La Argentina es un país de emprendedores. Como muestra, basta con mencionar que el ecosistema de startups local dio luz a cinco unicornios de los cuales uno, Mercado Libre, ya ostenta un precio de mercado de u$s31.000 millones y es la compañía tecnológica más valiosa con base fuera de Estados Unidos y Asia.

Lejos de las luminarias de Wall Street, en el país hay gran cantidad de firmas con ganas de crecer y ocupar un rol destacado. Al menos son 23.000, según el conteo de afiliados de la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA). Incluso, en el sector estiman que esa cifra como mínimo es el triple, según la definición que se tome de "emprendedor". 

Desde esta organización colaboraron en la redacción de los primeros borradores de la Ley 27.349 de Apoyo al Capital Emprendedor, que se aprobó unánimemente en el Senado en marzo de 2017 y generó la figura de las Sociedades por Acciones Simplificadas.

 

Conocidas como SAS, este nuevo formato societario es mucho más flexible y esta es una de las razones por la cual crece a pasos agigantados entre quienes quieren iniciar un proyecto. La otra, claro está, son las ventajas que presenta a la hora de crear una empresa, como ser:

- Velocidad: la inscripción puede realizarse en sólo 24 horas

- Facilidad: la conformación se efectúa por Internet. Inmediatamente se obtiene la Clave Única de Identificación Tributaria (CUIT) para comenzar a operar con factura A

- Economía: pueden constituirse con el equivalente a dos salarios mínimos y sólo hay que integrar el 25% (una Sociedad Anónima requiere de $100.000)

- Modelo unipersonal: pueden tener un solo dueño, a diferencia de una SA que requiere de al menos dos socios

- Seguridad: acota los riesgos frente a una inscripción bajo la figura del Monotributo, ya que los accionistas limitan su responsabilidad a la integración de las acciones suscriptas 

- Objeto social amplio: permiten que la firma realice distintos tipos de actividades, a excepción de las correspondientes a entidades financieras, bancos o servicios públicos

Ante esta flexibilidad, la Sociedad Simplificada por Acciones se convirtió en el formato más elegido desde su lanzamiento, detrás de la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) y superando ampliamente a la Sociedad Anónima (SA). Y promete seguir creciendo.

En cifras

Según datos del Ministerio de Producción y Trabajo aportados a iProUP, ya hay 13.491 firmas creadas bajo el formato de SAS, que se reparten entre los cinco distritos que ya avanzaron en su implementación:

- Ciudad de Buenos Aires: 7.720

- Córdoba: 3.945

- Provincia de Buenos Aires: 1.685

- Corrientes: 81

- Tierra del Fuego: 60

El caso de la Capital Federal –que representa 6 de cada 10– muestra el avance del nuevo modelo societario, que ya concentra el 31% de las empresas porteñas, contra el 45% de las SRL (11.374 compañías) y el 24% (6.191) de las SA. Ante semejante nivel de aceptación, el Gobierno busca acelerar su implementación en todo el país.

"Estamos trabajando con Santa Fe, Mendoza, Salta y Jujuy para que se sumen. Hay que hacer la inversión pero son procesos que llegaron para quedarse", adelanta a iProUP Pedro Inchauspe, secretario de Simplificación Productiva.

De acuerdo con el funcionario, estas demoras tienen que ver con las posibilidades de desembolso de cada distrito, ya que se requiere de cierta infraestructura e integración con los sistemas de la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP) y entidades bancarias.

Por su parte, el abogado Alejandro Ramírez, responsable de Políticas Públicas de ASEA, agrega que se están "reuniendo con emprendedores y autoridades de varias jurisdicciones para explicarles la importancia de implementar el sistema online".

"Es un trabajo hormiga que se viene haciendo, ya que la provincia que no lo haga perderá terreno, ya que sus empresas se constituirán en otra jurisdicción", advierte a iProUP Ramírez, quien participó de la redacción del borrador de la Ley de Emprendedores.

"Un dato interesante es que el 40% de las SAS son unipersonales. Eso marca el fuerte vacío que había", destaca Inchauspe, quien criticó que antes de esta modalidad el proceso para registrar una sociedad "era muy rígido".

En este punto, Ramírez remarca que las herramientas que ofrecen las SAS "son más acordes a las necesidades de las empresas en la actualidad, por lo que es una cuestión de tiempo para que se conviertan en la figura legal más usada en la Argentina".

En este sentido, Pablo Argento, socio de RPA Consulting, resalta que "no es condición necesaria contar con un abogado que redacte el estatuto. Eso la convierte en la forma societaria más económica, ya que si no se modifica se obtendrá la constitución sin mayores trámites".

En aumento

Inchauspe no lo duda: las SAS, ahora consagradas como el segundo tipo societario más utilizado, tomarán la delantera en el corto plazo, tal como ocurrió en Colombia, donde hoy día representan el 98% del total. Ramírez aporta otros dos casos adicionales en los cuales se registró el mismo éxito: Chile y Francia.

