Uno de los frentes de batalla y competencia en el mundo tecnológico y automotriz es conseguir la mejor, más barata y más duradera batería. Tesla podría haberlo logrado.

Y hay nuevas sobre la vida útil, ya que un equipo de investigación científica, al mando de Jeff Dan, lleva años trabajando con Tesla en el desarrollo de una batería a la cual puedan dotar de una vida útil de 1,6 millones de kilómetros, antes de que su química entre en un estado de degradación avanzada.

Las baterías en desarrollo podrían durar hasta 100 años

Pero el equipo es noticia también por otro proyecto relacionado, donde a través de un artículo dieron a conocer la creación de una batería dotada con una química basada en níquel que superaría ampliamente a la batería mencionada anteriormente, manteniendo también por más tiempo la densidad de energía de las NCM (níquel manganeso y cobalto).

Una de las colaboraciones de la empresa de Elon Musk en el mundo académico, su cátedra de investigación en baterías de larga duración, alta densidad de energía y bajo coste (el título es más largo) en el Consejo de Investigación en Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá ya le está dando frutos: una composición de batería que podría durar un siglo.

Esta composición, conocida como NMC532 contiene litio, níquel, manganeso y cobalto, a los que añade grafito artificial, y según las pruebas realizadas por los autores de este trabajo académico publicado en la revista Journal of The Electrochemical Society ofrece "una capacidad superior de retención" comparada con las de lifio ferrofosfato (LFP), que tan de moda se han puesto por su menor coste.

Tecnología de las baterías

Se explica las potencialidades presentes en esta química de batería para competir con las celdas de batería LFP en cuanto a tener una vida útil mucho más extensa, así como también la posibilidad de preservar las propiedades de las químicas ricas en níquel NCM, las cuales ofrecerían una mayor densidad energética y por ende una mayor autonomía en igualdad de capacidad energética.

Típico set de baterías de un Tesla

Es así como las celdas desarrolladas bajo la química de níquel NCM mostraron una alta capacidad de retención energética sin experimentar degradación tras ser sometidos a numerosos ciclos de carga y descarga.

"Estas baterías, particularmente las equilibradas y cargadas a 3,8 vatios, muestran mayor eficiencia, menos pérdida de capacidad y una densidad de energía mayor comparada con las LFP y se proyecta que podrían alcanzar tiempos de vida útil que se aproximarían al siglo a una temperatura de 25 grados", asegura el equipo dirigido por Jeff Dahn, de Universidad de Dalhousie (Halifax, Canadá).

Este logro resulta importante como alternativa a la escasez de materias primas, ayudando también a reducir notablemente los costes de producción y el precio de venta de un coche eléctrico, indicó WWWhatsNew.

"Las baterías de coches que sirvan como almacenaje pueden beneficiarse de este diseño porque su coste por unidad respecto a su vida útil es superior comparada con las LFP", explican, aunque reconocen que se podría mejorar su coste utilizando material reciclado y cuando baje el precio del níquel y el cobalto.

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