La Asamblea del Estado de Nueva York analiza una propuesta legislativa del diputado Phil Steck que contempla aplicar un impuesto especial del 0,2% sobre operaciones de criptomonedas y activos digitales, incluyendo transacciones relacionadas con tokens no fungibles.

El plan establece un pequeño gravamen sobre ventas y transferencias vinculadas a estos instrumentos digitales, lo cual representaría un cambio relevante en la manera en que el estado regula y organiza las finanzas digitales en su jurisdicción.

De ser aprobado, este esquema fiscal no solo transformaría la manera en que el estado aborda las finanzas digitales, sino que también dirigiría los recursos generados a programas escolares destinados a prevenir el abuso de sustancias.

Nuevo impuesto sobre activos digitales en Nueva York

El Proyecto de Ley 8966 de la Asamblea busca ampliar la fiscalización estatal incorporando explícitamente ventas y transferencias de activos digitales, lo que incluye criptomonedas, monedas digitales, tokens no fungibles y cualquier otro instrumento basado en tecnología blockchain.

De ser aprobado, este nuevo marco tributario comenzaría a regir inmediatamente, estableciendo que desde el 1 de septiembre todas las operaciones realizadas con dichos activos digitales estarán alcanzadas por el impuesto especial propuesto en la legislación.

Un punto central de la propuesta es la utilización específica de los fondos, ya que lo recaudado se destinaría de manera directa a programas de prevención e intervención relacionados con el abuso de sustancias en escuelas del norte de Nueva York.

El legislador Phil Steck subraya que la creciente expansión del mercado de activos digitales representa una oportunidad única de generar recursos sostenibles que puedan respaldar iniciativas sociales críticas, más allá de los tradicionales mecanismos de financiamiento público.

Esa asignación puntual convierte al plan en una propuesta diferenciada frente a medidas fiscales generales, vinculando el impuesto con objetivos concretos de salud pública y educación, en lugar de engrosar de manera indiscriminada las arcas estatales.

La iniciativa llega en un contexto donde la política fiscal sobre criptomonedas se mantiene fragmentada, tanto a nivel federal como en diferentes estados, reflejando claras inconsistencias en la manera de abordar estos activos.

Mientras jurisdicciones como Washington eximen los activos digitales de tributos, otras como California y Nueva York los equiparan a transacciones en efectivo; según Bloomberg Tax, un impuesto específico situaría a Nueva York en una posición singular.

Comienza el debate legislativo sobre regulación

Nueva York mantiene su posición como epicentro financiero global y tecnológico, albergando compañías destacadas como Circle, Paxos, Gemini y Chainalysis, donde un impuesto específico podría significar ingresos significativos.

El entorno regulatorio, endurecido desde la implementación de la BitLicense en 2015, ha generado divisiones en la industria: algunas compañías se marcharon por los costos, mientras otras optaron por adaptarse.

La propuesta legislativa deberá pasar primero por comités especializados de la Asamblea Estatal antes de alcanzar una posible votación general en dicha cámara legislativa para continuar su proceso legal.

Si supera esa etapa, la iniciativa será enviada al Senado estatal para su evaluación y, en caso de ser aprobada, llegará al despacho del gobernador para su eventual promulgación.

Pese a la incertidumbre sobre su aprobación, el proyecto evidencia el esfuerzo de Nueva York por balancear las demandas de políticas públicas con el avance constante de la economía digital y la innovación tecnológica.

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