La imaginación para encontrar nuevas oportunidades de generar ingresos se dispara y últimamente cada vez son más los que se animan al minado casero de criptomonedas. Sin embargo, surgen algunos interrogantes, como la inversión necesaria, tiempo de recupero y riesgos.

"¿Puedo minar divisas virtuales desde casa? Esta es una de las preguntas más frecuentes en relación con el mundo de los criptoactivos", afirma a iProUP Edwin Orrico, socio de PwC Venezuela y líder de los servicios de Tecnología, Ciberseguridad, Privacidad y Servicios Forenses.

En este sentido, añade que "la respuesta corta a esta interrogante es 'Sí', pues el proceso consiste en la resolución de algoritmos que pueden ser calculados por cualquier computadora", pero aclara que esto "no significa que sea conveniente ni rentable".

 

Qué es minería de criptomonedas

El especialista Víctor Castillejo señala a iProUP que la minería "es el proceso mediante el cual se registran transacciones en una blockchain o cadena de bloques. Este término fue elegido como analogía a la minería de metales preciosos".

"Es decir, una vez que estos son extraídos del suelo y empiezan a circular en el comercio entonces tendrán un valor. De manera similar, se podría decir que a través de la 'minería' se podrían extraer criptomonedas nuevas que a su vez empezarán a circular y tendrán valor", completa.

Sin embargo, el experto remarca que la actividad no cumple solamente un propósito extractivista o creacionista. "También permite otras cosas muy importantes en las redes descentralizadas, como el registro de las transacciones y también la posibilidad de votar modificaciones a la red".

"Por lo tanto, la respuesta a las preguntas sobre 'cuánto sale entrar' y 'qué se puede ganar' es bastante más compleja que un mero número", indica.

Cómo se minan criptomonedas

Existen distintas formas de "minar" criptoactivos, conocidos como "mecanismos de consenso": procesos mediante los cuales los distintos participantes de la red que registran transacciones (mineros) se ponen de acuerdo para considerar un "bloque" determinado como válido.

¿Cómo se llega a este acuerdo? "La respuesta corta es: 'A través de una competencia'. Básicamente, consiste en quién descubre antes la respuesta a un rompecabezas matemático. El primero que lo consiga tendrá derecho a ser el primero en registrar ese bloque y será recompensado con monedas nuevas", explica Castillejo.

Dependiendo del mecanismo de consenso, la competencia cambia. El experto remarca que existen dos métodos:

La red de Ethereum, que inicialmente funcionaba mediante prueba de trabajo, se encuentra migrando hacia uno de prueba de participación.

"La diferencia principal es que la llamada prueba de participación no necesita de capacidad computacional. Esto hace que sea mucho más económico en términos de recursos necesarios para participar como validador", afirma Castillejo.

El minado es una actividad que no siempre es rentable: depende de los vaivenes de la cotización

Entonces, ¿se puede minar desde casa? Para Castillejo, "la respuesta es: 'Depende'. Para saber cuáles son los elementos que nos permitirían determinar si es posible, lo primero que hay que preguntarse es cuál es el protocolo de consenso que utiliza el criptoactivo que queremos minar".

"Si la moneda usa 'prueba de participación', la respuesta es un indudable sí. Lo único que se tendría que hacer es obtener el criptoactivo determinado en la cantidad exigida por el protocolo para actuar como validador de las transacciones, completa Castillejo.

Pero el experto remarca que si la divisa usa prueba de trabajo, "la respuesta dependerá, básicamente, de si se posee un porcentaje relevante de la capacidad de hash para tener una probabilidad lo suficientemente alta a fin de obtener una recompensa que cubra gastos iniciales y recurrentes".

Cuáles son los costos

Los elementos que se deberían tener en consideración para calcular si es rentable minar un criptoactivo que use prueba de trabajo son los siguientes, según Castillejo:

"Para minar criptoactivos que utilicen prueba de trabajo se necesita prever bastantes cosas para realizar esta actividad de la manera más eficiente posible. Hoy es difícil pensar que una persona pueda minar desde su casa de una manera eficiente y sostenible en el tiempo", asegura Castillejo, ya que los recursos necesarios son muy altos.

