Si el 2020 fuera una película, sin dudas sería una mezcla de ciencia ficción, suspenso e incluiría una alta dosis de escenas angustiantes y tristes. No es para menos, ya que impactó y modificó gran parte de la rutina diaria, como vida laboral de muchos argentinos.
El empleo se vio seriamente afectado. Según el INDEC, la desocupación rondó el 12% y la flexibilización de las medidas de aislamiento no logró torcer la tendencia a la baja del mercado laboral.
En este contexto, muchos argentinos están apelando a la tecnología para trabajar de manera remota para firmas del exterior, ya sea para tener un ingreso extra o completar el que ya tienen.
Se estima que ya hay más de un millón de profesionales locales en las principales plataformas de freelancers. Y muchos de ellos eligen pagos en criptomonedas para apostarle al futuro, por un lado, y para no perder contra la devaluación del peso, por otro.
Sebastián Siseles, vicepresidente de Freelancer, afirma a iProUP que la plataforma cuenta con 40 millones de usuarios a nivel mundial, de los cuales más de 530.000 viven en territorio albiceleste.
"Los freelancers de Argentina son muy competitivos en términos de calidad de trabajo en áreas como marketing, diseño, programación y traducción", remarca el ejecutivo, quien añade que el mercado se regula más por la capacidad de los profesionales que por su precio, pues es un negocio "que no le conviene a ninguna de las partes".
En 2020,la plataforma registró casi 6.000 nuevas personas por mes provenientes del país, con gran demanda de diseñadores gráficos y web, tareas de Photoshop, programadores y traductores.
"En freelancer.com nuestro 'ticket promedio' es de u$s161. Había alcanzado un pico de u$s216 pero se redujo en gran medida por el ingreso de nuevos usuarios", resalta.
Según el ejecutivo, se registró una fuerte oferta de "personas nuevas, con menos experiencia, que bajaron temporalmente el promedio de cada trabajo". Además de la desocupación, Siseles advierte que el fenómeno también estuvo signado "por la solidez del dólar comparado con muchas monedas, especialmente en algunos países de Latinoamérica".
En otro orden, el directivo señala que los argentinos se ven beneficiados por el tipo de cambio. Y añade:
Quienes aprovechan estas "changas digitales" o "freelos" (como se denominan coloquialmente a los empleos de corta duración y remotos), también se están animando a cobrar en criptomonedas.
No solo eso: está creciendo la cantidad de profesionales en Gitcoin, un marketplace laboral en el que empresas de todo el mundo contratan a quienes sean capaces de brindar soluciones vinculadas con temas de programación, diseño e interfaz de usuario.
Los pagos se efectúan en Ether. Para muchos es la puerta de entrada al mundo de las monedas digitales. Además, Gitcoin está avalado por las firmas más importantes del mundo cripto.
Para ello, se realiza con un protocolo de recompensa (que llaman "bounties") abierta. El sitio destaca que el trabajo sobre desarrollos de proyectos y comunidad de código abierto fomentan la colaboración, la empatía, reduce el stress y fomenta la inclusividad.
Manuel Beaudroit, CEO de Belo, afirma a iProUP que para cobrar en criptomonedas, primero hay que crearse una billetera virtual en la cual recibir el pago de lo que se está vendiendo.
"No necesitas una cuenta de banco: cuando creás una billetera para recibir Bitcoin, Ether o alguna stablecoin como DAI, ya tenés tu banco digital en el bolsillo. Es muy simple y está accesible para que cualquier persona lo pueda hacer", asegura el ejecutivo.
Beaudroit resalta que los beneficios de cobrar en criptomonedas es que no hay restricciones, no existe un límite. "Siempre que haya Internet vos estás comerciando internacionalmente. Desde el punto de vista de los freelancers, en este mundo de nómades digitales que viven en país -trabajan en uno y tributan en otro-, tener un sistema global de pago empieza a ser vital", indica.
Además, asegura que "otra ventaja es que sos el custodio de esas monedas, no estás confiando en un tercero, tenés menos costos y es una operación más clara".
Beaudroit asegura que los freelancer encuentran una herramienta ideal en las criptomonedas, porque "son personas nativas digitales, que tienen sus clientes y proveedores distribuidos globalmente, y que hoy el sistema tradicional e impositivo local no está ajustado a sus necesidades".
Una de las aplicaciones más usadas es Status, que se caracteriza por ser una wallet "tres en uno" con los máximos estándares de seguridad y privacidad: billetera, chat y un navegador Web3 que permite acceder a todas las apps descentralizadas o "Dapps".
Alan Becker Capuyá, marketing manager de Argentina de Status, afirma a iProUP que la wallet funciona con Ethers y otras monedas basadas en la red de Ethereum. Y añade: "Permite cobrar desde cualquier punto del mundo en el que operes, sin restricciones, en cuanto a tecnología".
Es decir, se puede estar en Buenos Aires y recibir un pago de Estados Unidos o de cualquier parte del planeta, con comisiones bajísimas y sin pasar por el sistema bancario.
"Simplemente, necesitás tener tu billetera en Ethereum y enviarle a la otra persona tu clave pública. Comparado con otras transacciones tradicionales, los costos de operar con criptomonedas son mucho más bajos. Según los movimientos del mercado, puede valer un dólar este tipo de operación", dice el experto.
En cada transferencia dentro de la red de Ethereum hay que abonar una comisión a los mineros (conocida como "gas", en alusión al combustible por motorizar operaciones), aunque suele ser más reducida que de los métodos tradicionales.
Juan David Reyes, desarrollador responsable de la Comunidad para Colombia de Status, asegura que la posibilidad del mensajero privado que ofrece la app permite comunicarse con el empleador mediante una plataforma ultra segura y aceptar el pago directamente.
"Status permite intercambios de valor entre personas, así como se envían mensajes de voz, también se puede enviar dinero. Y a través de plataformas como Gitcoin.co puedo acceder a trabajos freelance que pagan en monedas digitales", señala.
Y agrega: "Con mi cuenta de Status creo un usuario y aplico a empleos valorados en criptomonedas, entre los que se destacan desarrollo, marketing y diseño".
También existen otras wallets, como Metamask y Argent, que también funcionan bajo la red de Ethereum. O Coinomi, que además acepta Bitcoin.
Al igual que Status, permiten al usuario manejar su clave pública (similar a un CBU) y privada (equivalente al PIN), en lugar de relegarlo a un tercero que puede ser hackeado. Como contra: esas claves no pueden perderse, pues no hay una forma de recuperarlas.
En todos los casos, los fondos pueden invertirse en protocolos DeFi que dejan un interés del 15% anual, varias veces superior al que brindan los bancos para plazos fijos en dólares.
También es posible cambiar esos fondos a pesos, a un valor similar al blue, a través de:
Así, los argentinos apuestan fuertemente a los empleos freelance y se liberan de varias cuestiones. Por un lado, de las limitaciones geográficas, trabajando para todo el mundo y cobrando en divisa dura, sin moverse del hogar. Por el otro, de la burocracia bancaria, a través de las criptomonedas. Una vez más, la revolución 4.0 lo hace posible.