El metaverso se perfila como una tecnología que está atrayendo el interés de los principales países y ciudades del mundo. Shanghai, la ciudad más grande de China por población, publicó un documento donde presenta un plan para convertirse en un importante centro de actividades de la industria del metaverso.

Asimismo, uno de los objetivos principales de esta gran apuesta por parte del gobierno chino es hacer crecer un clúster de metaverso de u$s52 mil millones en la ciudad costera del gigante asiático.

El plan de Shanghai para ser la ciudad Metaverso

En este sentido, la ciudad planea albergar al menos 10 empresas innovadoras líderes en la industria del metaverso y 100 empresas que presenten tecnologías relacionadas con el metaverso, todas ellas con alcance internacional.

El documento propone una serie de tareas para lograr este objetivo, que incluye agregar un componente digital a diferentes actividades y sectores, como la existencia de negocios virtuales, educación con realidad virtual y turismo y entretenimiento con un elemento virtual.

Corea del Sur presentó un plan para invertir u$s177 millones en proyectos relacionados con el Metaverso.

Si bien el documento emitido no especifica directamente cuánto planea invertir la ciudad para alcanzar la meta deseada, sí menciona que el gobierno tendría que establecer una serie de fondos especiales para apoyar a las industrias del metaverso, ofreciendo subsidios a la inversión, descuentos de intereses y otros incentivos de acuerdo con las leyes y reglamentos para apoyar la investigación y el desarrollo tecnológico.

El documento también menciona una serie de tecnologías, incluida la tecnología de pantalla y procesador, como algunas de las tecnologías centrales que deben avanzar para lograr un mejor metaverso en el futuro. Del mismo modo, en el plan también se mencionan tecnologías de transmisión de datos como el 5G y la inteligencia artificial.

No obstante, dentro de los países que también están interesados en el concepto del metaverso, se encuentra Corea del Sur que presentó un plan para invertir u$s177 millones en proyectos relacionados con este nuevo mundo virtual como parte del "Nuevo trato digital", un plan nacional para modernizar el país. Por su parte, Dubai también se está moviendo para preparar su metaverso de gobierno, para dar la oportunidad a sus ciudadanos de tener la experiencia de un estado de realidad virtual.

Metaversos nacionales

"La naturaleza innovadora y la carga de conceptos asociados al metaverso hacen que muchas personas del sector público puedan ver una oportunidad en la creación de un interfaz de este tipo entre las personas y los gobiernos, ya sean locales o nacionales", comenta a iProUP Juan Manuel Linares, Strategy Director, R/GA SS LATAM.

El experto hace referencia al caso de Barbados, que anunció la apertura de su propia embajada en Descentraland, un metaverso en la blockchain desarrollado por argentinos que tiene su criptomoneda propia MANA.

Barbados se convirtió en el primer país con embajada en el metaverso

"Creo que algunos gobiernos pueden incursionar en este tipo de iniciativas. Sin embargo, no me imagino el desarrollo de un mundo virtual propio como el camino elegido, sino que lo más probable es que sean pruebas pilotos, como por ejemplo 'embajadas' en mundo virtuales que ya tengan una gran base de usuarios, algo que países como Barbados y Corea del Sur ya se están planteando", remarca Linares.

Esta instancia, agrega el experto, no se debería esperar mucho "en relación a la calidad y profundidad de la experiencia" en las interacciones entre ciudadanos y gobiernos en estos espacios compartidos, sino que "probablemente serán pruebas de concepto que ayuden a cada institución a entender la mejor manera de incursionar en estos entornos".

Por su parte, Fredi Vivas, CEO de RockingData y especialista en Inteligencia Artificial y Machine Learning, comenta a iProUP que, como en todos los grandes desarrollos tecnológicos es importante "pensar en términos de ciencia ficción".

"Desde hacer un trámite hasta, por ejemplo, presenciar una sesión del Congreso o tener una clase, puede volverse una experiencia inmersiva completamente distinta. Lo importante en este caso es entender los posibles riesgos", asegura.

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