Para triunfar como trader de criptomonedas no siempre hace falta saber: a veces, es sólo cuestión de suerte para atrapar una divisa que valga milésimas de dólares en el momento justo, antes de que su valor se dispare.

Esto ocurrió algunos de los que apostaron por Bald, una memecoin (como se llama a las cripto en broma, como Dogecoin) cuyo valor se apreció 289.000% el domingo. Así, quien hubiese invertido u$s10 y vendido en las primeras 24 horas de negociación habría salido con casi 29.000 dólares.

Ese fue el caso del creador de la moneda, bautizada en honor al CEO de Coinbase, Brian Amstrong (es calvo, o Bald en inglés), salió rápidamente con casi 2 millones en Ether.

Luego se desplomó y hoy es una shitcoin (moneda basura) más. Así como algunos hicieron una fortuna, otros registraron fuertes pérdidas. Pero, ¿cómo aprovechar estos movimientos de mercado o bien, visto con otros ojos, no caer en una estafa?

Shitcoins: cómo se operan las monedas

Las tres claves para encontrar una moneda con potencial antes que el resto podrían resumirse en:

Estas aplicaciones permiten acceder directamente a la blockchain con una clave privada (serie alfanumérica de varios caracteres) o frase semilla (secuencia de 12 a 24 palabras) que deben anotarse en papel y guardar en lugar seguro: si se pierden no habrá forma de recuperar los fondos.

Con estos datos se puede operar con la misma cuenta en diferentes dispositivos o billeteras. Además, permiten mantener su anonimato: su llave pública, dirección en la que recibe sus fondos, es su única identidad. 

Se trata de las principales diferencias con los exchanges, que dan un nombre de usuario y contraseña que pueden recuperarse (como ocurre con el e-mail u otro servicio digital) pero por detrás crean una cuenta cripto en nombre de sus clientes y mantienen en su poder las claves para permitir la operatoria.

"Con los monederos de autocustodia, la persona tiene el control total sobre las claves privadas y es responsable de la seguridad de sus propios activos", advierten a iProUP desde Metamask, una de las apps de este tipo más utilizadas, que propone la siguiente analogía:

Usando una billetera de este estilo se podrán comprar y vender estas divisas en mercados descentralizados como Uniswap, Pancake Swap, 1Inch o similares.

Cuando son listadas por un exchange de renombre, como Binance o Coinbase, las cotizaciones varían velozmente y luego se estabilizan, por lo que puede ser tarde para entrar.

Shitcoins: cómo evitar las estafas

Nahuel Burbarch, representante argentino de la billetera Zerion, recomienda que "antes de interactuar con cualquier token, conviene investigarlo por el nombre o contrato inteligente en exploradores como Etherscan, en plataformas como Coinmarketcap o CoinGecko".

Hay que investigar bien el proyecto antes de apostar por una moneda basura

Santiago Cristóbal, cofundador de la plataforma Solow, coincide y afirma a iProUP que "debe evitarse por completo interactuar con activos que no se conocen". Por lo tanto, una vez que se encuentra una "joyita", hay que aplicar el DYOR, siglas en inglés de "hacé tu propia investigación".

El primer paso será buscar el token en CoinMarketCap o Coingecko, que ofrecen –además de la cotización actual e histórica– datos para comenzar a evaluar. El más "obvio" son los comentarios de los usuarios: indicarán si su sentimiento es bullish (alcista) o bearish (bajista), y denunciarán si es un scam (estafa)

Cristóbal recomienda revisar en estas pizarras "el tiempo que el token lleva en el mercado y la presencia en redes sociales, principalmente en Twitter. Si bien puede haber cuentas infladas artificialmente, una mayor antigüedad suelen indicar seriedad".

En este sentido, hay monedas que parecen tener gran volumen y tendencia alcista, pero son pocos holders (tenedores) que hacen operaciones para "simular" oferta y demanda.

Suele ocurrir que los creadores de la estafa consiguen canjear sus tokens fraudulentos por criptomonedas valiosas y abandonan el proyecto: se lo conoce como rugpull ("tirón de alfombra"), ya que hacen caer a todos los inversores incautos. De algo similar se lo acusa a Bald.

En CoinMarketCap también figura la web oficial de cada token. Si no la tiene, hay que que descartar la moneda. Caso contrario, Cristóbal recomienda investigar:

Además, en CoinMarketCap se pueden comprobar otros puntos vitales:

Las billeteras de autocustodia con soporte Web3 son las indicadas para operar tokens que no están listados en exchanges centralizados

Burbarch resalta no confiar ciegamente en "parámetros de CoinMarketCap que pueden ser manipulados por el mercado, como la capitalización, sino hay que estudiar en conjunto todos los datos que brindan estas plataformas".

Según el experto, "un punto relevante es analizar la liquidez en mercados descentralizados como Uniswap, Sushiswap o Balancer, entre otros", lo que indicará qué tan fácil vender el activo y evitar un callejón sin salida, además de "verificar desde cuándo están cotizando los tokens".

Además, las billeteras de autocustodia ofrecen herramientas para evitar estafas. "Una consiste en bloquear la interacción de los usuarios con dominios maliciosos conocidos. MetaMask gestiona esta lista y muchos colaboradores del ecosistema la actualizan", señalan desde la aplicación.

En el caso de Zerion, Burbach asegura que poseen una "fórmula de filtrado secreta para listar los tokens en la app. Como no existe un filtro 100% infalible, cada activo puede ser reportado por los usuarios y en base a ello se procede a deslistarlos".

Si la emoción por invertir en una shitcoin es más fuerte, hay que arrancar con montos bajísimos: al fin y al cabo, se trata de "jugar a la lotería". Y la posibilidad de perder la apuesta está siempre latente.

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