El avance vertiginoso de la inteligencia artificial generativa (GenAI)genera preocupación en el ámbito corporativo.
Según el Informe de Amenazas a los Datos de Thales 2025, casi el 70% de las organizaciones identifica el desarrollo acelerado de esta tecnología como el principal desafío de seguridad.
A esta inquietud se suman otras como la falta de integridad (64%) y fiabilidad (57%) en los sistemas de IA, que dependen de grandes volúmenes de datos sensibles para tareas clave como el entrenamiento, la inferencia y la generación de contenidos.
El estudio destaca que la IA generativa ya está marcando un punto de inflexión. En ese sentido, un tercio de las organizaciones encuestadas asegura que la tecnología ya forma parte activa de sus operaciones.
Y con la llegada de la IA agéntica, que toma decisiones de forma autónoma, garantizar la calidad de los datos se vuelve más crucial que nunca.
A pesar de los riesgos, muchas compañías avanzan con rapidez y, en muchos casos, no están esperando tener todos sus sistemas asegurados para seguir avanzando.
Inversiones en ciberseguridad: foco en IA y nube
Este apuro puede traducirse en nuevas vulnerabilidades, generadas por la presión del mercado y la necesidad de no quedarse atrás.
"El panorama de la GenAI, que se encuentra en rápida evolución, está presionando a las empresas para que se muevan con mayor rapidez, muchas veces a costa de la cautela, en su carrera por mantenerse a la cabeza de la curva de adopción", explicó Eric Hanselman, jefe de análisis de S&P Global Market Intelligence 451 Research.
Además, agregó: "Muchas empresas están implementando GenAI más rápido de lo que pueden entender plenamente las arquitecturas de sus aplicaciones, agravado por la rápida propagación de herramientas SaaS que incorporan capacidades GenAI y añaden capas de complejidad y riesgo".
Frente a este desafio, el 73% de las empresas ya invirtió en herramientas de seguridad para IA, utilizando tanto nuevos presupuestos como reasignaciones de recursos existentes.
Algunas de las estrategias son:
- Adquisición de herramientas de proveedores cloud (más de dos tercios)
- Contratación de firmas de ciberseguridad tradicionales (tres de cada cinco)
- Recursos a startups o empresas emergentes (casi la mitad)
La seguridad de la IA generativa ya ocupa el segundo lugar en las prioridades de inversión, solo superada por la protección en la nube.
Por otra parte, el informe releva la evolución de las filtraciones de datos, una variable que sigue siendo un foco de preocupación. En ese sentido, destacan un leve descenso en su frecuencia:
- En 2021, el 56% de las organizaciones sufrió una filtración
- En 2025, esa cifra bajó al 45%
- El porcentaje de violaciones ocurridas en los últimos 12 meses cayó del 23% al 14%
Entre las amenazas más frecuentes se destacan: el malware, que sigue liderando desde 2021 y el phishing, que ahora supera al ransomware, que se ubica en el tercer puesto. Mientras que los actores más temidos son los hacktivistas, seguidos por estados-nación. El error humano sigue siendo importante, pero cayó al tercer lugar en el ranking.
Preocupación por los riesgos cuánticos
Según el informe de Thales, la tecnología cuántica se suma como un nuevo frente de batalla. Un 63% de los encuestados tiene miedo de que las computadoras cuánticas logren vulnerar los sistemas de cifrado actuales y comprometan la información previamente segurada.
Otros de los riesgos señalados son las vulnerabilidades en la distribución de claves (61%) y la amenaza del modelo "recopilar ahora, descifrar después" (58%).
En este contexto, el 60% de las organizaciones ya evalúa o desarrolla prototipos de soluciones de criptografía poscuántica (PQC). No obstante, solo un tercio confía en que los proveedores cloud o de telecomunicaciones estén preparados para manejar la transición.
"El reloj sigue avanzando en la preparación poscuántica. Es alentador que tres de cada cinco organizaciones ya estén creando prototipos de nuevos cifrados, pero los plazos de implementación son ajustados y quedarse atrás podría dejar expuestos datos críticos", explicó Todd Moore, vicepresidente mundial de productos de seguridad de datos de Thales.
Y finalizó: "Incluso, con plazos claros para la transición a algoritmos de PQC, el ritmo del cambio de cifrado ha sido más lento de lo esperado debido a una mezcla de sistemas heredados, complejidad y el desafío de equilibrar la innovación con la seguridad".