La escena global dejó de dar margen para la improvisación. Las acciones estadounidenses están en múltiplos que rozan máximos históricos, el crédito opera con spreads comprimidos y el oro viene de un rally que lo llevó a batir récords en términos reales.
Incluso, la narrativa de la Inteligencia Artificial (IA), que impulsó el grueso del avance del Nasdaq, muestra síntomas de sobreextensión. En ese contexto, el último informe de Latin Securities plantea una pregunta que no admite evasivas: ¿cómo invierte un minorista cuando casi todo parece caro?
La respuesta no pasa por encontrar "la ganga" en un mercado sin descuentos a simple vista, sino por construir una cartera capaz de resistir, bien diversificada, menos dependiente de Estados Unidos y anclada en activos que amortigüen shocks.
Es el fin del piloto automático del último ciclo, pues ya no alcanza con sumar a la cartera megacaps en cada corrección y esperar que el mercado haga el resto. El entorno actual exige algo más de incomodidad para conseguir una perfecta arquitectura de portafolio.
Wall Street ya no es el único centro del tablero
Latin Securities sostiene que el S&P 500 opera con un CAPE (precio/ganancias ajustado cíclicamente) cercano a los niveles de la burbuja puntocom y una prima por encima del promedio de 50 años que reduce los retornos esperados a futuro. Las megacaps tecnológicas tienen negocios reales, sí; pero su precio exige perfección.
Ahí está la clave: el retorno probable de Estados Unidos es menor, no porque vaya a caer, sino porque está demasiado caro con relación a su propia historia.
De ahí surge la primera recomendación por parte de la sociedad de bolsa: rotar. Europa cotiza con múltiplos un 40% más bajos, Japón atraviesa el mayor ciclo de mejora de gobernanza corporativa en tres décadas y los emergentes (Brasil, China, Corea) combinan valuaciones más razonables con drivers propios de crecimiento.
Inversiones: qué pasa con el oro, commodities y efectivo
El metal precioso está caro, pero su función como activo refugio permanece intacta. Bancos centrales comprando a ritmo récord, miedo a la erosión fiscal estadounidense y tensión geopolítica explican un rally que ya supera el 130% en tres años.
En un mundo en el que la inflación puede volver por la ventana, Latin Securities lo ubica entre las "defensas estructurales" del portafolio, junto con commodities y bonos indexados (TIPS).
El informe de Buenbit también dedica un apartado al metal amarillo y lo propone como una gran apuesta para el cierre de año, ya que la exchange espera que se incrementen las turbulencias.
"Con un fin de año que llega cargado de volatilidad global y un 2026 que se perfila con mayor claridad macro, el oro emerge como una opción razonable para quienes buscan planificar con anticipación. Para muchos usuarios, incorporarlo antes del rebalanceo anual no solo diversifica la cartera: también les permite encarar el próximo año con un portafolio mejor preparado para distintos escenarios", señalan desde Buenbit.
La plataforma ofrece distintas herramientas que buscan capturar movimientos del mercado del oro:
- GLD (ETF respaldado en oro físico): exposición directa al metal sin las complejidades del almacenamiento
- UGL (ETF apalancado en oro): diseñado para quienes buscan una mayor sensibilidad a los movimientos del precio
- Acciones mineras (Barrick Gold, Newmont): alternativas que combinan precio del oro con performance operativa del sector
- Pack Oro: una solución diversificada que reúne GLD, UGL y las principales mineras en una única inversión, ideal para quienes buscan simplicidad con exposición completa.
Además, el cash volvió al juego. Durante una década, tener liquidez era resignar retorno. Ya no: según Latin Securities los money market globales rinden entre 3% y 4% en dólares, reducen volatilidad y dan margen para aprovechar oportunidades. Para inversores argentinos, además, ofrecen seguridad, bajo riesgo y disponibilidad inmediata.
Cómo invertir para ganar en 2026
En línea con esta tendencia global de "rearmar" portafolios en un mundo caro, IOL comparte con iProUP una cartera de diciembre que encaja como pieza complementaria al diagnóstico de Latin Securities. Combina defensas, diversificación y rendimiento en dólares, con especial foco en estabilidad de caja y fundamentos sólidos.
