En una nueva colaboración de Visa y NovoPayment, lanzaron un nuevo producto: "Prepaid in a box". Esta plataforma busca facilitar la transición de bancos y fintechs a soluciones más digitales para los consumidores en América Latina y el Caribe.
Cofundada por la venezolana Anabael Pérez, NovoPayment opera como una startup de banca como servicio en Miami, Florida.
La firma levantó financiamiento con Visa el año pasado, entonces tiene sentido que se hayan unido con este nuevo proyecto que encaja a la perfección con la creciente escena fintech de la región.
Por ahora, la startup ofrece dos principales productos white label. El primero es una cuenta virtual para realizar pagos electrónicos. El segundo es una solución de remesas y pagos. Con esta se pueden completar compras en línea y transacciones P2P.
Esta plataforma cubre lo más básico de los productos API para fintechs e instituciones bancarias. Pero eso fue a propósito, considerando la situación actual en Latam.
"A medida que iniciamos el camino hacia la recuperación en nuestros mercados, es importante enfocarse en la relevancia de la inclusión digital", afirmó Ricardo Tafur, vicepresidente de productos de pagos de consumo para Visa América Latina y el Caribe.
"Donde los consumidores que realizan transacciones en línea por primera vez o reciben subsidios del gobierno o remesas del extranjero, independientemente de que estén bancarizados o no, tengan la capacidad de formar parte de la economía digital, la cual ha experimentado una aceleración exponencial en los últimos meses", concluyó el ejecutivo.
La integración toma entre 10 y 14 semanas, según el sitio web de Prepaid in a Box. Aunque el producto está pensado para toda América Latina y el Caribe, México y Brasil han sido el punto focal del boom fintech.
No es coincidencia que tanto Brasil como México se hayan estado implementando regulaciones que abordan la banca abierta en sus respectivos países.
Mientras tanto, en otros países, como Perú y Chile todavía no existe una ley oficial. En el caso del último, las autoridades aún no deciden cuál es el mejor enfoque con la banca abierta.
Sin embargo, debería autorregularse con la misma industria. Este es un modelo visto en países como los Estados Unidos y Japón. No obstante, debería el gobierno supervisar y controlar directamente la banca abierta como en el caso de Australia.
Pero además, existe una tercera opción, el enfoque híbrido que adoptó México.
Mientras tanto, en Argentina y Colombia, reguladores y entidades privadas por igual asintieron y dijeron "sí, sí, esto es importante, hablemos al respecto". Pero por ahora todavía no se realizó ninguna acción.