En enero pasado, Rappi cumplió tres años de operar en la Argentina. En este tiempo, el hub de origen colombiano creció un 200% desde que su llegada al país, cuenta con 15.000 comercios adheridos y más de 20.000 repartidores independientes.

Al principio fueron bicicletas, después llegaron los autos, y al son de la pandemia llegó la flota de camionetas para facilitar los repartos de una de las verticales que más crece: los supermercados.

Matías Casoy, Director Ejecutivo para Rappi de Cono Sur

En la actualidad, Rappi emplea en la Argentina a más de 400 profesionales y cuenta con un hub de tecnología donde más de 200 desarrolladores, ingenieros, testers y UX trabajan para brindar soporte a las necesidades tecnológicas de toda la región. Están en Capital Federal, Gran Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Mendoza y Tucumán.

Detrás de está startup colombiana hay un argentino, un emprendedor que ya lleva varios años comandando empresas tecnológicas y conoce como nadie el mercado: Matías Casoy, el mismo que fundó Linio, que fue vendida a Falabella en u$s138 millones. En Rappi, Casoy encontró un nuevo desafió que lo llevo a sumergirse de lleno en la "súper apps" que intenta (y puede) repartir la gama más variada de productos.

Aunque Casoy no define a Rappi como un unicornio. "Es solo un adjetivo que alcanzamos hace un año, cuando recibimos una inyección de capital. Una compañía como la nuestra, más allá de los adjetivos sigue siendo una compañía de emprendedores", dice. Y él se describe como "un constructor" que ama los desafíos.

"En Rappi se dieron dos cosas: La posibilidad de construir, y el ser parte de una compañía tecnológica que tiene un propósito que es el de transformar Latinoamérica. Es decir, darle una posibilidad a los repartidores de generar ingresos, y darle la posibilidad a cientos de pymes de tener un canal de distribución", describe.

La inyección de capital vino de la mano de SoftBank uno de los mayores financistas y fue de u$s1.200 millones.

"Si vos entrabas en enero del 2020 en Rappi y volvías en mayo ibas a encontrar una apps totalmente distinta. La pandemia permitió reinventarnos. Nos convertirnos en una Superapp que se conecta de otra manera con gente. Por ejemplo, nos unimos a farmacias, restaurantes. Hace 365 días estábamos metidos en casa y nuestro servicio se convirtió en una forma de comunicarse", cuenta.

Supermercados, la vertical que más crece

Cambios de hábitos

Casoy detalla que con la pandemia modificaron su propuesta de valor tanto para los usuarios como para los repartidores. Por eso, el contactless, o la forma de pago sin operar con efectivo se volvió un factor principal a la hora de realizar los pagos.

"Lo primero que hicimos fue priorizar la salud. Pusimos a todos los desarrolladores (argentinos) a trabajar en un servicio en el que el comercio podía decidir si quería o no recibir el pago en efectivo, así como recibir el pedido sin contacto, y de esta forma poder cuidar tanto al usuario como al repartidor. Salimos a repartir alcohol en gel, barbijos, consultamos a epidemiólogos. Tuvimos que tomar un rol muy activo para que nos cuidemos todos. Asimismo, tuvimos un incremento del 50% en la cantidad de repartidores. Hubo mucha gente que se volcó a Rappi como una forma de tener un ingreso extra", remarca.

-¿También se modificó la relación con los supermercados?

Sí. Nosotros vimos una transición muy clara desde el comienzo de la pandemia. La gente se volcó a los medios de pago digitales, virtuales. Otro cambio que vimos fue con el consumo en los supermercados: Las compras hogareñas se modificaron yel rubro de los supermercados fue el que más creció. Si comparamos los últimos meses del 2019 y los primeros del 2020 (cuando comenzó la pandemia) vemos que el rubro farmacia creció un 400%.

Antes la gente asociaba el delivery solo con la comida pero comenzó a pedir en otros rubros. También, el rango etario se modificó. Empezaron a hacer pedidos usuarios de entre 40 y 50 años, cuando antes lo hacían de 20 a 30 años. Para facilitar el delivery, tenemos personal shoppers que son expertos en hacer compras en el supermercado.

Sin ir más, abrimos la vertical de viajes, en el que se puede contratar estadías. También, el vertical Premium en el que uno puede comprar en restaurantes exclusivos, o comprar para terminar de cocinar en casa. Buscamos transformar la vida de las personas, que puedan hacerlo sin tener que salir de la casa.

-¿En qué se destaca Rappi respecto a los competidores?

Depende de lo que se considere un competidor. Para nosotros Rappi es la Súperapp latinoamericana. De todas las app que tenés en el teléfono es la que más abris, porque tenés hambre, porque querés hacer las compras del súper, para comprar un pasaje de avión, mensajería. Es muy difícil entender quiénes son nuestros competidores.

En general, nuestro valor es poner siempre en el centro al  usuario para lo que nos necesite. Además, creo que todo lo que aparece en la plataforma es una propuesta curada. Hace poquito lanzamos la posibilidad de tener chat en vivo por whatsapp y es algo que nos sentimos muy orgullosos.

-¿Cómo afrontan las críticas de los repartidores? (sanciones y manifestaciones)

En general, para miles de personas Rappi es una alternativa rápida e útil para generar ingresos. Los repartidores pueden decidir sus días y horarios. Obviamente, hay repartidores que se han manifestado, pero es una minoría muy pequeña. Hace poco hicimos una encuesta entre los repartidores, y el 90% nos respondió que Rappi les permitía generar ingresos y combinarlo con otras actividades. Para más del 80%, la libertad que ofrece es uno de los factores más valorados.

-¿Tuvieron la oportunidad de reunirse con el Gobierno para conversar el tema de la regulación?

Por ahora no estamos en contacto. Si tenemos muchos proyectos con el Gobierno, colaboramos en la seguridad de los repartidores, nos abocamos mucho al cuidado de la higiene, pensando en el último año, y en cuestiones de seguridad vial. Pero no es un tema que estemos trabajando ahora. El año pasado nos dimos cuenta que por medio de la tecnología, y con Rappi podemos ser un agente de cambio, en especial en este año tan particular. Me parece fundamental tener una visión a largo plazo y hacer foco en que un año de pandemia nos hace modificar muchas cosas, 2021 es un año que todo nuestro foco está en cómo por medio de la tecnología podemos reactivar la economía y trabajamos en ello.

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