1. IOL Dólar Ahorro Plus (IOLDOLD): 20%
Un fondo pensado para perfiles conservadores, orientado a preservar capital en dólares con un rendimiento estimado del 6,5% anual.
Tiene 35% en Letras del Tesoro de EE.UU., liquidez y depósitos regionales, lo que aporta estabilidad, y el resto en títulos públicos y ONs diversificadas, con énfasis en energía, utilities y oil & gas. Es una forma de "cash mejorado", ideal para un mercado que castiga la volatilidad.
2. Bopreal Serie 1 Strip C (BPOC7): 15%
Un instrumento en dólares con vencimiento en 2027 y yield al 7,1%, baja volatilidad y una particularidad estratégica: permite rescate anticipado en abril de 2027 al tipo de cambio oficial, generando una cobertura implícita.
IOL lo plantea como un sustituto de deuda corporativa o soberana de riesgo más alto.
3. ON YPF 2031 (YMCXO): 10%
La petrolera integrada más grande del país viene con fundamentals sólidos: apalancamiento bajo, EBITDA anual proyectado entre USD 4.500–5.200 millones y fuerte liderazgo en shale.
Además, posee calificación AAA(arg) y cupón del 8,75% en dólares. Una pata corporativa defensiva, con visibilidad operativa.
4. Bono CER Marzo 2026 (TZXM6): 10%
Con implícitas atractivas en la curva, el CER 6,5% ofrece cobertura ante una eventual aceleración inflacionaria local.
Funciona como hedge doméstico de corto plazo.
5. Ambev (ABEV): 5%
Exposición al consumo regional vía la mayor cervecera de Sudamérica.
Balance limpio, generación de caja fuerte y un dividendo cercano al 8%. Una jugada defensiva en "LatAm puro", sin exposición a EE.UU.
6. ETF Europa: IEUR (10%)
Encaja directamente con el análisis de Latin: la región está más barata, con beneficios proyectados de doble dígito hacia 2026 y un BCE con margen para sostener bajas de tasas.
Aporta diversificación geográfica real y reduce dependencia del dólar.
7. ETF Salud: XLV (5%)
Sector defensivo por excelencia: farmacéuticas, biotecnología, equipamiento médico.
Cotiza a múltiplos razonables, con poca correlación al ciclo económico y catalizadores estructurales, como envejecimiento poblacional e innovación.
8. Berkshire Hathaway (BRKB): 10%
El conglomerado que dejó Warren Buffett opera como una "cartera dentro de la cartera": seguros, energía, transporte, consumo y grandes posiciones en Apple o Coca-Cola. Es un estabilizador natural para horizontes de largo plazo.
9. ETF S&P 500: SPY (5%)
A pesar de la sobrevaluación relativa, tener una posición acotada en el benchmark más seguido del mundo sigue siendo razonable para capturar el ciclo americano sin sobreexposición.
10. Altria (MO): 5%
Un clásico defensivo con flujo estable y dividendo del 7%, sumado a una corrección reciente que dejó la valuación en niveles atractivos (P/FCF ~10x).
11. ETF Utilities: XLU (5%)
Otra pata defensiva, con foco en electricidad y gas. Se beneficia de un fenómeno silencioso pero enorme: la demanda energética creciente de la infraestructura de Inteligencia Artificial, que obliga a expandir capacidad.
Un portafolio para un mundo caro, no para un mundo hostil
La suma del análisis global de Latin Securities y la estrategia sugerida por IOL deja un mensaje claro: no falta dónde invertir, falta margen para equivocarse.
El inversor ya no puede depender de una sola narrativa –ni de la IA, ni del S&P, ni del oro– sino de una estructura de cartera que funcione en varios escenarios: inflación alta, recesión, shocks geopolíticos o simple moderación del crecimiento global.
En ese sentido, la cartera de diciembre de IOL funciona como traducción práctica del diagnóstico global: más defensas, más diversificación, más dólares estables y menos dependencia de un solo motor.