En plena pandemia global de COVID-19 la digitalización se convirtió, sin dudas, en la gran ganadora del 2020.
En un contexto de vertiginosos cambios sociales y económicos, muchos emprendedores debieron reinventarse y encontraron en lo digital un enorme potencial de crecimiento.
Vinotecas, panaderías, consultorios médicos, talleres educativos y hasta decoración de ambientes vía web, los rubros se multiplicaron y hoy casi todo (o todo) se puede comercializar por Internet.
Algunos emprendimientos pasaron de lo físico a lo virtual, mientras que otros se inauguraron en el 2020 directamente de forma online.
Teniendo en cuenta ambos casos, las ventas por Internet se dispararon de forma exponencial.
La Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) precisó que el e-commerce creció 106% en el primer semestre del año pasado (comparado con el mismo período del 2019).
Para el 2021, según datos de WorldPay, se estima que en América Latina el comercio electrónico generará ingresos por u$s118.000 millones.
"El mundo está tendiendo 100% a la digitalización. Es necesario la reinvención constante de todas las empresas. Hoy en día es tan necesario tener un sitio web como ofrecer tu producto en tiempo y forma", comentaron desde la Cervecería Artesanal Hordeum, quienes crearon su web con SitioSimple y aseguraron que tener presencia online les otorgó prestigio.
"Los clientes valoran mucho disponer de información de nuestra empresa de forma online", remarcaron.
Dentro de los que se sumaron al mundo del e-commerce se encuentra también Lali Boutique De Delicias, un emprendimiento de pastelería que abrió su tienda online en complemento de su local físico.
Además, ofrece workshops para enseñar sus técnicas y secretos de pastelería. "Hubo un antes y un después en Lali desde que lanzamos la web, es muy fácil de usar y súper práctica. Me ayudó a acercarme mucho más a mis clientes", remarcó la propietaria de este negocio que se potenció en pandemia.
Con la cuarentena, el comercio comenzó a brindar, de forma virtual, múltiples medios de pago y de envíos. De esa forma, pudo seguir trabajando incluso desde su casa.
Lali Boutique De Delicias, un emprendimiento de pastelería que abrió su tienda online en complemento de su local físico
En esta misma sintonía aparece Fernanda Karam, de Tu Arquitectura Online, una joven profesional que ofrece asesoría de decoración de ambientes no sólo a personas de su lugar de residencia actual (ubicada en las Islas Canarias, en España), sino a clientes de cualquier parte del mundo.
"En la web hay que dar contenido valioso, ayudar a la gente, porque esa persona, cuando necesite el servicio que tú ofreces, va a pensar y confiar en ti. A la hora de emprender, no pensemos en los resultados, pensemos en el proceso. Los resultados vienen solos", recomendó desde el Viejo Continente.
En 2020 también hubo emprendedores visionarios que hicieron de la creación de sitios web un trabajo de tiempo completo.
Agustina Boveri es dueña de JUA Marketing y hace muchos años que revende páginas web creadas con SitioSimple, de DonWeb.
Con la pandemia, explotó aún más sus conocimientos y potenció su marca personal: "Hubo dos cuestiones principales que me plantearon los emprendedores en pandemia y pudimos darles solución. Por un lado, la necesidad de empezar a vender por Internet y hacerlo de forma simple; y por el otro, automatizar procesos de ventas online", remarcó.
Agustina cuenta que muchos emprendedores ya vendían por WhatsApp o por redes sociales pero, con el aislamiento social, necesitaron organizar esos procesos.
"La tienda online los ayudó a ordenar sus negocios, sobre todo en aquellos que tenían muchas ventas y que necesitaban automatizarlas. Por ejemplo, ofrecer información de todos los productos y sus variantes; indicar los precios; tomar el pedido", explicó.
Los interesados también debían llevar un control sobre las ventas; poder cobrar directamente desde la tienda online y no tener que estar atrás del pago. "La tienda online fue una gran ventaja", completó.