En plena pandemia global de coronavirus COVID-19, China atraviesa un verdadero boom de ventas de vehículos eléctricos. Esta situación impulsó a diferentes empresas a acelerar su proyectos e incrementar la cantidad de modelos dentro del mercado.

Entre todas ellas, Evergrande quizá es la que mejor simboliza las altas expectativas que se generan de antemano: alcanza una capitalización de mercado de u$s87.000 millones, mayor que la de gigantes del sector como las americanas Ford y General Motors, sin haber vendido todavía un solo vehículo.

El mayor promotor inmobiliario de China tiene una serie de inversiones fuera del sector, desde clubes de fútbol hasta complejos residenciales para jubilados. Sin embargo, es su reciente entrada en el sector de los coches eléctricos lo que captó la atención de los inversores.

Los accionistas hicieron que las acciones de Evergrande, que cotizan en Hong Kong, subieran más de un 1.000% en los últimos 12 meses, cifra que le permitió recaudar miles de millones de dólares en capital fresco.

Evergrande fue un participante relativamente tardío en este escenario. En marzo de 2019, Hui Ka Yan, presidente de Evergrande y uno de los hombres más ricos de China, prometió enfrentarse a Musk y convertirse en el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo en un plazo de tres a cinco años. El crossover Model Y de Tesla acababa de hacer su debut mundial.

En los dos años transcurridos desde entonces, Tesla consiguió una envidiable posición en China, al establecer su primera fábrica fuera de EE.UU. y entregar unos 35.500 coches en marzo pasado.

Su mayor rival chino, Nio, alcanzó a principios de este mes un hito importante cuando su vehículo eléctrico número 100.000 salió de la línea de producción, lo que llevó a Musk a tuitear una felicitación.

Por contra, y a pesar de sus elevadas ambiciones y de la elevada valoración de Evergrande, Hui retrasó repetidamente los objetivos de producción de automóviles. El grupo de amigos ricos del magnate, entre otros, aportó miles de millones, pero fabricar coches, eléctricos o no, es difícil y requiere mucho capital.

Los márgenes brutos de Nio no entraron en terreno positivo hasta mediados de 2020, después de años de grandes pérdidas y una ayuda del gobierno municipal.

La capitalización de mercado de Evergrande, por encima de otras 'históricas' del sector. Fuente: Bloomberg

En una conferencia de resultados celebrada a fines de marzo, después de que las pérdidas de Evergrande para todo el año 2020 aumentaran un enorme 67%, Hui explicó que la empresa tenía previsto comenzar la producción de prueba a fines de este año, con un retraso respecto al plazo original de septiembre. No se espera que las entregas comiencen hasta algún momento de 2022

Las expectativas de una capacidad de producción anual de entre 500.000 y un millón de vehículos eléctricos para marzo de 2022 también se retrasaron hasta 2025. Aun así, la empresa emitió una nueva previsión optimista: cinco millones de coches al año para 2035. En comparación, el gigante mundial Volkswagen AG entregó 3,85 millones de unidades en China en 2020.

Una mirada más atenta revela prácticas que tienen a los veteranos de la industria llevándose las manos a la cabeza: desde hacer que la venta de apartamentos forme parte de los KPI o índices de referencia de los ejecutivos de la automoción, hasta intentar una línea de modelos que sería ambiciosa incluso para el fabricante de automóviles más consolidado.

"Es una empresa extraña", aseveró Bill Russo, fundador y director ejecutivo de la empresa de asesoría Automobility en Shanghai. "Han invertido un montón de dinero que no les ha reportado nada, y además están entrando en un sector en el que tienen un conocimiento muy limitado. Y no estoy seguro de que tengan la ventaja tecnológica de Nio o Xpeng", añadió, al referirse a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos que cotizan en la bolsa de Nueva York y que ya están implementando funciones inteligentes en sus coches, como la navegación por láser.

 

Un examen más detallado de las operaciones de Evergrande revela el alcance de su enfoque poco ortodoxo. Aunque estableció tres bases de producción -en Guangzhou, Tianjin, en el norte de China, y Shanghái-, la empresa no tiene una línea de montaje de coches generalizada en funcionamiento.

El equipo y la maquinaria todavía se ajustan, según personas que vieron el interior de las fábricas pero que no quieren ser identificadas para hablar de asuntos confidenciales.

En respuesta a las preguntas de Bloomberg, Evergrande asegura que está preparando la maquinaria para la producción de prueba y que será capaz de fabricar "un coche por minuto" una vez que se alcance la plena producción.

La compañía tiene como objetivo la producción en masa y la entrega el próximo año de cuatro modelos -el Hengchi 5 y 6, el lujoso Hengchi 1 (que se enfrentará al Modelo S de Tesla) y el Hengchi 3-, según personas familiarizadas con el asunto.

La empresa le explicó a los inversores que pretende entregar 100.000 coches en 2022, según una de las personas, aproximadamente el número de unidades que Nio, Xpeng y Li Auto, el otro competidor chino de vehículos eléctricos que cotiza en bolsa, entregaron juntos el año pasado.

Una empresa "rara"

Las rarezas de la compañía no acaban aquí. Desde la cúpula también se pide a sus trabajadores que ayuden a vender inmuebles, la columna vertebral del imperio Evergrande.

Los nuevos empleados tienen que recibir formación interna y asistir a seminarios en los que se les instruye sobre la historia inmobiliaria de la empresa y que no tienen nada que ver con la fabricación de coches.

