Luego de tres años, las criptomonedas vuelven a resultar muy atractivas para los inversores y el mercado las tiene en lo alto. Con un primer gran salto en 2017, estos activos se mantuvieron planchados hasta la llegada de la pandemia de coronavirus COVID-19 el año pasado.

Y desde que comenzó el 2021, el valor del Bitcoin se duplicó, y el del Ether (Ethereum) se triplicó. Este miércoles 14 de abril, el precio del Bitcoin registró su récord histórico de u$s64.863 por unidad.

¿Qué es lo que cambio en este periodo respecto a la euforia de 2017? Varios especialistas destacan un punto por sobre otros: el enfoque de los inversores.

"Los inversores han empezado a entender las capacidades y la tecnología 'blockchain' y, gradualmente, se están adentrando en las honduras de otras criptomonedas de un modo justificado, buscando oportunidades para sacar beneficio", remarcó Rustam Botashov, el columnista de Forbes y socio de la empresa de productos financieros digitales HASH CIB.

Otras criptos

El valor de Binance Coin, un token perteneciente al exchange Binance, se disparó casi en 15 veces en lo que va de 2021, y rebasó los u$s85.000 millones de capitalización de la plataforma.

Otra moneda alternativa y de las más novedosas del mercado, Polkadot, un proyecto diseñado para facilitar la interoperabilidad de amplia gama de las plataformas, vio cómo su capitalización se revalorizaba en hasta 6 veces, hasta los u$s40.000 millones de dólares, en el mismo período.

Por su parte, el valor del servicio descentralizado de criptoactivos Uniswap creció casi 7 veces.

Las altcoins no se quedan atras de la subida de Bitcoin

Sin embargo, es probable que en algún momento se produzca una corrección de las tasas de estas criptomonedas en el futuro.

Aunque muchos expertos sugieren que la situación actual en el mercado es sustancialmente diferente de la de 2017, cuando el valor de estos activos digitales creció repentinamente antes de desplomarse y permanecer profundo por más de dos años.

Primer boom cripto: 2017

La euforia sobre el nuevo dinero, y la innovadora tecnología 'blockchain' que llegó como un sistema para las finanzas del futuro y despojada de intermediarios, como bancos y sistemas de pago, comenzó a dominar el mercado en 2017. Por aquel entonces, para atraer a inversores bastaba añadir al nombre de la firma la palabra "blockchain".

Mientras los inversores tradicionales se volcaron a comprar acciones de este tipo de compañías aprovechando el 'boom' de las criptomonedas y no dejar pasar el tren, otros hubieran deseado haberlo hecho. Y es que el volumen de inversiones atraídas en las renombradas ofertas iniciales de monedas superó los u$s5.400 millones en 2017, año en que el valor del bitcóin aumentó en unas 20 veces.

"Sin embargo, parecía aparente que las tecnologías 'blockchain' todavía no habían logrado un nivel de eficacia lo suficientemente alto como para sustituir a las soluciones centralizadas tradicionales", detalló Botashov. Por ese motivo, entre varios otros, el ecosistema se desplomó en 2018 y se mantendría en lo profundo por un tiempo.

Puntapie para las DeFi

De acuerdo al experto, lo sucedido en 2017 puede describirse como una "'burbuja el crecimiento explosivo de las criptomonedas', aunque, por el contrario, no se puede calificar así a las tecnologías blockchain".

Y es que la demanda de servicios y aplicaciones descentralizados es cada vez mayor, así como la creciente interacción del mundo tradicional y el descentralizado. La aceptación de bitcoins para pagar por bienes y servicios sigue expandiéndose y ya sedujó a grandes players institucionales como PayPal, Tesla, Mastercard y Visa.

La demanda de servicios y aplicaciones descentralizados es cada vez mayor

"El sector DeFi (finanzas descentralizadas) es el que muestra el desarrollo más activo", indicó Botashov. En términos generales, DeFi es un ambicioso intento de descentralizar los principales casos de uso financiero tradicionales como el comercio, los préstamos, la inversión, la gestión de la riqueza, los pagos y los seguros en la cadena de bloques, al conectar personas a través de contratos inteligentes. DeFi se basa en aplicaciones descentralizadas (dApps) o protocolos.

El volumen de transacciones en este sector creció de los u$s753 millones a los u$s53.500 millones en un año. Según el analista, los próximos rubros en sumarse serían lejos los de seguros y juegos de azar.

Botashov puntualizó que, a comparación de 2017, "el actual y creciente interés en los criptoactivos es menos especulativo y más sensato" y se apoya en "el desarrollo de tecnologías blockchain y la naciente demanda de sus productos".

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