Cuesta pensar que los eventos presenciales recuperen la relevancia que alguna vez tuvieron. Al parecer, ni siquiera la vacuna contra el coronavirus hará que todo vuelva a ser como antes. En este nuevo escenario, las reglas para "reunirse" serán otras.

Mientras los laboratorios trabajan contrarreloj para acabar con el virus que puso en vilo al mundo entero, muchas empresas prevén que la virtualidad será el escenario elegido por la mayoría de las personas y organizaciones para encontrarse.

Cifras de NINCH Communication Company y OH! Panel provistas a iProUP son contundentes acerca de esta migración hacia los encuentros digitales

Estos encuentros permiten romper barreras geográficas, facilitando la posibilidad de contar con exponentes internacionales. Se trata de la principal ventaja para los asistentes y organizadores.

Mientras que los usuarios valoran la presencia desde el hogar y el hecho de evitar traslados, las empresas celebran el recorte de gastos que supone esta revolución. Más aún, en épocas de crisis.

En este sentido, el gerente financiero (CFO) de Amazon es más que elocuente: "Ahorramos cerca de u$s1.000 millones en viajes en 2020 debido al parate de las aerolíneas".

Y adelanta que si bien volverán los traslados corporativos, los gastos de este ítem serán sensiblemente menores al de los niveles prepandemia, que se ubicaban en torno a los u$s4.500 millones anuales. En este contexto, surgen soluciones superadoras al simple Zoom.

A toda marcha

Alejandro Stecconi, director de Negocios de Nube de Microsoft Argentina, asegura a iProUP que "si hay algo que un año de pandemia dejó claro es que el teletrabajo, los encuentros virtuales y los proyectos colaborativos remotos llegaron para quedarse".

"Esta práctica, implementada por muchas empresas por primera vez y a gran velocidad, abrió la puerta a repensar dinámicas laborales, reuniones de equipo y seguimiento de proyectos", agrega.

El gigante tecnológico aprovechó el marco de Ignite, su conferencia internacional más importante, para presentar Mesh

"Hay una dirección que nos lleva a lo que hoy es Mesh: la necesidad de avanzar y crear espacios digitales y online, contando con cada colaborador de manera real y concreta, y que potencie la creatividad de las personas", plantea el vocero.

Microsoft Mesh apunta a reuniones en las que se pueda interactuar con personas y objetos en 3D

En segundo lugar, Stecconi destaca "la deslocalización: trabajar en equipos múltiples, interdisciplinarios y mixtos borra las fronteras. Es otra tendencia en materia de reuniones y eventos virtuales".  

Por último, hay una ventaja relacionada con la plasticidad que ofrecen este tipo de tecnologías. Esto es, explica, "adaptarse a entornos de trabajo, de estudio e investigación específicos, pero, al mismo tiempo, a industrias como la del deporte y el entretenimiento".

En el ámbito laboral, profesionales que trabajan con modelos físicos 3D (bicicletas, muebles de alta gama, motores a reacción, estadios, etcétera) podrán compartir hologramas de esas creaciones con otros integrantes de la compañía o clientes, sin importar su ubicación física.

A nivel educativo, estudiantes de ingeniería o medicina podrán reunirse como avatares alrededor de un modelo holográfico y sacar partes de un motor o analizar músculos y ver qué hay debajo.

De la misma manera, las compañías podrán ofrecer reuniones prácticas virtuales o entrenamientos para los empleados en todo el mundo. Según Stecconi, el diferencial se ecuentra en el poder de interacción entre cada uno de los participantes y la holo transportación. En síntesis, se puede alcanzar:

Queda claro entonces cómo la innovación en este campo ayuda a mejorar la eficacia de la formación virtual, al tiempo que reduce los costos de viaje y logística

Un beneficio clave de la realidad mixta es la capacidad de representarse a uno mismo en espacio y tiempo, desde caminar con alguien recorriendo una planta industrial que desarrolle productos químicos, autos o caños, hasta clases de medicina en las que se practiquen intervenciones quirúrgicas sin estar allí pero con la sensación física de estarlo", remarca.

En la Argentina, la startup BigJonan apostó a la virtualidad para aprovechar la necesidad de las organizaciones de generar encuentros masivos pero de forma online.

La startup argentina Big-jonan lleva los ambientes 3D a las exposiciones

"Necesitamos inversiones millonarias para disponer de buen Internet en todas partes del país", afirma a iProUP Jonatan Basmatzian, CEO de la firma que creó la plataforma Virtual B justamente pensando en este problema.

"Conocemos la realidad local y por eso ofrecemos que la virtualidad en encuentros sea posible sin requerir que el usuario disponga de dispositivos poderosos y con una velocidad normal de internet", señala.

Se trata de una plataforma que se adapta a cualquier tipo de sector y modalidad, desde exhibiciones de productos hasta un congreso, mesas de trabajo y conferencias, entre otras posibilidades.

"Permite la participación de todo tipo de rubros. Hemos llegado a albergar eventos de los sectores de salud, petrolero, turístico, inmobiliario, minero, comercial, farmacéutico, de educación, industrial y corporativo, entre otros, tanto públicos como privados, nacionales e internacionales", detalla.

¿Adiós a las reuniones presenciales?

Un estudio de Microsoft y la Universidad de San Andrés (UdeSA) al que tuvo acceso iProUP revela el gran desafío de los encuentros virtuales: la falta de contacto personal deteriora los vínculos (62%) y los colaboradores están menos al tanto de lo que pasa en la organización (46%).

"Las reuniones presenciales estarán siempre vigentes y esto se explica en una idea que ya se ha vuelto fundamental: en el mundo de los negocios, nada reemplaza a un buen apretón de manos", asegura Basmatzian.

Sin embargo, aclara que la virtualidad trae ventajas que habían pasado desapercibidas. "Permite organizar encuentros de manera eficaz y con excelentes resultados como si se tratara de reuniones presenciales y con más beneficios, ya que elimina de forma definitiva restricciones geográficas, otorga mayor alcance y no requiere traslados", remarca.

"La presencialidad no desaparecerá, las oficinas seguirán existiendo porque las personas necesitamos conectarnos: no hay reemplazo para la construcción de relaciones cara a cara. Sin embargo, las circunstancias vividas sembraron las bases para un futuro que todavía no está escrito, en el que el trabajo será digital, con una relación híbrida entre virtualidad y presencialidad", agrega.

Tomas Jalil, Brand Experience Director de Ninch, afirma que "no será el fin, pero definitivamente sucederá una revolución".

"El boom de los eventos virtuales llegó para quedarse. Cada vez hay más posibilidades de seguir experimentando y descubriendo nuevo contenido, al tiempo que las marcas y audiencias aceptan el nuevo formato. Hoy la tecnología nos permite estar más cerca de los nuestros y crear experiencias diferenciales", concluye.

Como si fuera una película de ciencia ficción, los hologramas se irán convirtiendo en parte de la vida cotidiana en las empresas. Y ofrecerán una forma de interactuar en tres dimensiones, con personas o cosas, como si se estuviera en el lugar. La revolución digital, una vez más, derriba las barreras.

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