Además, se anima a los empleados de todos los departamentos, desde los trabajadores en primera línea de producción hasta el personal administrativo, a promover la venta de apartamentos, ya sea publicando anuncios en las redes sociales o llevando a familiares y amigos a los centros de venta para que parezcan ocupados.

El personal de nivel directivo, incluso, tiene sus primas de rendimiento vinculadas a tales esfuerzos, revelan personas familiarizadas con la medida.

Mientras tanto, los ambiciosos objetivos de Evergrande hacen que recurra a la subcontratación y se salte procesos que se consideran una práctica normal en el sector.

Aunque contrata personal de forma agresiva y recientemente fichó a Daniel Kirchert, un antiguo ejecutivo de BMW que cofundó la empresa de coches eléctricos Byton, la compañía contrató la mayor parte del diseño y del I D de sus coches a proveedores extranjeros.

La contratación de la mayor parte del trabajo de diseño e ingeniería no es habitual en una empresa que quiere alcanzar tal escala.

14 modelos a la vez

Una de esas empresas es la canadiense Magna International, que lidera el desarrollo de los Hengchi 1 y 3.

Evergrande también se asoció con los gigantes tecnológicos chinos Tencent y Baidu para desarrollar conjuntamente un sistema de software para la gama Hengchi.

Esto permitirá a los conductores utilizar una aplicación móvil para ordenar al coche que conduzca mediante el piloto automático a una determinada ubicación y utilizar la inteligencia artificial para encender los electrodomésticos en casa mientras se está en camino.

Un portavoz de Evergrande confirmó que trabaja con socios internacionales como Magna, EDAG y el fabricante de piezas austriaco AVL en el desarrollo de "14 modelos simultáneamente". Los representantes de Magna evitaron hacer comentarios. 

 

En lugar de escalonar los lanzamientos de modelos, Evergrande parece querer estrenar todos a la vez bajo su marca Hengchi, que luce un rugiente león dorado en la insignia y se traduce, más o menos, como "galope imparable".

Los nueve modelos que se lanzan de golpe abarcan casi todos los principales segmentos de vehículos de pasajeros, desde berlinas hasta SUV y vehículos polivalentes. Los precios oscilarán entre los 80.000 yuanes (unos u$s12.000) y los 600.000 yuanes (unos u$s92.300), aunque los costes finales podrían variar, según una persona familiarizada con el tema.

Se trata de una estrategia de desarrollo de productos completamente diferente a la de pioneros de los vehículos eléctricos como Tesla, que sólo ofrece cuatro modelos. Nio y Xpeng también optaron por centrarse en un puñado de modelos, e incluso así luchan por entrar en el mercado.

Sin ningún tipo de conocimiento sobre la fabricación de automóviles a largo plazo, Evergrande emitió directivas inflexibles para cumplir sus últimos objetivos de producción. Dos modelos, entre ellos el Hengchi 5, un SUV compacto que compite con el G3 de Xpeng, se fabricarán en serie en poco más de 20 meses

Para cumplir ese plazo, es posible que se omitan ciertos procedimientos industriales, como la fabricación de 'coches mula' o vehículos de prueba equipados con componentes prototipo que requieren evaluación. Evergrande explica a Bloomberg que entró en una "fase de sprint hacia la producción en masa".

Aunque no se sugiere que el planteamiento de Evergrande viole ninguna normativa, su carrera bursátil podría verse sometida al escrutinio de la propia realidad.

Después de haber ganado mucho dinero en el mercado, algunas empresas emergentes de vehículos eléctricos en EE.UU., que aún no demostraron su viabilidad como entidades rentables y generadoras de ingresos, perdieron su brillo en los últimos meses debido a la preocupación por las valoraciones y a que los fabricantes de automóviles consolidados, como Volkswagen, entran rápidamente en la lucha por los vehículos eléctricos.

Pekín mira de reojo

El aumento multimillonario del sector tampoco escapó a la atención de Pekín. Las acciones de Evergrande cayeron el mes pasado después de que un editorial de la agencia de noticias estatal Xinhua pusiera de manifiesto su preocupación por la evolución del sector de los vehículos eléctricos

Según la misiva, en la que se nombraba específicamente a Evergrande, preocupan especialmente las empresas que eluden su responsabilidad de fabricar coches de calidad, la carrera a ciegas de los gobiernos locales para atraer proyectos y las elevadas valoraciones de empresas que aún no entregaron un solo coche de producción en serie

Aun así, las acciones de Evergrande subieron 18% desde entonces, impulsadas por las perspectivas del mercado chino de coches eléctricos.

Los vehículos eléctricos representan actualmente alrededor de 5% de las ventas anuales de coches en China, según datos de BloombergNEF, y se prevé que la demanda se dispare a medida que el mercado madure y los precios de los coches eléctricos bajen.

Las ventas de vehículos eléctricos en China podrían aumentar más del 50% sólo este año, según la empresa de investigación Canalys en un informe de febrero.

Los escépticos, no obstante, avisan. "El mercado se está llenando de gente, pero a no ser que tengas un carril preferente, no hay muchas posibilidades de ganar", remarca Russo, de Automobility.

"Quizá haya alguna sinergia con los negocios inmobiliarios, pero ahora mismo es una historia de coches eléctricos, y bastante cara", apunta en dirección a Evergrande.

Fuente: eleconomista.es

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