Mucho se habla del concepto "ecosistema emprendedor". Pero qué significa realmente este término. La palabra ecosistema viene de las ciencias naturales y se refiere, en líneas generales, a una comunidad de organismos que se relacionan con su entorno físico.

Pueden haber organismos que funcionan de forma independiente, pero todos comparten el mismo espacio y conviven de tal forma que el sistema, en su conjunto, sigue desarrollándose y funcionando.

Lo mismo ocurre en los negocios. En este caso, se refiere a un entorno que facilita el surgimiento de nuevas compañías y proyectos. Y lo cierto es que el ambiente donde la empresa llevará adelante sus actividades tiene mucho que ver con su evolución.

Desde desarrollar conexiones valiosas con otros compañías del sector, conocer a inversores que apuesten por el proyecto o, incluso, intervenir en políticas públicas. En este sentido, un ecosistema emprendedor combina no sólo elementos económicos, sino también sociales, políticos y culturales. Pero qué tipo de organizaciones componen este entorno.

Incubadoras

La incubadoras ayudan a que una idea o proyecto en etapa inicial pueda salir al mercado, a un ritmo natural. En concreto, comienza a colaborar con el proyecto desde su génesis, asesorando y formando para que la salida al mercado tenga buenos resultados y sea rentable a mediano y largo plazo.

Una vez que la idea o negocio ya ha sido lanzada, la incubadora deja su lugar a la aceleradora para que intervenga en su desarrollo.

Las instituciones educativas cumplen la función de ser promotores de nuevos proyectos o ayudar a los ya existentes.

Aceleradoras

Las aceleradoras buscan un crecimiento más rápido del emprendimiento. Uno de sus objetivos principales es lograr tasas de crecimiento elevadas para sus clientes en un período de tiempo corto. Con ello tratarán de asegurar la supervivencia de la empresa para que la compañía no fracase y desaparezca en los primeros años de vida.

Instituciones educativas

Las instituciones educativas cumplen la función de ser promotores de nuevos proyectos o ayudar a los ya existentes. Los colegios o las universidades son dos espacios valiosos para transmitir la formación emprendedora.

Esta puede ser una alternativa para talentos jóvenes que desean ser fundadores de su propia empresa o buscan involucrarse en el mundo emprendedor desde temprano.

Al mismo tiempo, existen instituciones con un nivel de educación más avanzado que ayudan a capacitar a emprendedores para que mejoren sus conocimiento y habilidades de liderazgo, finanzas, legales, etc.

Inversores

Estos pueden ser grupos privados, instituciones o empresarios que están interesados en identificar proyectos que tengan algún componente innovador o que generan un impacto importante en las comunidades donde actúan.

Su objetivo es destinar una suma de capital para favorecer un crecimiento rápido y sostenible de la compañía y agregarle valor desde su área de especialidad a cambio de algún beneficio, como por ejemplo, obtener un porcentaje de las ganancias de la empresa.

Emprendedores

Ellos son los protagonistas del ecosistema. Existen más grandes y más pequeños y, de acuerdo a su tamaño, impactarán más o menos dentro del ecosistema. A su vez, tienen un rol único cuando se ayudan mutuamente.

Los emprendedores más grandes son los que tienen más experiencia en hacer negocios y podrán asesorar a las nuevas generaciones acerca de las mejores prácticas para llevar adelante.

Los mentores cumplen el rol de guiar a las nuevas generaciones de fundadores de empresas a desarrollar sus proyectos con éxito.

De ahí la importante de trabajar en red, de forma colaborativa y horizontal. En muchos casos, los emprendedores de mayor tamaño adoptan el lugar de inversores de proyectos más chicos.

Grandes corporaciones

Para los emprendedores, estas empresas son una oportunidad para ofrecer sus soluciones y ayudar a agilizar los procesos de las corporaciones. A este proceso se lo conoce como Innovación Abierta (Open Innovation en inglés), el cual puede modernizar la economía y beneficiarse de nuevas ideas, conocimientos y puntos de vista que no eran parte de la corporación.

Los beneficios de este tipo de integración son múltiples y no impactan solamente en el actor que lo está llevando adelante, sino que todo el ecosistema se nutre de los mismos volviéndose un círculo virtuoso.

Adicionalmente, se reducen los costos y los tiempos de investigación, se comparten los riesgos y se incorpora innovación más rápido al mercado. En otras palabras, la empresa desafía su propia cultura y permite nutrirse de procesos y prácticas, algo difícil de modificar en el corto plazo.

Para trabajar con estas iniciativas de forma exitosa, la IA debe ser parte de la cultura de la empresa para lograr ese cambio estructural definitivo y no un proyecto independiente con inicio y fin.

Mentores

Los mentores, al igual que los grandes emprendedores mencionados anteriormente, cumplen el rol de guiar a las nuevas generaciones de fundadores de empresas a desarrollar sus proyectos con éxito.

Generalmente, son referentes o expertos en diferentes disciplinas que ya han trabajado a lo largo de su carrera con diferentes emprendedores y pueden compartir su opinión o conocimiento sobre una industria o un desafío puntual de negocio.

Gobierno

El gobierno será el encargado de ofrecer políticas públicas para el surgimiento de pequeñas, medianas y grandes empresas. Su rol es poder identificar las necesidades que necesitan las compañías y propiciar un entorno que facilite su desenvolvimiento.

A su vez, será el encargado de promover iniciativas que hagan al ecosistema más denso, es decir, con interacciones de calidad dentro del ecosistema. En esta línea, el gobierno puede acelerar el crecimiento del ecosistema emprendedor a través de diferentes iniciativas como incentivos fiscales y apoyo financiero directo.

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