La Administración Federal de Ingreso Públicos (AFIP) continúa con sus operativos de rastreo de operaciones de minería clandestina en diferentes provincias y localidades de la Argentina.
En esta ocasión, la entidad realizó controles en empresas dedicadas a la minería de criptomonedas en Mar del Plata, donde se verificaron comprobantes de compras y despachos de importación de equipos informáticos.
Como resultado de los operativos se verificaron 151 rigs de minería con 936 placas de video por un valor de mercado de u$s1,6 millones.
Las instalaciones relevadas consumían más de 500.000 kilowatts de energía por mes con un gasto superior a los $7 millones.
Si bien la minería de criptomonedas es legal en la Argentina, autoridades de la AFIP resaltaron que es obligación de los mineros "declarar" la actividad.
Los procedimientos fueron llevados a cabo en conjunto por las tres áreas que integran el organismo que conduce Carlos Castagneto, la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Dirección de los Recursos de la Seguridad Social.
Los funcionarios de la AFIP realizaron cruces de información y de allí surgieron ajustes por exteriorización de créditos fiscales improcedentes por las compras de los dispositivos electrónicos utilizados para esta actividad.
Además, con el objetivo de garantizar que las trabajadoras y los trabajadores accedan a sus derechos, los funcionarios de la AFIP labraron actas de infracción luego de detectar trabajadores no registrados.
Días atrás, el organismo realizó otro allanamiento en una granja de minería de criptomonedas.
Se trató del tercer allanamiento de este tipo, orientados a verificar la legalidad de lo que se realiza.
En este caso fueron hasta la localidad de Lisandro Olmos, en la Provincia de Buenos Aires. Aparentemente el lugar donde se realizaba la minería no estaba registrado para tal evento.
A la AFIP la acompañaron la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA) de la Dirección Regional La Plata.
Se encontraron 142 rigs de minería de criptomonedas con 1.355 tarjetas gráficas (GPU) instaladas y minando.
El miércoles 14 de septiembre pasado, la entidad descubrió una granja de minería de criptomonedas con 131 equipos por un valor cercano al millón de dólares.
Los dispositivos, refrigerados a través del método de inmersión en aceite, demandan un consumo de electricidad mensual por un costo cercano a los cuatro millones de pesos en el establecimiento en el que se realizó la actuación.
Las tareas de investigación permitieron detectar a dos personas que habían comprado procesadores y placas de video necesarios para el proceso de generación de criptomonedas, colocados en nueve contenedores y dos torres de enfriamiento con 131 equipos (la mayor parte de ellos de última generación con refrigeración líquida), 116 placas madre y 950 placas de video.
"Durante el relevamiento se constató la introducción de los equipos utilizados, y en atención a que el representante de la empresa no pudo aportar la documentación respaldatoria, se procedió a la interdicción de 95 equipos de minado de datos, con 950 placas de video y 95 placas madre", reveló la AFIP en un comunicado.
La semana pasada la AFIP había detectado otros tres establecimientos sin declarar destinados al mismo fin, en las provincias de Córdoba y San Juan.
En Córdoba se desarticuló dos granjas de minería de criptomonedas operadas por monotributistas, que habían tenido consumos de energía por un costo cercano a 1 millón de pesos mensuales, y que habían realizado inversiones por cerca de 600.000 dólares en más de 600 placas de video.
En San Juan, la granja de criptoactivos estaba escondida en una cámara de refrigeración que estaba declarada como un comercio de venta de fruta.
La minería de criptomonedas es el proceso mediante el cual se validan las transacciones dentro de una blockchain -red a través de la cual circula una criptomoneda- y, para hacerlo, los "mineros" conectan sus computadoras con placas de video de alta velocidad que resuelven complejos cálculos matemáticos con los que se garantiza la seguridad de las operaciones dentro de esa red.
Los "mineros" que prestan este servicio son recompensados con una cantidad determinada de la criptomoneda de la red en la que están operando, que pueden ser Bitcoin, ETH, Litecoin, Monero u otras.