"Estimamos que para el año que viene, a lo sumo 2021, se convertirán en la figura que más se utilice, aún por encima de las SRL", remarca Argento, quien señala que para que esto suceda los gobiernos nacional y provinciales deben trabajar en dos aspectos:

- "Evacuar o solucionar problemas que se puedan generar cuando sean requeridos cambios de estatutos con posterioridad a la conformación de la SAS, ya que aún hoy hay mucho desconocimiento sobre cómo proceder en este sentido"

- "Promocionarlas más en las provincias, ya que en el interior se requiere de un poco más de tiempo y promoción para que hagan pie"

Por el momento, no hay cifras oficiales acerca del desglose por tipo de actividad. Y esto mucho tiene que ver con la flexibilidad con la que cuentan para participar en distintos negocios. En este sentido, desde la Inspección General de Justicia (IGJ) señalan a iProUP que el 95% utilizan el "estatuto modelo", que les permite un objeto social muy amplio. 

"La SAS puede ser usada por cualquier clase de empresa, pequeña o grande, tradicional o digital. Sin embargo, los emprendedores, generalmente tecnológicos, en busca de capital son los más beneficiados, ya que eran los más perjudicados con las limitaciones legales y burocráticas de las SRL y las SA", se explaya Ramírez.

Según el letrado de ASEA, "casi la totalidad de los emprendimientos que están recibiendo fondos" de inversores de riesgo (o VC, siglas de venture capital) apelan a esta figura societaria.  

"Esto ocurre porque una SRL no puede tener diferentes clases de socios, mientras que una SA tiene requisitos burocráticos que lo dificultan. En ASEA generamos constantemente encuentros y capacitaciones al respecto", sostiene Ramírez.

La Ley de Emprendendores, además, establece ventajas tributarias para quienes invierten en proyectos argentinos. "A la fecha, casi uno de cada cuatro emprendimientos cuyos inversores obtuvieron este beneficio fiscal, son SAS", asegura a iProUP Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes de La Nación.

Según esa cartera, durante 2018 "se financiaron 1.209 emprendimientos de todo el país a través del programa Fondo Semilla por $280 millones en todas las provincias y sectores: desde una estación meteorológica, pasando por una aplicación para fomentar el turismo hasta un proyecto de panificados para celíacos".

Además, el programa Fondo Aceleración, junto a nueve aceleradoras tecnológicas y tres científicas, lleva coinvertidos más de u$s7,5 millones en 49 iniciativas vinculadas con la biotecnología, las fintech, agroindustria, big data, inteligencia artificial, educación, ciudades inteligentes y logística. El 35% de estos proyectos se enmarcan bajo el régimen de SAS.

Más digital

Gran parte del éxito de esta figura societaria se explica por la posibilidad de tramitarlas de manera 100% online, por lo que Inchauspe asegura a iProUP que están trabajando para digitalizar el proceso también para las SRL y las SA.

"Estamos en plena etapa final de desarrollo y podríamos implementarlo en unos 90 días. También estará instantáneo y al día siguiente se publicará en el Boletín Oficial", anticipa a iProUP.

Además, remarca que también están trabajando con los bancos para integrar una cuenta bancaria a un perfil de usuario, de modo tal que los libros contables de la sociedad también se digitalicen, al igual que otros procesos para evitar que los usuarios carguen con documentación.

"Evitamos buscar que seas cadete del Estado. Existen un montón de controles que se basan en verificar datos con otros datos en el mundo papel, tareas que son automatizables", afirma Inchauspe.

Para esto, la secretaría de Simplificación Productiva desarrolló el robot OLE-Jiménez, capaz de evaluar expedientes, clasificarlos y almacenarlos en bases de datos. Por día, procesa unos 1.300 para nueve gestiones automáticas de Comercio Exterior, Transporte e Industria, entre otras áreas.

Otro avance para los emprendedores que arranquen con un negocio "offline" es la digitalización de las habilitaciones municipales, aunque el avance dependerá de cada distrito en particular.

"Hicimos la norma modelo, ya que cada distrito requiere la aprobación de su concejo deliberante", remarca Inchauspe. El objetivo es reducir la cantidad de documentación a presentar hasta en un 80% y agilizar el tiempo de gestión en un 75%.

Todo esto se agrega a otras herramientas digitales que fueron implementándose durante el año, a saber:

- Factura: desde el 1º de abril rige la obligatoriedad de utilizar comprobantes digitales para todas las categorías del Monotributo. Así, se pueden agilizar operaciones, evitar costos de impresión y distribución, personalizar comprobantes y registrar en las bases de AFIP todo lo facturado en tiempo real

- Pagaré: el Mercado Argentino de Valores (MAV) lanzó la plataforma FinanciaClick, creada junto con el Mercado a Término de Rosario (Rofex) y la Cámara Compensadora Argentina Clearing, para ofrecer el servicio de pagaré digital, centralizando documentación y agentes de bolsa para buscar financiamiento en el mercado de capitales

- Cheque: desde el 1º de julio, el Banco Central dispuso la vigencia del echeq, que tendrá los mismos usos que el instrumento tradicional, pero no posee  límites de endosos. Ofrecerá seguridad (reduce riesgo de robos y pérdidas), minimización de errores formales y rechazos, la posibilidad de depósito sin presencia física y el uso de firma electrónica.

De esta forma, el Estado logró digitalizarse en un 90%, según señala Inchauspe, si bien todavía resta camino por recorrer. La clave pasará por centrarse en las necesidades el usuario, un mantra que repiten también las empresas que hoy transitan la transformación digital.

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