Bitcoins y tulipanes. ¿Qué tienen en común la criptomoneda y esta famosa flor? La burbuja financiera, que se traduce en una escalada anormal e incontrolada en el valor de un activo o producto, fruto de la especulación, como principal motivo.
El término "burbuja" se utilizó por primera vez para describir la crisis que provocaron los tulipanes en 1634 en los Países Bajos, que por aquellos años era una de las potencias mundiales y su economía estaba extraordinariamente desarrollada.
"En las burbujas financieras se producen escaladas de precios que concluyen en caídas estrepitosas, pero una de sus características reside en que antes de caer, la valuación de los activos no tiene ningún tipo de correlación con el valor intrínseco de los mismos", explica a iProUP Andrés Burecovics, abogado especialista en Derecho Interjurisdiccional y exportación de servicios.
Por eso, muchos economistas ven cierto paralelismo con Bitcoin, ya que su valuación parece independiente de otros activos y sus precios fluctúan sin descanso en base a la oferta y la demanda. No sólo eso: su cotización influye en el resto de las criptomonedas, especialmente Ethereum, la segunda de mayor capitalización del mercado. Y produce un efecto en cadena.
Desde hace varias semanas, el precio del Bitcoin ha sido una auténtica montaña rusa, con rápidas subidas, vertiginosas bajadas y giros inesperados. En esta semana la cotización de la criptomoneda estuvo a punto de formar la ‘cruz de la muerte’, un gráfico que podría anticipar una fuerte caída en su valor.
A mediados de marzo de 2020, el precio del Bitcoin (BTC) rondaba los 5.000 dólares y para diciembre ya estaba en 19.000 dólares. El 7 de enero de 2021, la criptomoneda alcanzó los 42.000 dólares por unidad, lo que supone un aumento superior al 800% en solo diez meses.
Sólo tres días después, el 11 de enero, el BTC cayó ligeramente por debajo de los 30.000 dólares, una pérdida cercana al 20%. Desde entonces, su precio ha fluctuado entre los 31.000 y los 35.000 dólares, con picos de hasta 39.000, pero no más.
Estas fluctuaciones se reflejan en las gráficas de la criptomoneda, cuyas líneas estuvieron cerca de formar una figura conocida por presagiar próximas devaluaciones.
Se trata de un patrón técnico que consiste en la intersección de dos líneas, una formada por el precio promedio móvil de 50 días y la otra, por el de 200 días. Los analistas consideran este gráfico un indicador de que se avecina una fuerte caída.
Por ejemplo, la ‘cruz de la muerte’ se observó al inicio de las crisis bursátiles de 1929, 1938, 1974 y 2008, indica Investopedia.
Las variaciones del Bitcoin dieron pie a que casi se formara una ‘cruz de la muerte’ en sus gráficas. Esto porque el promedio móvil de 50 días del BTC cayó de 37.616 a 33.342 dólares, mientras que el de 200 días creció de 28.647 a 33.218 dólares.
La ‘cruz de las muerte’ es un mal signo, sí, pero no forzosamente indica una depreciación significativa y constante a largo plazo. De hecho, el Bitcoin experimentó este fenómeno en agosto de 2020 y tardó casi 2 meses en recuperarse.
"La última cruz de la muerte no fue el fin del mundo, pero provocó un retroceso del 15%. [El Bitcoin] tardó 50 días en recuperar su precio. Desde el nivel actual […], un retroceso del 15 % pondría al Bitcoin en alrededor de 28.000 dólares", comentaron expertos de la empresa TradingShot citados por el portal Bitcoinist.
Mientras continúa la pandemia global de coronavirus COVID-19, el Bitcoin (BTC) consiguió un considerable repunte luego de la venta masiva de los últimos días y, su cotización vuelve a moverse en torno a los 33.100 dólares.
De todas formas, la principal criptomoneda por excelencia sufrió un retroceso aproximado de 27% respecto a su pico histórico del 8 de enero, cuando llegó a valer más de u$s41.000.
¿De que se trata esta tendencia al alza en pleno retroceso? Scott Minerd, director de inversiones del banco de inversión Guggenheim remarcó que "en este momento, la realidad de la demanda institucional que justificaría un precio de u$s35.000 o incluso un precio de u$s30.000 simplemente no existe".
Además, Minerd precisó que los inversores de dinero inteligente no son escépticos en torno a las criptomonedas, aunque es probable que no esté teniendo en cuenta el nuevo "dinero joven" emergente.
Con la vista puesta en Bitcoin, varios analistas apuntan que la criptodivisa podría tocar los u$s50.000 en cualquier momento.
Esta semana, la financiera JP Morgan ajustó sus predicciones para el Bitcoin y ahora dudan que vuelva a superar los 40.000 dólares, por dos factores. El primero es la posibilidad de que los inversores retiren sus ganancias, previendo una caída. El segundo son los llamados ‘hodlers’, que están sacando bitcoins del mercado para acumularlos, impidiendo que otros inversores los compren e inyecten capital a la criptomoneda.
Si las proyecciones de JP Morgan se cumplen y el BTC no regresa a su máximo histórico, tampoco caerá demasiado, según especialistas.
Konstantin Anissimov, director ejecutivo del operador de cambio de criptomonedas CEX.IO, considera que la demanda de los inversionistas a largo plazo evitará que el Bitcoin caiga por debajo de los 31.500 dólares, según declaraciones recogidas por el portal RT.
El experto incluso se aventura a predecir, no solo la recuperación del BTC, sino otra alza en su precio este 2021, indicó Yahoo Finanzas.
"La demanda está creciendo, mientras que la tasa de producción de la moneda es bastante baja, lo que podría hacer que la moneda suba a 50.000 dólares para finales del primer trimestre de este año", predijo Anissimov.