El ministro de Economía, Sergio Massa, decidió lanzar nuevamente el "dólar soja", que tiene como objetivo el de reforzar las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El programa comenzará el próximo lunes 28 de noviembre, y se extenderá hasta el 31 de diciembre.
El nuevo tipo de dólar tendría un valor entre los $225 y $230, y asumiría tres metas tendientes a una mayor recaudación.
Desde el Gobierno proyectan que el ingresarían entre u$s3.500 y u$s4.000 millones, que serían muy importantes para cumplir con la meta de reservas pactada en u$s6.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde el equipo económico esperan poder superar las exportaciones del complejo agroindustrial histórico.
Por el lado fiscal, el Gobierno tiene asegurado el cumplimiento de la meta de reservas esperadas, sin necesidad de implementar una mayor emisión.
Con el lanzamiento de la nueva edición del dólar soja, Sergio Massa busca despejar las dudas sobre la falta de dólares que ejercen presión sobre la devaluación.
El dólar informal tuvo un aumento de $29 a lo largo de noviembre, lo que representa un 10%, y se acercó a los $320.
La primera versión del plan se sostuvo desde el 5 de septiembre hasta el final de ese mes, y generó liquidaciones por unos u$s8.100 millones.
Ese monto le sirvió de gran ayuda al Banco Central, pero aparte dejó ingresos por retenciones que potenciaron la reducción del déficit fiscal por parte del Tesoro.
Por otro lado, la expectativa de una nueva versión provocó una retención de granos de soja por parte de los exportadores, que no planeaban vender al tipo de cambio oficial.
La liquidación por el "dólar soja" finalizó el pasado 5 de octubre, y, desde entonces, el Banco Central ya efectuó ventas por más de u$s1.400 millones.
Eso representa cerca de 27% de los dólares que el organismo que rige el sistema financiero pudo comprar en ese período.
Los fondos de inversión internacionales y los inversores locales ponen el foco en esta situación.
Hasta el momento, el sistema de control sobre las importaciones no logra impedir la salida de divisas.
Gabriel Rubinstein, viceministro de Economía, reveló que se trabaja para que el Sistema de Importaciones funcionara lo mejor posible, ante el conocimiento del deseo generalizado de dólares.
"Es como eran los hospitales en la época del COVID-19. Había un stress por la cantidad de pacientes que ingresaban y había que ir dividiéndolos entre los que iban a terapia, los que quedaban internados y los que volvían a la casa", describió.