Will Bloom ("florecerá" en español) es una óptica digital que sigue el modelo de la tendencia de otros países como EE.UU. y que, coincidentemente, se lanzó un mes antes del estallido social y ad portas de la pandemia mundial. Un caldo de cultivo perfecto para un negocio que trata de reemplazar lo físico por lo virtual.

"Desde niño tuve una vocación muy fuerte por el emprendimiento. Siempre buscando el impacto social y económico y preguntándome cuál era la mejor herramienta de aprendizaje para cuando llegara ese día", recuerda Pelayo Correa, su creador.

"Estaba entusiasmado con la forma directa que se puede llegar a los clientes en el mundo digital. Sin necesidad de pasar por distribuidores o multitiendas. Lo que claramente se puede traducir en precio", comenta Pelayo, y agrega: "Sabía que si me lanzaba a un emprendimiento tenía que dedicarme 100% a eso".

Pelayo Correa, creador de la startup, en uno de sus locales

En marzo de 2019 se metió de lleno a investigar cuál era la mejor opción y en septiembre de ese mismo año, se lanzó oficialmente Will Bloom.

Su negocio logra reducir los tres pasos que implica el servicio tradicional a solo uno: prueba de lentes virtualmente, despacho gratis a todo Chile y el oftalmólogo está incluido en el precio de los anteojos en caso de que se necesite. Para esto último tienen tiendas físicas, aunque, claro, el cliente también puede entregar la receta de su propio oftalmólogo.

Uno de los elementos diferenciadores de Will Bloom dentro de su modelo D2C (direct to consumer) es la prueba digital de lentes a través de Instagram, donde el usuario puede elegir el marco que quiere. Una vez que le llegan los lentes a la casa, el cliente tiene 30 días para devolverlo "sin preguntas", como dice Pelayo. Y otro elemento clave es el "propósito" de la empresa, que es mejorar la salud visual. Por eso, el 1% de sus ventas netas lo donan a personas con poco acceso a mejorar su vista.

Ha sido tan rápido el crecimiento que hoy están vendiendo 9 veces en comparación a marzo de este año, con cerca de 1.000 lentes mensuales. En abril lograron el punto de equilibrio y proyectan cerrar el año con una facturación cercana al millón de dólares. "Claramente, el confinamiento fue clave para nosotros". El gran desafío de esta empresa es tener el 4% del mercado al 2024, con una facturación de unos u$s 14 millones, indicó La Tercera.

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