Bitcoin dejó de ser un activo exclusivamente para entusiastas: las empresas comienzan a ser actores estructurales del mercado cripto. En apenas tres meses, el número de compañías que cotizan en la bolsa de Nueva York y que ostentan BRC en sus balances creció un 38%, unas 172 firmas, según el informe trimestral de Bitwise Asset Management.

Entre julio y septiembre, 48 firmas nuevas se sumaron a esta tendencia, lo que confirma que la adopción corporativa entra en una fase de expansión más amplia y sostenida. El valor total de Bitcoin en manos de estas compañías supera los u$s117.000 millones, según el documento, con más de un millón de monedas acumuladas.

Aunque la mayoría de estas compras recientes provienen de pequeñas asignaciones, lo que expone la cautela de empresas que se suman al mercado de manera gradual, la concentración de tenencias es muy alta: Strategy, antes MicroStrategy, posee más del 60% del Bitcoin corporativo.

Este movimiento no es casualidad ni especulación de corto plazo. Los expertos destacan que la acumulación refleja convicción más allá de las recientes correcciones del mercado cripto. Las empresas no buscan rentabilidad inmediata, sino posicionarse frente a un cambio estructural en la forma en que se almacena y transfiere valor a nivel global. Para ellas, el Bitcoin no es tanto un activo financiero, sino un puente hacia la economía digital.

Sin embargo, la expansión cripto corporativa no está exenta de riesgos. Uno de cada cuatro de estos tenedores públicos cotiza por debajo del valor de sus activos digitales, un fenómeno conocido como trading bajo NAV. Firmas como Metaplanet vieron cómo sus acciones caen cerca del 70% desde los máximos recientes, lo que evidencia que el entusiasmo inicial por la acumulación de Bitcoin puede encontrarse con volatilidad y ajustes de mercado.

La desaceleración en la adopción es evidente: solo una empresa sumó Bitcoin en septiembre, frente a 21 en julio. Factores como tasas de interés más altas, condiciones de capital más restrictivas y la disminución de primas de valoración obligan a las empresas a reducir su ritmo de acumulación. Aun así, la tendencia estructural parece consolidada.

Casi el 97% del Bitcoin circulante está en ganancias y los flujos institucionales continúan con flujo fuerte, con más de u$s2.200 millones en entradas a fondos cotizados (ETF) spot en EE.UU. solo en la primera semana de octubre, según los datos de SosoValue.

¿Qué hay detrás de este boom corporativo?

Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, comenta a iProUP, comenta que en los últimos años, creció no solo el número de empresas que compran BTC para incorporar a sus reservas, sino también la cantidad invertida. Para el experto, esta tendencia da cuenta de una mayor legitimación de Bitcoin como activo de resguardo.

Colombo desliza que en el último tiempo, más de 30 empresas a nivel global acumularon más de 1.000 bitcoins en sus tesorerías. Al mismo tiempo, también se mantuvo en crecimiento la participación de compañías en ETF, tanto de Bitcoin, como Ether en EE.UU, asegura.

El experto indica que, en general, a nivel global, las compañías se inclinan por Bitcoin para sumar cripto a su patrimonio, de modo de obtener atractivos rendimientos a corto y mediano plazo, mientras que usan o prefieren las stablecoins para transacciones internacionales por su rapidez, bajo costo, sencillez y disponibilidad las 24 horas, los siete días de la semana.

Por su parte, Federico Ogue CEO de Buenbit, asegura que ven "con entusiasmo cómo Bitcoin gana terreno en el mundo financiero". Es que cada vez más empresas y fondos institucionales lo incorporan como parte de su estrategia de tesorería, "lo que muestra un cambio estructural más que coyuntural", advierte.

Ogue dice que un ejemplo claro es el ETF de BlackRock (IBIT), que está a poco de alcanzar los u$s100.000 millones bajo gestión, cinco veces más rápido que cualquier otro ETF en la historia. "Esto refleja algo mucho más grande que el simple interés de los inversores: marca el ingreso definitivo de Bitcoin al corazón del sistema financiero tradicional", confiesa.

"Creemos que la regulación y la mayor transparencia ayudan a que más personas y compañías se acerquen al ecosistema cripto. Ese flujo constante de capital y confianza impacta positivamente no solo en Bitcoin, sino también en las principales altcoins", asegura.

Ogue, que opina que, más allá de las variaciones de corto plazo, "hay una tendencia de fondo claramente alcista. Cuanto más capital, regulación y participación se sumen, más sólido será el ecosistema. Y aunque la política o la economía global puedan generar volatilidad, el futuro del mercado cripto se ve cada vez más prometedor".

¿Cómo pueda una empresa argentina sumar BTC a su tesorería?

Colombo explica que antes de adquirir criptomonedas para incorporar al patrimonio de una empresa, se debe elegir la plataforma adecuada para hacerlo: "Debe estar inscripta en el PSAV ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) y cumplir no solo con la regulación local, sino con certificaciones internacionales".

También es importante revisar su reputación, sostiene Colombo: "Se deben tener en cuenta, además, las obligaciones impositivas y contables que acarrea, según la regulación local" recuerda.

El experto cripto añade que es recomendable adquirir diversos activos digitales para minimizar riesgos y no apuntar solo a una cripto. "Previamente, es fundamental realizar un análisis sobre la evolución de las cotizaciones en un período de tiempo de cada activo, de modo de elegir de modo informado", indica.

También confirma que el uso principal de los criptoactivos en el caso de las empresas argentinas son las transacciones internacionales, para pagar productos o servicios de proveedores en otros países. En algunos casos, algunas usan parte de sus ganancias, aproximadamente un 1%, para adquirir Bitcoin, como espejo de las prácticas de las grandes empresas de Wall Street y como una forma de aprovechar sus rendimientos.

"Creemos que si los precios se sostienen y siguen en una senda de crecimiento, cada vez más compañías colocarán parte de su tesorería en cripto, y que este caso de uso se derramará en industrias más tradicionales", dice Colombo.

Según confirmaron a este medio, Lemon, el exchange de la City, convencido del valor de Bitcoin, dieron un paso estratégico en abril de 2025: "Destinar un porcentaje de la caja operativa de Lemon, equivalente a un mes de ingresos, a la acumulación de Bitcoin como política de tesorería de largo plazo. "Creemos que no se trata solo de hablar del futuro, sino de reflejarlo con acciones concretas", dijeron en ese entonces.

"Es una decisión estratégica que refuerza nuestra convicción en el activo más escaso y transparente del mundo. No es un gesto simbólico, es una extensión natural de lo que hacemos desde los comienzos de la empresa, cuando ya entregamos más de u$s30 millones en Bitcoin a nuestros usuarios en Argentina y Perú simplemente por pagar con su VISA Lemon Card", aseguran.

Y agregan: "Así como en otro momento tener dólares fue sinónimo de prudencia financiera, hoy tener Bitcoin es símbolo de visión de futuro. En Lemon predicamos con el ejemplo: creemos que el futuro del dinero es on-chain".

La narrativa que emerge es clara: el Bitcoin corporativo pasa de ser un experimento de visionarios a un componente estratégico de balance, con implicancias para la liquidez, la valoración de las empresas y la dinámica del mercado. Para los observadores del mercado, esto marca el inicio de una fase en la que el Bitcoin deja de ser un "activo de nicho" y se consolida como un activo institucional global.

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