La conducción autónoma y otros nuevos modos de transporte son megatendencias tecnológicas clave en la industria de la movilidad. Esto requiere que el entorno construido se adapte a estas últimas tendencias a medida que dan forma al futuro de la conducción.

Desde hace pocos años, las principales automotrices del mundo se encuentran desarrollando innovadores vehículos de manejo automático para circular en carretera. Sin embargo, y a medida que avanza la tecnología en el sector, estas máquinas van tomando nuevos usos.

Por ejemplo, en la Formúla 1. Y es que acaba de llevarse a cabo el evento Indy Autonomous Challenge en Indianapolis, Estados Unidos, en el cual vehículos de carrera de conducción 100% autónoma compitieron por un premio de u$s1 millón. Se trató de la primer carrera de vehículos autónomos capaces de correr a más de 300 kilómetros por hora.

El premio se lo llevó el equipo de la Universidad Técnica de Múnich, cuyo coche llegó a una velocidad promedio de 218 km/h (135 mph) a lo largo de las seis vueltas del recorrido alrededor del Indianapolis Motor Speedway.

El premio lo llevó el equipo de la Universidad Técnica de Múnich, cuyo coche llegó a una velocidad promedio de 218 km/h (135 mph) a lo largo de las seis vueltas

En segundo puesto llegó el vehículo del equipo EuroRacing, que si bien alcanzó la velocidad más alta de todos (223 km/h o 139 mph), quedó por detrás del ganador debido a que se programó para dar solo cinco vueltas y no seis. Así que la última fue un recorrido desacelerado, lo que disminuyó su promedio.

El Robocar, fabricado por Roborace, tiene desde 2019, el récord oficial de velocidad para un coche autónomo, con 282 km/h, pero en línea recta en una pista de aterrizaje, no en un circuito de competencia

En representación de Latinoamérica, participaron los colombianos Ximena Quevedo, Santiago Triana, Camilo Cortés y Andrés Hoyos, estudiantes de ingeniería mecatrónica de la Universidad San Buenaventura, quienes, junto con su profesor Jaime Arcos, se lanzaron a competir.

Los organizadores aseguraron que este evento marca un antes y un después en la historia de los vehículos autónomos, que hasta ahora vienen cumpliendo netamente funciones de transporte. "El objetivo de esta iniciativa es claro: demostrar que la tecnología autónoma puede funcionar en condiciones extremas", explicó Paul Mitchell, de la firma ESN, una de las organizadoras del evento.

Sin embargo, un sondeo publicado el mes pasado por Morning Consult mostró que el 47% de los estadounidenses considera a esta clase de vehículos como menos seguros que los conducidos por personas.

En este marco, el IAC podría cambiar esa percepción. "Si la gente se acostumbra a ver que los coches autónomos corren a 300 km/h sin accidentarse, se convencerán que a 50 Km/h son seguros", afirmó Sergio Matteo Savaresi, profesor del Politécnico de Milán, que supervisó al equipo PoliMOVE.

Además, otro de los fines que busca el IAC es permitir la transferencia de tecnología. "Varios equipos ya están planeando publicar su programa, en acceso abierto, después de la carrera", afirmó Mitchell. "Por lo tanto algunos de los algoritmos de inteligencia artificial más avanzados estarán disponibles para que la industria, empresas emergentes o para que aprovechen otras universidades", sintetizó.

Se llevó a cabo la primer carrera de formúla 1 con vehículos 100% autónomos el pasado 23 de octubre en Indianápolis, Estados Unidos

Diseños similares a los Formúla 1 tradicionales

Los autos de la competición fueron diseñados con un aspecto que se asemeja a los tradicionales de Fórmula 1. La única diferencia radica en que, en su interior, claro esta, en vez de un conductor humano cuentan con equipamiento y tecnología que les permite moverse a alta velocidad, automáticamente

Incluso, según varios de los participantes que compitieron, los resultados podrían haber sido aún mejores si las condiciones climáticas hubieran acompañado. De hecho, la idea original era que todos los vehículos compitieran al mismo tiempo, pero las lluvias del pasado fin de semana complicaron el plan y por eso se llevó a cabo en el formato de time trials.

Los equipos opinaron que, mediante el uso de GPS, sensores y otros instrumentos adicionales, estos vehículos podrían correr por un circuito de carrera a velocidades semejantes a las que llegan los autos conducidos por pilotos profesionales.

Como detalle curioso, y acorde a las circunstancias, es que la bandera a cuadros de la linea de meta del Indy Autonomous Challenge estuvo a cargo de un robot de Boston Dynamics.

Movilidad autónoma en espacios públicos

En el ámbito público, la asimilación a estas nuevas tecnologías en movilidad ya ha comenzado en el espacio regulatorio. Las naciones de Asia, Europa y América del Norte, por ejemplo, ya han emitido permisos de prueba autónomos y han ofrecido regulaciones para los vehículos autónomos en la vía pública.

La movilidad emergente también está en el nexo de la proliferación de ciudades inteligentes. El crecimiento de las ciudades inteligentes ya exige cambios y adaptaciones por parte de la industria de la construcción. Del mismo modo, la industria de la construcción debe ser ágil en los modelos de negocio que utiliza, ya que se adapta a tendencias como la movilidad automatizada, conectada y electrificada.

La automatización de vehículos ya está siendo reconocida para su uso en sitios de construcción, lo que indica que el uso de estas tecnologías dominará el funcionamiento de la industria de la construcción en el futuro. Por ejemplo, la llegada de los automóviles eléctricos creó la necesidad de estaciones de carga durante la noche y, solo ahora, se ha incorporado a las iniciativas de planificación, permisos y desarrollo de viviendas.

Los cambios en el entorno construido también se deben a cambios en los comportamientos relacionados con la propiedad de automóviles. Los habitantes de la ciudad perciben los coches más como un servicio para usar y menos como un bien para poseer.

La popularidad de los viajes compartidos, los servicios de llamada de automóviles y las aplicaciones como Uber son un testimonio de esto. En un mundo donde se reduce la propiedad de automóviles privados, también lo es la necesidad de estacionamiento, y las estructuras de estacionamiento tradicionales se convierten en dinosaurios que deben ser demolidos o reutilizados.

Los vehículos autónomos también tiene su parte en la influencia en los cambios de las ciudades

Los cambios significativos en la industria de la movilidad se han producido en forma de inversión, con miles de millones gastados en tecnologías de vehículos autónomos (AV) por parte de fabricantes de automóviles en todo el mundo, incluidos Mercedes-Benz (u$s 3.040 millones), Volkswagen (u$s 54.200 millones) Toyota (u$s 4.320 millones), Ford (u$s 5.390 millones) y GM (u$s 1.500 millones).

Las inversiones "lúdicas", como el prototipo de ciudad inteligente de Toyota al pie del monte FujiWoven City, también muestran cómo estos actores están comenzando a reconocer la importancia del entorno construido para adaptarse a sus tecnologías de movilidad.

Otras industrias también se han interesado en el espacio de la movilidad, como la tecnología de conducción autónoma Waymo de Google. Estos cambios, junto con las perspectivas de mejorar la seguridad en la conducción y la eficiencia en la movilidad, dejan en claro que el advenimiento de tecnologías como los vehículos autónomos no está lejos, incluso si aún persisten profundos obstáculos tecnológicos (y legales) y los plazos para la autonomía de Nivel 5 se han deslizado. .

Esto plantea la pregunta: ¿qué tan preparado está el entorno construido para algunos de estos cambios?

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