Las monedas digitales, como Bitcoin (BTC) o Ethereum (ETH), se basan en la cadena de bloques o blockchain, un registro único e inviolable de todas las transacciones realizadas en la plataforma.

Funciona como una base de datos que se distribuye en forma de libro mayor, y que utiliza criptografía para proteger cualquier tipo de información

Y si bien esta tecnología de cadena de bloques es extremadamente versátil y tiene un potencial mucho más allá de las criptodivisas, su característica más popular es la de proteger y verificar todo tipo de datos en una red descentralizada y que no se puede alterar.

Blockchain solo puede ser actualizado a partir del consenso de la mayoría de participantes del sistema

Cómo nació

La idea de blockchain tiene un pasado que se remonta a los primeros años de la década del noventa (1991), momento en el cual los expertos en informática Stuart Haber y Scott Stornetta propusieron un sistema para proteger las marcas de agua de los documentos y evitar que se pudieran falsificar o traspapelar.

Ya en el siglo XX llegó el turno para Satoshi Nakamoto, el inventor anónimo de Bitcoin, quien se basó en este sistema para delinear lo que sería la criptomoneda más famosa de todas.

Cada bloque dentro de la blockchain contiene una marca de agua, una serie de datos y un hash, que es una especia de huella digital, un identificador único para todo el contenido del bloque.

Solo puede ser actualizado a partir del consenso de la mayoría de participantes del sistema y, una vez introducida, la información nunca puede ser borrada.

Además cada nuevo eslabón que se agrega a esta cadena refuerza la verificación del bloque anterior y, por lo tanto, toda esa cadena de bloques.

Satoshi Nakamoto, el inventor anónimo de Bitcoin

El potencial de Blockchain

Leo Elduayen, COO y cofounder de Koibanx explicó: "La cadena de bloques es una lista de información en constante crecimiento. Esa información se halla en bloques, y todos estos bloques están unidos entre sí. Cada bloque encaja con el precedente y el siguiente, y la información que el bloque del medio contiene se encuentra cifrada por un algoritmo mediante una función criptográfica denominada hash. Esto hace que esta información sea inviolable. Se trata de una base de datos segura, abierta y pública".

La autenticidad del Blockchain no queda verificada por un tercero, sino por el consenso del conjunto: es la misma red de usuarios la que participa en ella. Una vez introducida, la información queda registrada en múltiples respaldos y no puede ser eliminada ni modificada.

El potencial de la tecnología Blockchain prácticamente no tiene límites. Y ya hace tiempo que trascendió el ámbito de las criptomonedas (en cuanto a la creación de ellas o a la habilitación de APPIS y canales que les permiten a instituciones financieras a darles acceso a criptomonedas a sus clientes).

Transparencia, seguridad, distribución y trazabilidad son algunos de los numerosos atributos por los que la cadena de bloques despierta un interés cada vez mayor en los más diversos sectores como, por ejemplo, los relacionados a la salud, derecho, estado, etc., además de, por supuesto, la industria de las finanzas en general.

Asimismo, en combinación con otras tecnologías como la Inteligencia Artificial y el Big Data, el Blockchain promete alcanzar logros colosales influyendo en las más diversas esferas, desde el ecosistema Fintech al sector energético, desde la identidad digital a las operaciones logísticas, e incluso en lo referente a los procesos electorales por Internet.

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