Solo como referencia, el hardware especializado (llamado ASIC) requerido para minar Bitcoin cuesta entre u$s6.000 y u$s10.000. A esto deberá sumarse el costo de electricidad, ya que insume bastante energía, y del resto de los elementos.

Por otro lado, la recompensa es incierta y dependerá del precio del criptoactivo, y la posibilidad de obtenerla, a su vez, dependerá del hashrate de las máquinas que se usen.

¿Existen mecanismos más económicos?

Existen protocolos de minado que permiten utilizar GPU, como se denominan a las placas de video para videojuegos, que son bastante más económicas y eficientes para minar ciertas monedas, como Ethereum. 

Según Castillejo, "lo que se gane con una 'granja' casera dependerá de muchísimas variables: pueden ser apenas algunos centavos o miles de dólares al mes", señala Castillejo.

"Esta actividad, a diferencia de sus comienzos, cuando no estaba profesionalizada, es sumamente compleja y cualquiera que tenga interés en ejercerla deberá tomarse el tiempo suficiente para entender todas estas variables y tantas otras a fin de asegurarse de que le será rentable", enfatiza el experto.

La carrera por minar es mundial: se compite con granjas de servidores de todo el planeta

Por esta razón, y para beneficiarse de las economías de escala, Castillejo afirma que "existen 'pools de minería', empresas que toman los fondos de inversores minoristas y se hacen cargo de controlar todas estas variables a cambio de una comisión".

"No obstante, es necesario considerar que algunos suelen ser esquemas piramidales con el propósito de estafar a los inversores", advierte Castillejo, quien recomienda asesorarse con expertos antes de ingresar en un pool.

Orrico señala que "los algoritmos de minería de las principales criptomonedas fueron diseñados para ser 'ineficientes' y ajustar su dificultad a las capacidades de cómputo aportadas por los mineros.

"Esta 'ineficiencia' eleva el uso del procesador del equipo e impacta directamente en el consumo eléctrico. Podríamos decir que es la inversión que debemos hacer para participar en el proceso", advierte. Como este se requiere fuerte poder de hash, califica como "no razonable" usar un celular un notebook, pues "la capacidad y vida útil se verán afectadas".

Cómo calcular costo-beneficio

Según Orrico, "la masificación de equipamiento y la creación de grandes granjas de minería en todo el mundo subieron exigencias, haciendo que minar de casa sea cada vez menos rentable". Por ello recomienda los siguientes puntos antes de empezar:

El minado casero en números

Según Orrico, quien desee minar Bitcoin deberá adquirir un equipo ASIC, cuyo valor usado cuesta entre u$s375 y u$s1.250 y ofrece un hashrate estimado de 13.5TH/s.

Al precio actual de Bitcoin (u$s50.000 al cierre de esta edición), el equipo generaría ingresos brutos por u$s150 al mes, con un consumo eléctrico de 1.500W cuyo costo mensual ronda los u$s100.

Con este ejemplo simplificado, se generaría un ingreso neto de u$s42 mensuales, sin considerar otros costos como aire acondicionado, mantenimiento, comisiones e impuestos. Y sin mencionar que el precio del Bitcoin es volátil y una baja puede traducirse en pérdidas.

"La minería se está volviendo cada día más un negocio de commodity, en el que volumen, valor de mercado y apropiada gestión de los costos es muy importante", subraya Orrico.

Por su parte, el economista Pablo Rutigliano asegura a iProUP que "la competencia entre los mineros hoy es feroz", por lo tanto, "el tiempo para dar vuelta la curva de la inversión y empezar a tener beneficios es de 24 meses como mínimo".

"Esto se conjuga con el riesgo inherente a la cotización de criptomonedas para convertir a la actividad de minado en algo muy riesgoso", apunta. "La promesa de ganancias súbitas y negocios de emprendimiento sencillo ya no es el mismo de aquel que se observaba en los inicios del Bitcoin y Ethereum", cierra Orrico.

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