Mercado Pago viene apuntando fuerte hacia un segmento que representa casi el 30% de la población argentina: los adolescentes. La billetera virtual de Mercado Libre no solo se suma a la tendencia fintech de enfocarse en los jóvenes, sino que lo hace con incentivos para adelantarse y captar antes que nadie a los usuarios.
Además de la simple creación de la cuenta (previa autorización de la madre, padre o tutor) desde los 10 años, la intención es que los chicos "se manejen con emepé" y no con MODO u otra opción, ofreciendo una cuenta remunerada y un programa de referidos que permite ganar hasta $1.000.000 si recomiendan la app a sus amigos en el colegio o el club de barrio.
Tarjetas para chicos: las claves del negocio
Según el experto fintech Christian Balatti, "captar clientes desde la adolescencia, además de ser atractivo, es una puerta que permite activar elementos de preferencia y principalidad en el largo plazo".
En este punto, aclara a iProUP que "los adolescentes son mucho más sensibles a las experiencias que le brindan las distintas herramientas digitales, con lo cual no basta con 'pegar primero' sino que la consistencia de experiencias a la altura de las expectativas juega un papel fundamental para evitar que busquen otras opciones".
"Las nuevas herramientas digitales tienen un 'costo de cambio' extremadamente bajo y la posibilidad de mantener una cantidad indefinida de productos o billeteras simultáneamente es simple, por lo cual el trabajo por la principalidad es una constante al momento de ganar fidelidad a largo plazo", agrega.
En este sentido, uno los puntos clave de la táctica de Mercado Pago tiene que ver con la tarjeta virtual y física: viene desarrollando una estrategia fuerte para distribuir el plástico a los usuarios que lo soliciten. Con esto, busca que ciertas operaciones empiecen realizarse esa credencial y termine imponiéndose frente a la de los bancos.
Las claves de los productos fintech que apuntan a los más chicos
Además, la tarjeta juega un papel más que relevante: para muchos padres, puede ser mucho más amigable que una app desde el punto de vista del uso y las compras cotidianas de los menores.
De esta manera, los adolescentes pueden usar la tarjeta virtual para compras en el mundo online (suscribirse a servicios de música, videojuegos y streaming) y la física para comercios físicos, mientras los adultos controlan los gastos desde la plataforma.
Es un diferencial que tiene Mercado Pago en relación, por ejemplo, con MODO, la billetera de los bancos y principal competidora, ya que es iniciadora: se encarga de facilitar la realización de pagos y otras transacciones, actúando como intermediario entre usuarios y bancos.
Así, no puede ofrecer una tarjeta, ni virtual ni física. Y Mercado Pago busca que su logo esté en el bolsillo de los más chicos. Pero las billeteras no son las únicas que apuntan: a partir de las últimas desregulaciones, los ALyC (Agentes de Liquidación y Compensación) también tienen propuestas para que los adolescentes inviertan en acciones, CEDEAR, bonos, fondos comunes, etc.
El caso más reciente es el de Portfolio Personal, que presentó una propuesta para que chicos de entre 13 y 17 años puedan a invertir solo con la autorización de sus padres.
El especialista en medios de pago Jorge Larravide revela a iProUP que "casi el 68% de los adolescentes ya tiene un servicio financiero, de los cuales el 57% corresponde a cuentas en billeteras, el 15% solo en bancos y el 28% en ambos".
"El motivo del fenómeno puede encontrarse en múltiples factores: el potencial de crecimiento; el uso cotidiano, ya que los jóvenes realizan muchos pagos diarios de bajos montos, y la variedad de operaciones que pueden efectuar, como compras o pagos digitales, recarga de SUBE y del celular; o inversiones", indica.
Educación financiera: clave en las propuestas
Ignacio Carballo, Director del Centro de Finanzas Alternativas de la UCA, subraya a iProUP no solo "los beneficios de que los jóvenes se involucren en finanzas desde la adolescencia temprana", sino también que "las plataformas estén diseñadas con controles diferenciales y responsabilidad compartida".
Sin embargo, para el experto no hay duda. "El gran mensaje es el positivo: promueve la educación financiera, sin duda, y eso genera beneficios", expresa. Coincide Larravide, quien vincula: "La inclusión financiera está directamente relacionada con la educación financiera".
"No es lo mismo el chico que paga un alfajor en el recreo siempre usa dinero en efectivo que el que abona con el celular. El pago digital se incorpora como algo natural. La clave está en el 'poder del hábito': quien se acostumbra a tener en su teléfono todas las posibilidades de transaccionar de un modo simple, fácil y seguro, difícilmente luego elija usar billetes", suma.
Balatti destaca "el trabajo que hacen algunas de las soluciones para adolescentes con el fin de 'cuidarlos' mientras aprenden a manejar sus finanzas". Y enumera
- La cuenta de inversión para menores de IOL incluye un curso exclusivo de IOL Academy para que aprendan sobre inversiones
- Mercado Pago lanzó una funcionalidad de "control parental" que monitorear y gestionar los movimientos financieros de los menores
- Brubank también lanzó "Control Familiar", que ayuda a los padres y tutores a supervisar en tiempo real las cuentas de sus hijos
- Personal Pay ofrece adicionales para menores de edad que los ayudan a dar sus primeros pasos en el manejo del dinero, con el acompañamiento de sus padres
Por su parte, Larravide expone los retos de las fintech en este segmento:
- Masividad geográfica: más allá de la exitosa experiencia en las grandes ciudades (AMBA), el desafío es extenderse a todo el país
- Masividad en términos de nivel socioeconómico: el centro de la estrategia adolescente está ubicado en familias de ingresos medios y altos. En los sectores más vulnerables cobra especial relevancia
- Soluciones fáciles y especializadas: se requiere una experiencia de usuario adaptada específicamente a los adolescentes, con un fuerte enfoque en gamificación, ya que son heavy users de videojuegos
Balatti remarca este último punto, al tiempo que resalta "una ventaja" de este segmento: es una generación que "nació con un celular bajo el brazo".
"Al ser nativos digitales y haber estado en contacto con internet, computadoras y dispositivos móviles desde edad temprana, desarrollaron capacidades y habilidades para aprender y adoptar nuevas tecnologías de forma más natural, y protegerse del 'lado negativo' en el manejo de las finanzas digitales", concluye.