Las criptomonedas ganan cada vez más preponderancia en la cabeza de las personas a la hora de ahorrar. Pero detrás de cada intención, hay factores a tener en cuenta, principalmente en lo relativo a la seguridad en torno a las mismas.

Son muchas las plataformas a tener en cuenta, partiendo de las propias blockchains donde estas se crean. Entre otras, la red Bitcoin otorga certezas sobre la posesión y propiedad sobre del token de la misma: BTC. Bitcoin, al igual que practicamente todas las criptodivisas, es un instrumento que permite certificar derechos de propiedad a través de reglas claras, incorruptibles y sin necesidad de confiar en un intermediario que valide esos derechos, como por ejemplo un banco.

Este tipo de activos digitales tiene a la minería como uno de sus pilares, que se basa en:

  • Cada 10 minutos, la red lanza un problema matemático complejo
  • Los mineros (galpones con supercomputadoras) compiten entre sí para resolverlos
  • Quien lo soluciona, escribe las últimas transacciones en el nuevo bloque de la blockchain
  • Al hacerlo, se queda con 6,25 bitcoins: la recompensa por aportar su poder de cómputo (hash) y hacer más robusto al ecosistema

Sin embargo, este proceso requiere de una importante inversión de dinero, consistente en la adqusición de múltiples componentes que precisan de una alta fuente de enrgía. Para el común de la gente, existe otra alternativa más eficiente para tener un resguardo de sus criptos: la wallet (o monedero).

¿Que son las wallets de criptomonedas?

Lo primero a tener en cuenta es que los métodos de almacenamiento tradicionales de dinero son muy diferentes a los monederos de activos digitales. Se conocen como wallets, billeteras o monederos criptográficos aquellas interfaces, softwares, aplicaciones o plataformas que permiten almacenar, enviar y recibir monedas digitales.

Similar a una cuenta bancaria, las wallets contienen claves privadas y códigos secretos que le permiten hacer uso de sus monedas. Pero la diferencia radica en que, en muchos casos, no hay ningún intermediario entre el usuario y su dinero. Eso quiere decir que la responsabilidad sobre los fondos y su seguridad dependen en última instancia de cada usuario.

Se conocen como wallets, billeteras o monederos criptográficos aquellas interfaces, softwares, aplicaciones o plataformas que permiten almacenar, enviar y recibir monedas digitales

Tipos de billetera

Antes que nada, es importante señalar que existen diversos tipos de billetera cripto que varían entre sí en términos de seguridad, conveniencia, accesibilidad, facilidad de uso, tipo de dispositivo, etc. No existe una única billetera perfecta, ese calificativo dependerá de las necesidades particulares de cada usuario.

Monederos fríos o fuera de línea 

En el caso de las billeteras "frías", las claves privadas no se almacenan en línea, lo que mantiene los fondos criptográficos alejados de los dispositivos vulnerables conectados a Internet.

Usualmente vienen en forma de impresoras de papel o de un hardware, similares a dispositivos USB. Aunque son las más seguras y más recomendadas por expertos criptográficos, estos equipos con frecuencia son costosos y sus interfaces de uso pueden ser desafiantes para los nuevos usuarios.

Lo ideal es acudir a este tipo de billetera una vez estemos familiarizados con otras más básicas, o si hemos decidido almacenar grandes cantidades de Bitcoin u otra moneda digital.

Las wallet "frias" se mantienen en dispositivos offline, generalmente en un USB

Monederos calientes o en línea

Se conocen como billeteras "calientes" aquellas que se ejecutan en dispositivos conectados a Internet como una computadoras, smartphones o tablets. En este sentido, cuando hablamos de monederos operativos en computadores de escritorio y/o dispositivos inteligentes, las claves privadas estarán almacenadas en los discos duros del hardware correspondiente.

Si bien su desventaja está en que pueden ser más vulnerables a hackeos debido a que funcionan en línea, su virtud es que con frecuencia son las más fáciles de usar y las más económicas del mercado.

Además, estas wallets también son las más ideales para almacenar pequeñas cantidades de criptomonedas, lo que las hace más provechosas para aquellos usuarios principiantes del ecosistema.

Las billeteras "calientes" aquellas que se ejecutan en dispositivos conectados a Internet como una computadoras, smartphones o tablets

¿Es recomendable usar la billetera del intercambio?

Quizás el factor más importante a tener en cuenta al evaluar una billetera criptográfica es quién administra la clave privada. Se trata de un código secreto, o una llave privada, que permite controlar los activos digitales que estén almacenados en la wallet.

En este sentido existen dos tipos de monedero: custodio y no-custodio. En el caso de las billeteras de custodia, esta clave es guardada por el sitio web o plataforma, que opera como intermediario; mientras que en el caso de las billeteras no-custodia, el usuario es quien guarda y tiene la responsabilidad sobre su clave privada.

Si bien cada una tiene sus ventajas y desventajas, en general, los expertos recomiendan siempre buscar opciones donde el usuario sea quien tenga el control de sus llaves. En términos sencillos, los conocedores asguran que "si no controlas tus claves privadas, no eres dueño de tus bitcoins".

Las billeteras criptográficas buscan resguardar la seguridad de las criptomonedas de los usuarios

A la hora de buscar billeteras seguras para guardar nuestras criptomonedas, es importante considerar todos los aspectos previos. Esto a su vez nos lleva a la pregunta sobre ¿por qué no sencillamente usar el monedero nativo de un intercambio? Los exchanges desde donde compramos o vendemos activos digitales ofrecen sus propias billeteras en línea (calientes) a los usuarios.

Independientemente de la que se ofrezca, mantener sus activos digitales en un monedero de exchange conlleva riesgos adicionales. Recuerde que los intercambios son vulnerables a roboshackeospérdida de fondosfraude, etc; por lo que almacenar su criptomoneda allí durante un largo período de tiempo no es una buena idea. Mucho menos si se trata de grandes sumas de capital.

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