En 2008, casi en silencio, un hasta ahora desconocido Satoshi Nakamoto publicó el whitepaper de Bitcoin que iniciaba la era de las criptomonedas y  proponía "un sistema de dinero electrónico persona a persona" que revolucionaba todo lo conocido: no requería de ninguna empresa o autoridad que gobernara la plataforma.

De este modo, la "confianza" de la divisa no estaría a cargo de un Estado emisor o compañías procesadoras de pago, sino en los propios individuos, la blockchain, el consenso del ecosistema y el robusto esquema criptográfico que permitía las transacciones.

Así, aparecieron otras monedas de esta "primera generación", como Monero y Litecoin. Pero en 2014 se creó Ethereum y dio inicio a la segunda: puso el foco no sólo en las transacciones, sino en la posibildiad de generar contratos inteligentes dentro de la cadena de bloques.

Es decir, programas que ejecutan acciones de manera automática ante cierto sucesos, como depósitos, transferencias, inversiones, distribución de ganancias, etcétera. Sin embargo, tanto Bitcoin como Ethereum presentan problemas para ciertos casos de uso que, hasta el momento, no se han podido solucionar.

Y nacieron las  redes de "tercera generación" que buscan resolver principalmente las siguientes cuestiones:

Una de estas redes de tercera generación es Polkadot, creada por un grupo de expertos entre los que se encuentra Gavin Wood, también cofundador de Ethereum. 

El analista económico Damián Di Pace analiza en el siguiente video las características de esta moneda, cuyo valor avanzó 500% en apenas cuatro meses:

Ventajas

El inconveniente más grande de las monedas de primera y segunda generación está en sus limitaciones de interoperabilidad.

"Esto se debe a que las blockchain actuales son muy buenas guardando y ejecutando operaciones de manera segura dentro de sus redes, pero no son tan eficientes a la hora de comunicarse con otras redes sin tener que confiar en un intermediario", explica a iProUP Héctor Bulgarini, Software Developer Consultant en Parity Technology Bridges Team y Polkadot Ambassador.

"Hoy tener una blockchain sin la capacidad de comunicación es equivalente a tener distintas internets esparcidas por todo el mundo sin conectividad entre sí", agrega el experto.

Y esta misma problemática fue vista por quienes acabarían por crear Polkadot el año pasado, diseñada por Gavin Wood, Robert Habermeier y Peter Czaban.

Con esta motivación nació Polkadot, considerada por muchos especialistas del mundo cripto como una nueva generación, la 3.0, gracias a su capacidad para aceptar más de 160.000 transacciones por segundo y que funciona como puente entre otras redes (como Bitcoin y Ethereum).

Su token, DOT, también proporciona funciones de gobernanza que le permite a los holders ejercer control sobre la red y votar por propuestas de cambios en los protocolos, explica Bulgarini, quien agrega que de esta manera los desarrolladores captan la atención de los inversores. Además esta red descentralizada es el escenario para dos grandes organizaciones: Parity Technologies y Web3 Foundation.

Cabe destacar que la criptomoneda de Polkadot se encuentra en el Top Ten de las que mayor capitalización de mercado tienen (ocupa el noveno puesto), su valor ronda los u$s45, lo que supone un crecimiento de 10 veces con respecto a los 4,4 dólares que costaba hace un año.

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