Los clientes de Gran Bretaña se encuentran atrapados en medio de una creciente disputa entre las multinacionales Amazon y Visa sobre cuotas por transacciones.
Y es que el gigante de comercio electrónico anunció recientemente que, a partir del año próximo, dejará de aceptar pagos con tarjetas de crédito Visa emitidas en el país europeo, en un contexto de creciente disputa financiera entre las redes de pagos y los minoristas a nivel global.
Amazon atribuyó su decisión a los "altos honorarios" cobrados por la emisora de tarjetas, en una escalada de medidas que ya tomó en Singapur y Australia, donde comenzó a cobrar 0,5% extra por el uso de las tarjetas de la compañía.
Esto trajo a su vez que la empresa fundada por Jeff Bezos tuviera que cobrar un recargo a los clientes, ante cada compra que realizasen con los plásticos de la compañía financiera, una medida que empezó a implementar a partir de septiembre.
"Creemos que el costo de aceptar pagos con tarjeta de crédito debería reducirse con el tiempo para permitir que los comerciantes reinviertan sus ahorros en precios bajos y mejoras de compras para los clientes", informó Amazon en un comunicado emitido por correo electrónico.
Visa, por su parte, detalló que está muy "decepcionada de que Amazon esté amenazando con restringir las opciones de los consumidores en el futuro". "Cuando la elección del consumidor es limitada, nadie gana", lamentó.
La noticia, incluso, provocó una caída de más de 7% en las acciones del gigante de pagos días atrás.
Amazon, con sede en Seattle, y Visa, en San Francisco, son de las dos fuerzas más grandes del sector minorista y su disputa representa un punto de inflexión para la industria de pagos, de acuerdo a Laura Hoy, analista de inversiones para Hargreaves Lansdown.
"Históricamente, Visa ha podido cobrar lo que quiere debido a su enorme red de usuarios de tarjetas —no acepar Visa significa dejar fuera a un enorme grupo de clientes potenciales", deslizó la analista.
Y agregó: "Más comerciantes aceptando Visa significaba más clientes y el ciclo se reforzaba".
Amazon espera romper la cadena eliminando a la firma de tarjetas de sus opciones de pagos en el Reino Unido, y es probablemente uno de los pocos con suficiente poder para hacerlo, sintetizó Hoy.
Visa es la red de pagos dominante en Europa, acaparando el 58% del mercado, seguida por Mastercard con el 41% y American Express 1%. Además, tiene una cuantía similar en los Estados Unidos, donde acapara la mitad del mercado, mientras sus dos principales rivales representan, entre ambos cerca de una tercera parte.
En este último país, Amazon podría eliminar a Visa como proveedor de su tarjeta de crédito Prime.
De hecho, estaría en conversaciones con Mastercard y American Express como parte de una revisión estándar de su acuerdo de tarjeta de crédito, aseguró un portavoz anónimo.
Eso sí, los clientes de Amazon podrán seguir utilizando las tarjetas de débito Visa, además de las tarjetas de crédito Mastercard y Amex, y la Eurocard, según el documento de la multinacional.
Por otra parte, la firma líder en el segmento de comercio electrónico a nivel mundial anunció que permitirá que muchos de sus trabajadores continúen trabajando de forma remota indefinidamente.
La medida, que alcanzará a quienes cumplan tareas corporativas y tecnológicas, estará en vigencia "siempre que puedan trasladarse a la oficina cuando sea necesario".
Estas medidas fueron anunciadas en el blog de la compañía y es un cambio con respecto a la expectativa anterior de la firma de que la mayoría de los empleados tendrían que estar en la oficina al menos tres días a la semana.
"Esperamos que haya equipos que continúen trabajando principalmente de forma remota, otros que trabajarán en alguna combinación de forma remota y en la oficina, y otros que decidirán que los clientes están mejor atendidos si el equipo trabaja principalmente en la oficina", manifestó el CEO de Amazon, Andy Jassy.
El plantel de Amazon está compuesto por más de un millón de empleados, de los cuales, la mayoría no realiza tareas de oficina.
Estos no pueden trabajar de forma remota porque realizan sus funciones en la división de cumplimiento y transporte de la empresa, recogiendo pedidos y entregándolos a los clientes.
De esta manera, solamente 50.000 empleados del campus del centro de Seattle y en el vecindario South Lake Union de la ciudad serán alcanzados por la medida.