta que el producto responda a lo que el mercado impone: "Construimos sobre lo validado, al principio las tarjetas las hacíamos a demanda, Leo mandaba mensajes por WhatsApp a mano, e incluso lo seguimos haciendo cuando tenemos una idea que puede funcionar solo con algunos usuarios, la medimos, la ajustamos y recién cuando creemos que está, la desarrollamos e implementamos", destaca Wolfus.
Más de un año despúes de su creación, StoryDots cuenta con un equipo de trabajo consolidado, conformado por nueve profesionales. Aún así, la modalidad sigue siendo la misma: "Creemos que malgastar dos semanas con nuestro equipo en hacer algo que podría evitarse porque tiene un mal contacto con el público, no sirve", expresó Gierberg.
Con su objetivo de emisión de tarjetas virtuales listo, Gierberg y Wolfus emplearon distintos modelos bajo el respectivo código QR, con instrucciones para que el usuario supiera cómo grabar el mensaje a su agasajado, y como el receptor debía abrirlo. Sin embargo, el advenimiento de la pandemia produjo el cierre de todas las tiendas físicas.
"La idea mutó por completo a lo digital. Nos unimos con diez negocios amigos, enviamos unas planchas con los QR por mail, ellos las imprimieron y esos links los enviaron por WhatsApp a cada cliente, con el QR linkeado", recordó Gierberg. De esta manera, la persona podía digitalizar ese saludo que habían originalmente pensado que fuera de forma física.
Una de las sorpresas más gratas para la firma fue cuando una panadería vendió decenas de saludos virtuales en un mismo mes. Esos aciertos permitió a los socios pensar en integrarse a carritos de tiendas en linea. En agosto de 2020 hicieron el primer plug in a Tiendanube. Hoy, ya cuentan con 400 tiendas en la plataforma que ofrecen StoryDots.
"Todo lo que mandábamos con el mensaje de WhatsApp, se automatizó", sintetizó Gierberg a El Cronista. A su vez, resaltó que se encuentran rankeados en primer lugar entre las integraciones de Tiendanube. Además, durante la pandemia fueron seleccionados por Amazon para obtener créditos para el uso de la aplicación, y en este 2021 fueron distinguidos por Google for Startups.