Los hábitos de pago de los argentinos están experimentando un cambio de rumbo. Si bien la tarjeta de débito continúa siendo la herramienta predilecta para las transacciones cotidianas, las estrategias de financiación bancaria y comercial están logrando reactivar el uso del crédito, mientras que el código QR consolida su posición como una alternativa cada vez más popular.
Los últimos datos del Banco Central revelan una contracción de casi el 12% en los pagos con tarjeta de débito durante el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período de 2024.
En contraposición, los pagos con plásticos de crédito registraron un aumento superior al 10%. Este vuelco se explica, principalmente, por la creciente necesidad de las familias de financiar sus consumos, optando mayoritariamente por planes de entre tres y seis cuotas.
Manotazo para llegar a fin de mes y promociones bancarias
La tendencia subraya en el reporte del BCRA, que abarca a todo el sistema financiero, encuentra eco en el análisis de Payway. Un trabajo reciente de la compañía evidencia un uso progresivo de la tarjeta de crédito: si bien el 60% de las operaciones se realiza en un solo pago, la adopción de los planes de cuotas se disparó del 20% a más del 32% en el último año. Un dato revelador es que casi el 69% de las compras a plazo se concentra en financiaciones de hasta seis meses.
"Hoy, es casi imposible encontrar clientes que compren sin hacer seguimiento de los días de promociones. Algunos bancos ofrecen 25% y pago con crédito, que te diría es la fórmula más utilizada", reconoce a iProUP el empresario supermercadista Víctor Palpacelli.
Para la economista Laura Propato, "un sector importante de la sociedad lucha por llegar a fin de mes y la inflación reciente agrava su situación, haciendo de la tarjeta de crédito la vía más rápida y accesible para obtener financiación".
La profesional agrega un segundo argumento a la explicación de estas credenciales: "Un segmento con mayor poder adquisitivo aprovecha las cuotas para consumos menos esenciales, encontrando en esta modalidad una herramienta conveniente".
Muchos consumidores, de acuerdo a lo comentado por empresarios del sector a iProUP, aprovechan un doble beneficio hoy latente en muchos supermercados: "Suelen hacer la compra el día de promoción bancaria, justo después del cierre de la tarjeta y en comercios que lanzan beneficios del estilo 'lleve 3, pague2'".
Puesto en un Excel de control de gastos, el consumidor final estaría haciendo uso del 25% de descuento bancario, las promos internas del súper y, además, pagaría la compra recién al mes siguiente. Otro perfil de cliente, claro, opta por romper alguna promoción, pero para en 3 o hasta 6 cuotas el changuito.
El reinado del QR
Mientras el crédito recupera terreno, los pagos con QR continúan su expansión meteórica en la economía nacional. Los datos del Banco Central son contundentes: solo en marzo se registraron 72,3 millones de operaciones con estos códigos, un salto de más del 98% en comparación con el mismo mes del año anterior.
"Este crecimiento está intrínsecamente ligado a la creciente relevancia de las billeteras virtuales", justifica Propato.
En marzo, las transferencias inmediatas originadas o destinadas a una CVU (cuenta virtual uniforme) alcanzaron los 582,6 millones de operaciones por un monto de $53,6 billones, con incrementos interanuales de 28% en cantidad y 40% en montos. Un significativo 76% de estas transferencias involucró a cuentas de billeteras digitales.
Estos números explican la fuerte caída en las extracciones de efectivo, tanto en cajeros automáticos como en las cajas de los comercios, que según Payway rondó el 30% en los últimos doce meses.
"Casi no nos quedan horas extras y hay que buscar un extra tipo Uber", confiesa a iProUP un trabajador de una firma de caudales. El chofer advierte una considerable baja en los clientes que antes transportaban el efectivo y ahora simplemente mueven dinero digital.
El panorama, en definitiva, ofrece una variada gama de consumos. El crédito emerge como un salvavidas para muchos, mientras que el QR se afianza como una alternativa ágil y cada vez más adoptada, marcando una transformación en la forma en que los argentinos gestionan sus finanzas cotidianas.
En paralelo, la zozobra para poder llegar a fin de mes empuja a hacer malabares de promociones y ahorrar de todos lados un poco. Porque, como se sabe, todo suma al momento de ahorrar la mayor cantidad de plata posible.