El 16 de abril se celebró el Día Mundial del Emprendimiento, que este año, al igual que en 2020, llega en tiempos especialmente desafiantes para quienes quieren poner en marcha una idea. Llevados por la necesidad o el entusiasmo, millones de personas en el mundo se lanzan a la aventura de lanzar un proyecto propio.
El Global Entrepreneurship indica que el promedio de edad para iniciar algún emprendimiento ronda entre los 25 y 44 años. Las generaciones más jóvenes hacen punta en las iniciativas ligadas a la tecnología pero también se da un crecimiento de las franjas etáreas más altas, por encima de 40 años. Más aún, fue surgiendo también con fuerza el interés de quienes tienen por encima de 60 años, grupo al que en el exterior se hace referencia como los "oldpreneurs".
La start-up Snippet recopiló historias de emprendedores recopiladas por que con sus avances tecnológicos marcaron hitos. Relatos donde el empuje va de la mano con la invención.
El inventor de la imprenta: Platero de profesión, para poner en marcha su invento tuvo que pedir un préstamo. Pensó en fundir en metal cada una de las letras del alfabeto por separado e ideó un sistema para ponerlas una al lado de la otra, sujetarlas y poder imprimir páginas de forma rápida. Su primera y última gran obra fue la llamada Biblia de Gutenberg. Su valedor no quiso prolongar el préstamo y Gutenberg, arruinado, tuvo que abandonar. A pesar de esto, su nombre siempre será recordado.
El inventor del rollo de fotos Kodak: Hijo de migrantes, tuvo una infancia marcada por la pobreza y solo estudió hasta los 14 años. Trabajó como limpiador y mensajero lo que le permitió ahorrar algo de dinero que dedicó a sus inventos. Invirtió todo el dinero que tenía en la compra de una máquina con la que fabricó algunas placas fotográficas, que no salieron bien. Volvió a intentarlo hasta que dio con la tecla acertada. Democratizó la fotografía con la puesta en el mercado de un rollo fácil de usar y al alcance de todos. Por las vueltas de la vida, la empresa terminó produciendo medicamentos durante la pandemia. Otra reinvención.
Creadores de Napster, el precursor de Spotify: La idea fue crear un modelo de suscripción que permitiera a los usuarios acceder a canciones sueltas en vez de tener que comprar un disco entero. Padecieron trabas legales y tuvieron que pasar por momentos de cierres y multas millonarias. Pese a todo, Napster sentó las bases de lo que hoy es iTunes o Spotify. En un sentido amplio, también de los modelos de suscripción variados como el streaming.
Facebook e Instagram compartieron recomendaciones y herramientas que los emprendedores deberían tener en cuenta al utilizar estos canales para potenciar ventas:
1. Crear comunidad: generar interacción. Compartir información importante de forma proactiva, por ejemplo con una Historia destacada con las novedades clave. Además, se puede repostear los comentarios positivos de los clientes satisfechos con tus productos, generar espacios de preguntas y respuestas para interactuar, o crear encuestas sobre nuevos productos e ideas.
2. Contacto con los clientes: tener todo preparado para responder las preguntas y solicitudes lo más rápido posible. Aconsejan configurar un perfil de WhatsApp Business, que permite crear un catálogo con todos los productos y concretar las ventas a través de los carritos y más. El link del WhatsApp se suma en el Instagram.
3. La creatividad hace la diferencia: crear contenido dinámico y atractivo tanto en anuncios como posteos. Usar stickers, filtros de Realidad Aumentada, crear videos en Reels y vivos.
4. Mostrar tus productos de forma única: en cada publicación donde los promociones agregar una descripción detallada sobre funcionalidades, materiales, uso y precios. No olvidar hashtags relacionados con la oferta, así más personas pueden buscar y descubrir los productos, indicó BAE Negocios.